Corea del Norte reivindica en la ONU su «derecho» a «probar» armas para la «autodefensa» frente a EEUU y Seúl
El embajador de Corea del Norte ante la ONU, Kim Song, ha reivindicado este lunes ante la Asamblea General de la ONU su «derecho» a «probar» y «desarrollar» armas como forma de «autodefensa» ante las «amenazas militares» de la «alianza» de Estados Unidos y Corea del Sur.
«Nadie puede negar el justo derecho a la autodefensa de la República Popular Democrática de Corea (RPDC) a desarrollar, probar, fabricar y poseer los sistemas de armas equivalentes a los que posee o está desarrollando desarrollados por ellos», ha apostillado Kim.
En este sentido, ha explicado la «posición» de Pyongyang sobre la «causa fundamental» de la cuestión «aún no resuelta» de la de la península de Corea y sobre «las vías fundamentales para garantizar una paz y estabilidad duraderas».
«Han pasado tres décadas desde el final de la Guerra Fría. Pero la península coreana pero la península coreana sigue en un círculo vicioso de agravamiento de la tensión y la confrontación. Y su principal causa radica en la política hostil hacia RPDC», ha criticado, para señalar, concretamente, a Estados Unidos y rechazar que esta se deba a la «cuestión nuclear».
Según el embajador norcoreano, «no es la posesión de la RPDC dearmas nucleares por lo que los Estados Unidos se volvió hostil», porque, al contrario, Washington, «la mayor potencia nucleardel mundo», «ha estado amenazando con armas nucleares, antagonizando a la RPDC durante más de 70 años», ha denunciado.
«La política hostil de Estados Unidos hacia la RPDC no es en absoluto abstracta», ha continuado Kim, para apuntar a «amenazas militares» y «actos hostiles diarios», e incidir en que la «expresión más clara» con «sus amenazas militares».
En este sentido, Kim ha resaltado que en Corea del Norte no hay «ni una sola base o tropa militar extranjera», mientras, en Corea del Sur «casi 30.000 soldados estadounidenses están en numerosas bases militares, manteniendo una postura de guerra para una toma militar contra la RPDC en cualquier momento».
Asimismo, ha asegurado que Pyongyang «no tiene constancia de haber realizado un ejercicio militar ni siquiera una sola vez en torno a Estados Unidos», pero este país «ha realizado todos los años todo tipo de ejercicios de guerra en la península coreana y sus alrededores»
«Nos ha amenazado con demostraciones militares de carácter intimidatorio mientras desplegaba numeroso armamento en Corea del Sur de vez en cuando», ha lamentado Kim, al tiempo que se ha referido al «ejercicio armado combinado» llevado a cabo de forma «desafiante» por Washington y Seúl el pasado mes de agosto «pese a las repetidas advertencias» de Pyongyang.
Este ejercicio es, a juicio del embajador norcoreano, un «simulacro de guerra de naturaleza ofensiva» que «simplemente cambió su nombre de los ejercicios militares conjuntos realizados por Estado Unidos durante las últimas décadas».
Por todo ello, Kim ha señalado que las relaciones intercoreanas «nunca han salido de la sombra de la interferencia y la obstrucción» de Estados Unidos, que «ha estacionado sus tropas en Corea del Sur y la ha atado con las cadenas de la alianza militar».
«Los acuerdos intercoreanos nunca se han aplicado fielmente debido al comportamiento erróneo de las autoridades surcoreanas que priorizan la cooperación con una alianza sobre la armonía de la nación», ha afeado.
De este modo, ha pedido a la comunidad internacional que no pase esto «por alto». «Las relaciones entre la RPDC y Estados Unidos no son simplemente las relaciones entre países no amistosos, sino entre países beligerantes que están legalmente en estado de guerra», ha agregado al respecto.
En este aspecto, Kim ha advertido de que el «posible estallido de una nueva guerra» en la península coreana está «contenido» porque Corea del Norte «aumenta su disuasión fiable» dejando claro «que puede controlar a las fuerzas hostiles en sus intentos de invasión militar».
«Hemos almacenado un poder fiable para defendernos ejerciendo continuos esfuerzos, con una clara visión de la demanda de los tiempos que nos exige de poseer suficiente poderío para la defensa nacional ante el entorno geopolítico y el equilibrio de poder en la península de Corea, así como las siempre tensas relaciones internacionales», ha avisado, para censurar que en la tierra «no hay ningún bajo constante amenaza como la RPDC».
En este contexto, ha mostrado su preocupación por las «armas ultramodernas» que pretende desarrollar Seúl, que ha recibido «numerosos equipos» por parte de Washington, lo que para Kim son «movimientos demasiado peligrosos que rompen el equilibrio del poder militar».
De esta manera, el embajador norcoreano ha defendido que esta forma de «disuasión» es «el justo derecho a la autodefensa», por lo que ha incidido en que no desea «utilizar estos medios apuntando a alguien» ya que «solo quiere construir su defensa nacional para salvaguardar de forma fiable la seguridad y la paz». «En otras palabras, nunca violaríamos ni pondríamos en peligro la seguridad de Corea del Sur y nuestros países vecinos», ha aclarado.
Según ha recordado el embajador, el líder norcoreano, Kim Jong Un, Presidente del Estado, «declaró que la clave para establecer una nueva relación entre la RPDC y Estados Unidos radica en la retirada de la política hostil de Washington hacia Corea del Norte».
Así, ha avisado a Estados Unidos de que debería «contribuir a la paz y la estabilidad de la península de Corea y del mundo retirando la anacrónica política hostil hacia la RPDC de manera audaz y completa» y a «eliminar el doble rasero».
«Si Estados Unidos muestra su valiente decisión de abandonar su política hostil, nosotros estamos preparados para responder de buena gana en cualquier momento», ha insistido.
Por otro lado, el embajador norcoreano ha alertado de que la «crisis pandémica, el cambio climático, el problema de los refugiados y las interminables disputas entre países están surgiendo como temas candentes en el mundo» con un «telón de fondo» en el que «se encuentra la política de injerencia interesada de Estados Unidos y Occidente».
Al respecto, ha señalado a la crisis afgana, «un claro testimonio de las trágicas consecuencias causadas por el uso abierto de las fuerzas armadas contra un Estado soberano, la injerencia en sus asuntos internos y la ocupación de tropas extranjeras».
«La realidad exige urgentemente que Naciones Unidas se convierta en una organización internacional con un fuerte poder ejecutivo que cumpla con su inherente misión inherente de conformidad con los propósitos y principios de la Carta de la ONU», ha añadido al respecto, para reclamar que se haga del Consejo de Seguridad «un órgano imparcial y responsable que contribuya sustancialmente a mantener la paz y la seguridad».
Y es que, como ha criticado, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas «no dice ni una sola palabra sobre la temeraria acumulación de armas y los actos criminales de guerra de determinados países, como Estados Unidos y sus fuerzas».
«En lugar de ello, encuentra fallos en las justas medidas de autodefensa de la RPDC en cada oportunidad», ha rechazado, para aseverar que eso es una «prueba reveladora de que la ONU no representa los intereses de amplio espectro de la comunidad internacional».
Entre otras peticiones a la ONU, también ha reclamado que «deje de lado el doble rasero», así como «el comportamiento injustode inclinarse hacia las posiciones de algunos países y de una fuerza específica».
Por último, ha expresado el apoyo de Pyongyang «al Gobierno y al pueblo cubanos por hacer frente a las medidas de Estados Unidos y ha expresado «solidaridad con los países independientes, entre ellos Siria y Palestina, por su lucha por defender la dignidad nacional, la soberanía y la integridad territorial».