Con motivo del Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina, que se celebra el próximo domingo 6 de febrero, Médicos del Mundo reclama que se «incrementen y aseguren las formaciones de profesionales sanitarios» para el abordaje de la mutilación genital femenina con un enfoque cercano a la cultura y a la realidad de las mujeres supervivientes de esta práctica, «así como la posibilidad de incorporar la materia en los currículos universitarios especializados».

«Es tan importante tener las herramientas para la intervención como la formación en competencia cultural para que profesionales de la salud puedan abordar la Mutilación Genital Femenina con las familias procedentes de países de riesgo», ha afirmado Idoia Ugarte, referente política del Grupo Estatal de Mutilación Genital Femenina de Médicos del Mundo.

La ONG apuesta por la adaptación de la atención a las mujeres supervivientes de esta práctica para que puedan encontrar el apoyo que necesitan y defiende ampliar la asistencia integral, desde el apoyo psicológico a terapia de las disfunciones sexuales que ocasiona o la reconstrucción genital, para que sean incluidos estos tratamientos dentro de los servicios del sistema sanitario.

Médicos del Mundo ha constatado que la perspectiva cultural y emocional que aportan las mediadoras comunitarias ha tenido una buena acogida por parte de profesionales sociosanitarios, y ha permitido avanzar hacia un abordaje de la salud con sensibilidad cultural, además de generar espacios de confianza dentro de la propia comunidad.

La organización, que trabaja desde hace 21 años en España para prevenir la MGF, ha atendido a lo largo de 2021 a un total de 729 personas, y realizado 4.130 intervenciones sociales, 486 de tipo sanitario y 190, psicológicas. Ha llevado a cabo 289 talleres individuales sobre MGF y talleres grupales con la participación de 615 personas, y ha realizado 184 derivaciones y 146 acompañamientos a recursos sociosanitarios.

En el ámbito internacional, Médicos del Mundo cuenta con proyectos de prevención de esta práctica en Mauritania y Senegal. El trabajo en el primero de estos dos países se inició en 2017 con la creación del primer centro de atención a las víctimas de la violencia sexual en la capital. Las mujeres que han sido víctimas del matrimonio infantil, la violencia doméstica, la mutilación genital u otras violencias de género reciben atención sanitaria y apoyo psicosocial en los hospitales públicos.

En Senegal, la ONG trabaja la violencia obstétrica en la región de Kédougou, donde la prevalencia supera el 85%. A pesar de ser una práctica prohibida por la ley, es practicada en la zona sur del país. La organización prioriza la sensibilización de la población sobre el impacto de las prácticas nefastas para la salud de las mujeres (violencia de género, MGF, matrimonios precoces/forzados…); y la mejora de la atención a las supervivientes.