Conte anuncia nuevas multas de entre 400 y 3.000 euros a quienes incumplan las medidas adoptadas
ROMA, 24
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, ha anunciado este martes un endurecimiento de las multas para quienes no cumplan con las reglas de confinamiento adoptadas por el Gobierno para frenar la propagación de la pandemia de coronavirus.
Según ha informado al término del Consejo de Ministros, las multas irán de 400 a 3.000 euros para quienes no acaten las normas, si bien se ha mostrado «satisfecho y orgulloso» de que la inmensa mayoría de los italianos sí que lo están haciendo.
Conte ha reiterado que de esta emergencia solo se saldrá «todos juntos», cumpliendo cada uno con su parte. «Si todos lo hacemos podremos salir cuanto antes de esta emergencia», ha insistido el primer ministro, al que no le han preguntado durante la rueda de prensa por el último balance.
Según las cifras anunciadas por Protección Civil, en las últimas 24 horas ha habido otros 743 fallecidos, lo que eleva el total de muertos a 6.820, mientras que los casos confirmados suman ya más de 69.000, tras otros 3.612 en el último día. La cifra de muertos ha roto la tendencia a la baja de los dos últimos días.
ES DIFÍCIL CONOCER EL NÚMERO EXACTO
En cuanto a la posibilidad de que en Italia haya hasta diez veces más casos que los registrados oficialmente, algo que ha planteado el jefe de la Protección Civil italiana, Angelo Borrelli, Conte ha subrayado que es «difícil pensar» que en estos momentos en ningún país se conozca «el número exacto» de contagiados, habida cuenta de que hay muchos casos asintomáticos.
El primer ministro ha reiterado que el Gobierno ha seguido en todo momento las indicaciones de los expertos y los científicos a la hora de tomar decisiones para frenar los contagios y ha defendido que por ahora «no hay motivo para cambiar la modalidad de recuento» de los casos ni de a quién se realizan los análisis, algo que ahora solo se hace a pacientes con síntomas. En este sentido, ha asegurado que el Ejecutivo está siguiendo «una línea de máximo rigor y transparencia».
Por otra parte, ha aclarado que, al contrario de como se había afirmado en algunos medios a lo largo de la jornada, no hay ninguna intención por parte del Gobierno de prolongar las medidas extraordinarias que ha adoptado en las últimas semanas para contener el coronavirus.
En este sentido, ha subrayado que el estado de emergencia que se declaró por un plazo de seis meses expira el 31 de julio pero eso no quiere decir que las «medidas restrictivas» no puedan levantarse en cualquier momento, «que esperamos que sea pronto» y en cualquier caso «mucho antes de esa fecha».
En otro orden de cosas, ha confiado en que «no haya ninguna huelga de ningún tipo» porque «en esta fase el país no se lo puede permitir». Esto vale, ha añadido, también para las gasolineras, después de que las empresas suministradoras hayan anunciado este martes que van a proceder de forma paulatina al cierre de las estaciones de servicio.
«Puedo garantizar que estará garantizada la cadena alimenticia y el suministro de carburante», ha añadido, asegurando que las puertas del Palacio Chigi y los ministerios están siempre «abiertas» para hablar con los sindicatos.
El primer ministro se ha mostrado «convencido» de que esta «prueba nos hará mejores» porque permite «reflexionar» sobre la vida y la escala de valores y con ello extraer lecciones.