Consejero andaluz: el nacionalismo es una postura «xenófoba» que «ningún político de izquierdas puede apoyar»
El consejero de Economía, Hacienda y Administración Pública de la Junta de Andalucía, Antonio Ramírez de Arellano, ha manifestado que el nacionalismo es una postura «xenófoba, supremacista y excluyente» que «ningún político de izquierdas puede apoyar» porque representa «lo contrario a la política de izquierdas», aunque ha aclarado que esto es una «postura personal».
Arellano, que ha participado este miércoles en Madrid en un desayuno de Executive Forum, ha sido preguntado por los contactos abiertos entre el Gobierno de España y el Ejecutivo catalán, unas conversaciones que son beneficiosas, a su juicio, porque el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, «ha iniciado la senda del diálogo y la distensión» porque hasta ahora solo ha habido «tensión y no diálogo» que «no había conducido a cuestiones positivas».
Sin embargo, ha dicho, a modo de «comentario personal», que no se debe «reconocer ni por un minuto el más mínimo atisbo de superioridad» por parte de las posturas nacionalistas «como se ha denunciado». «Son posturas xenófobas, supremacistas y excluyentes», ha espetado, al tiempo que ha insistido en que sería «incomprensible» que un político de izquierdas apoyara esta postura porque es «lo contrario a lo que las políticas de izquierdas deben sustentar».
Además, ha continuado, la cuestión nacionalista relacionada con la independencia de Cataluña «tiene un profundo origen económico». Sobre esto último, ha asegurado que «a pesar del relato que se quiere construir» el conflicto catalán viene de la «irresponsabilidad en el gasto y en la forma de comportarse de los gobiernos neoliberales de Cataluña», en concreto, el de Convergència i Unió porque, según ha dicho, «en determinados años subieron el gasto público un diez por ciento anual».
Después de esto «llegó un momento en el que no se podía seguir» y fue cuando «se denunció que España les robaba» a los catalanes «para explicar por qué no se podían pagar los lujos que habían decidido permitirse». Esta etapa «ha pasado» y «el resto de las regiones españolas» que no son Cataluña tienen que decir que los problemas «no son territoriales» sino que el problema es «la invención de los territorios como instrumento político».
Todo esto, según el consejero andaluz, se debe «dejar en el cajón» hasta que «no se resuelva la igualdad que es lo que de verdad debe presidir el futuro de este país». «Lo que no podemos permitir ni por un segundo es el atisbo de considerar que desde el nacionalismo se tiene supremacía moral», ha remachado Arellano, quien ha afirmado que ha escuchado expresiones sobre el nacionalismo que le han «dolido profundamente».
Para el consejero, las manifestaciones de los nacionalistas catalanes son «una traición a un pacto a algo que es fundamental» como la «lealtad a los acuerdos y al ejercicio responsable de los gobiernos». «Las regiones tienen unas responsabilidades claras y salirse de ellas es un acto de deslealtad muy grave», ha dicho.
«VELADA AMENAZA» DE LOS EMPRESARIOS
Por otro lado, preguntado por las advertencias de la CEOE en las que, tras una reunión con el Gobierno, se alertaba de que su se suben los impuestos puede peligrar la subida salarial, Arellano ha dicho que «no existe ninguna conexión económica entre una cosa y otra» por lo tanto las palabras de los empresarios suena a «velada amenaza».
«Lo correcto es que los empresarios se sienten con el Gobierno a buscar fórmulas de fiscalidad razonables y sostenibles en el medio y largo plazo», ha dicho antes de insistir en que «no existe ninguna razón que justifique decir que peligren los acuerdos salariales si se cobran impuestos». Por último, ha reconocido que «no hay que ser muy hábil» para «extraer unas conclusiones que no son muy positivas» de las declaraciones de los empresarios.