Conocer los filtros físicos y químicos, la mejor información para elegir fotoprotector este verano
/COMUNICAE/
«Elegir el fotoprotector idóneo para cada uno es imprescindible en el cuidado de la salud», según María Teresa Dorado, farmacéutica titular de Farmacia Plaza de Santo
Hay muchos factores a tener en cuenta a la hora de escoger un buen protector solar como el SPF, la protección de la radiación UVA o UVB, así como la comodidad de su uso y sus cualidades sensoriales. Uno de los factores que más preocupa a la población, especialmente a la mayoría de madres de hoy en día, es la composición del protector solar ¿Qué es mejor, un filtro físico o químico?
Los filtros físicos actúan creando una barrera que impide que los rayos solares penetren en la piel para prevenir quemaduras solares. Las partículas de origen mineral, el óxido de zinc y dióxido de titanio están entre los ingredientes más usados en estos tipos de fotoprotectores debido a que no pueden ser absorbidos por la piel. Dorado afirma que, “Son una gran ventaja para niños menores de 2 años y personas que sufran alergias a los filtros químicos o piel sensible. Sin embargo, su textura densa y blanquecina, no hace que estén entre los preferidos del público”.
Los filtros químicos, a diferencia del anterior, están compuestos por ingredientes químicos, entre los que destacan los cinamatos o dibenzoilmetano, que pueden llegar a producir reacciones de sensibilidad en la piel. Este tipo de filtros protegen la piel absorbiendo la radiación ultravioleta. Aunque se han empleado siempre en la protección solar, no se puede olvidar que al ser absorbido por la piel pueden causar ciertas reacciones alérgicas. Si bien es cierto, que los filtros actuales han sido sometidos a un altísimo número de controles de seguridad y eficacia, y, por lo tanto, su eso es totalmente fiable para el consumidor.
Las texturas ligeras, los aromas agradables, la facilidad de aplicación y no tener un aspecto blanquecino, sitúa a los protectores químicos en los de mayor elección de cara al verano. No obstante, tienen una protección más baja respecto a los físicos y por ello a veces es necesario la mezcla de varios filtros. Dorado aconseja que, “a la hora de comprar un fotoprotector solar, los niños menores de 2 años deben utilizar un filtro físico. Se tiene que tener en cuenta el tipo de piel para escoger la mejor SFP, ya que las pieles más claras y que más se irritan deberán recurrir a SPF mayores que las pieles morenas».
Un dato que pocos saben y que se considera relevante a la hora de protegerse del sol y cuidar de la piel, es la existencia de los filtros biológicos y su incorporación complementaria cada vez mayor dentro de las fórmulas de los fotoprotectores. Dorado explica que, “estos filtros se encargan de neutralizar los radicales libres que se forman debido a factores como la exposición solar, el estrés o la contaminación. Estos afectan a las células y a las estructuras de la piel, provocando efectos adversos como las temidas arrugas. Por eso, es importante al elegir el fotoprotector, que exista una combinación en su fórmula de filtros físicos y químicos con filtros biológicos que, no solo protejan, sino que aporten antioxidantes y reparación”.
Como dicen los expertos, tomar el sol sí, pero siempre con protección, independientemente de la época del año. Para la comodidad de todos, existen en la farmacia muchos formatos diferentes de fotoprotectores: en spray, en bruma, en crema, en leche, etc. Y, desde Farmacia Plaza del Santo, aconsejan escoger siempre los más indicados para el tipo de piel, independientemente del tipo de filtro que se prefiera.
Fuente Comunicae