Condenan en Brasil a los acusados del incendio en una discoteca que dejó 242 muertos

Un tribunal brasileño ha condenado este viernes a entre 18 y 22 años de prisión a los cuatro acusados del incendio de la discoteca Kiss, en la que murieron 242 personas y resultaron heridas 636 en la enero de 2013 en el municipio de Santa María, en el sur de Brasil.

Tras diez días de juicio y casi nueve años de espera, las principales condenas han sido impuestas a los propietarios de la discoteca. Entre ellos, Elissandro Spohr tendrá que cumplir una pena de 22 años y seis meses de prisión, y Mauro Hoffmann, ha sido condenado a 19 años y seis meses.

El cantante y el asistente del grupo musical Gurizada Gandangueira –que actuaba en la fiesta universitaria–, Marcelo de Jesús dos Santos y Luciano Bonilha Leoa, respectivamente, han sido condenados a 18 años de prisión.

«En un caso como el presente, hay que tener en cuenta que estamos ante la muerte de 242 personas, una circunstancia que, en la órbita de la intención eventual, ya contiene una inmensa gravedad», ha explicado el juez Orlando Faccini Neto, según ha recogido el portal de noticias Rio Grande Do Sul .

El Tribunal de Justicia de Río Grande del Sur les ha concedido un hábeas corpus que les permite esperar en libertad a que tribunales superiores se pronuncien sobre sus recursos.

INCENDIO

El incendio comenzó a las 2.30 horas del domingo 27 de enero a causa de un espectáculo pirotécnico que hizo arder el material para el aislamiento acústico de la discoteca, donde se estaba celebrando una fiesta de estudiantes de la Universidad Federal de Santa María (UFSM).

Las 242 víctimas murieron en su mayoría por asfixia, porque inhalaron los gases tóxicos liberados por una espuma que forraba el techo de la discoteca y que también sirvió como material inflamable.

En el momento de la tragedia, entre 300 y 400 personas se encontraban en la discoteca, según la última revisión del aforo, pero muchos de ellos no lograron salir por la única salida de emergencia, por lo que la avalancha humana provocada por el pánico fue fatal.

Los bomberos se vieron obligados a abrir un agujero en una de las paredes de la discoteca para sacar a los asistentes ya que las puertas de la sala estaban cerradas.

El Cuerpo de Bomberos de la región indicó que el local no contaba con la licencia de actividad, que acredita las condiciones de seguridad. Además, no tenía actualizados ni el plan de prevención de incendios ni la licencia de actividad, según informaron las autoridades de Brasil.

Se trata del segundo peor incendio de la historia del país sudamericano. La mayor tragedia se vivió en 1961, cuando 503 personas murieron en Río de Janeiro a causa del fuego que se declaró en el Gran Circo Brasileño.

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