Condenado a muerte un aliado del expresidente Yahya Jamé por el asesinato de un ministro en 1995
Un tribunal de Gambia ha condenado morir ahorcado a un aliado del expresidente Yahya Jamé y exministro gambiano por su responsabilidad en el asesinato en 1995 del entonces ministro de Finanzas Ousma Koro Ceesay, según ha recogido la prensa local.
El juez Ebrima Jaiteh ha indicado que la Fiscalía ha demostrado la responsabilidad de Yankuba Touray, quien fue ministro de Gobierno Local, en el asesinato de Koro Ceesay, que habría sido cometido con un objeto contuntente con el que le golpeó en la cabeza.
Touray ha negado en todo momento su responsabilidad en el suceso, si bien Alagie Kanyi, quien confesó ser el responsable del asesinato, ha testificado contra él como cómplice, sin que la defensa haya podido desmontar su versión de los hechos, tal y como ha recogido el diario gambiano Foroyaa .
Así, Jaiteh ha destacado que Touray no ha podido demostrar que no estuviera implicado en el plan para asesinar a Koro Ceesay y ha subrayado que su defensa se ha centrado en reiterar que no estuvo presente en el lugar del crimen, sin presentar pruebas sobre su localización durante el día de los hechos.
«Fallo que el acusado es culpable del asesinato a sangre fría de Koro Ceesay», ha manifestado el juez, que ha agregado que el exministro y miembro de la junta militar instaurada por Jamé tras el golpe de Estado de 1994 debe ser ahorcado, si bien aún puede apelar en un plazo de 30 días, según ha informado el diario gambiano The Chronicle .
Koro Cessay fue asesinado poco después de ser nombrado como ministro de Finanzas en sustitución de Bala Garba Jahumpa –quien recuperó el cargo tras el suceso–. El cuerpo del ministro fue hallado en un vehículo incendiado a unos 30 kilómetros de la capital del país, Banjul.
El juicio es uno de los procesos abiertos contra aliados de Jamé desde que éste marchara al exilio en Guinea Ecuatorial en 2017 tras su derrota frente a Adama Barrow en las elecciones de diciembre de 2016. Jamé se negó a entregar el poder, si bien finalmente lo hizo ante la presión de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), que amenazó incluso con una intervención militar.