Condenado a casi cinco años de prisión un empresario estadounidense por violar las sanciones contra Venezuela
La Justicia de Estados Unidos ha condenado a casi cinco años de prisión a Víctor Mones Coro, dueño de una empresa de vuelos chárter que habría violado las sanciones impuestas contra Venezuela por transportar al ministro de Petróleo, Tareck el Aissami, y al empresario Samarck López Bello, sobre el que pesaba una orden de detención.
Según un comunicado de la Fiscalía del distrito sur de Nueva York, los traslados incluyen viajes de «importancia estratégica», como desplazamientos a Rusia y Turquía.
Así, estos vuelos habrían sido «escondidos» de las autoridades estadounidenses mediante un esquema que incluía el uso de actas de vuelo falsas y transferencias a empresas que actuaban de fachada.
«Víctor Mones Coro dirigió durante años un esquema para entregar servicios de aviación valorados en millones de dólares a líderes venezolanos, contraviniendo directamente el esquema de sanciones y la política exterior de nuestro país», ha señalado la fiscal para el distrito sur de Nueva York, Audrey Strauss.
Mones Coro, de 52 años de edad, utilizó la empresa American Charter Services (ACS) para transportar a altos funcionarios del Gobierno de Nicolás Maduro, muchos de ellos sancionados por Washington.
«La sentencia de hoy es un recordatorio de que, junto con las fuerzas del orden, vamos a procesar agresivamente a quienes violen las sanciones», ha afirmado Strauss.
El Departamento de Justicia ha indicado, además, que Mones Coro participó en la campaña electoral de Maduro para las elecciones de 2018 y que entre febrero y mayo de ese mismo año habría coordinado una veintena de vuelos dentro de Venezuela.
En el caso de López, el Gobierno estadounidense lo vincula con el crimen organizado y el propio el Aissami. En este sentido, lo ha acusado en varias ocasiones de conspirar para sortear las sanciones impuestas contra Venezuela en relación con el narcotráfico y, en este sentido, ha recordado que tanto él como El Aissami –por cuya captura se ofrecen 10 millones de dólares– están imputados, precisamente, en un tribunal de Nueva York. El empresario habría hecho de testaferro para El Aissami.