Concluye la remodelación de las dependencias capitulares de la Catedral de Santander
La remodelación de las dependencias capitulares de la Catedral de Santander para su habilitación como museo, Archivo Catedralicio y sala de consultas se ha presentado hoy en un acto oficial que ha contado con representantes de los principales estamentos regionales, que han conocido esta actuación, cuyo germen se remonta a cinco años atrás y que se incluye en el Plan Director de la Catedral.
Las obras, que está previsto se inauguren durante la próxima Semana Santa, han permitido datar el núcleo de Santander como 200 años más antiguo de lo que inicialmente se creía, poner en valor la sala capitular y unificar el Archivo Histórico Catedralicio y Diocesano, que hasta ahora estaba dividido entre la Catedral y el Seminario de Monte Corbán.
El resultado final de la intervención en la Casa Capitular es un espacio de varias plantas anexo al complejo urbanístico de la Catedral, al que se accede tanto desde la calle Juan Plaza García como desde el propio claustro del templo, y que está preparado para acoger todo tipo de actividades culturales, así como los archivos diocesanos y catedralicios. Entre otras estancias, cuenta con un salón de actos con capacidad para 200 personas y una sala de investigación dotada de herramientas tecnológicas.
La actuación ha tenido un coste de 2.547.960 euros, de los que el Ministerio de Fomento, a través del 1,5% cultural, ha aportado 1,5 millones y el resto, a partes iguales, el Obispado y el Ayuntamiento de Santander.
Enmarcadas en la quinta fase del Plan Director de la Catedral, elaborado por Joaquín González Echegaray y José Luis Casado Soto, las obras han significado no solo la mejora de la estructura (exterior e interior), la cubierta y la accesibilidad del recinto catedralicio, sino que han descubierto patrimonio de suma relevancia, como los muros de piedra del castillo de San Felipe o Castillo del Rey, la capilla de San Pedro –uno de los vestigios más antiguos de la ciudad, cuya construcción comenzó a finales del siglo X– y el refugio antiaéreo de la Guerra Civil Frontón del Cristo .
En la visita a las nuevas instalaciones han participado el obispo de Santander, Manuel Sánchez Monge; el dean de la Catedral, José Vicente Pérez; el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla; la alcaldesa de Santander, Gema Igual; la directora general de Patrimonio Cultural y Memoria Histórica de Cantabria, Zoraida Hijosa; el arquitecto responsable del proyecto, David Arce Morán; así como autoridades civiles y militares.
En el transcurso del recorrido por las nuevas instalaciones se ha descubierto una placa conmemorativa y el lienzo dedicado por el pintor Indalecio Sobrino a Sánchez Monge.
VALORACIONES
El prelado ha destacado que esta obra reunifica los archivos de Santander en unas dependencias «óptimas y cómodas» para los investigadores, y soluciona el problema de la accesibilidad, que preocupaba al Obispado, con un ascensor que alcanza el claustro «sin tener que subir ni una escalera».
El dean de la Catedral, José Vicente Pérez, ha agradecido a las instituciones que hayan hecho posible esta obra, que ha tenido que superar «obstáculos y dificultades», por lo que hoy es «una fecha histórica» ya que se ha podido crear «un lugar de encuentro con la cultura y con la fe».
La alcaldesa ha coincidido en que hoy es un día «importante» para Santander porque se inauguran unas instalaciones que permiten continuar poniendo en valor la Catedral y avanzar en la recuperación del patrimonio histórico y arquitectónico para potenciarlo y hacerlo accesible al público. Además, el proyecto ha contribuido a la mejora del entorno urbano de un enclave «tan relevante» como la Catedral, ha dicho.
Ha recordado que el proyecto comenzó en abril de 2019 y tuvo que modificarse para adaptarse a los hallazgos, integrando criterios arqueológicos de la mano de un equipo de profesionales encabezado por Lino Mantecón y Javier Marcos, que han logrado identificar evidencias arquitectónicas de una fortificación de la Alta Edad Media.
«Estos hallazgos han abierto la puerta a una nueva concepción sobre el origen de Santander, en torno a 150 años antes de la concesión del fuero a la villa (1.187). La existencia de esta fortificación y una abadía, en torno al año 1.000, indican que el Santander altomedieval tenía más entidad que lo que las fuentes escritas nos trasmiten», ha subrayado Igual.
Para la regidora, esta actuación abre una puerta desconocida a la Catedral y supone una oportunidad para enriquecer la oferta cultural y turística de Santander, ya que permitirá la apertura de un nuevo espacio museístico en el Anillo Cultural, que completará las visitas a la Catedral y a la torre del Centro de Interpretación de la Historia de la Ciudad.
En un sentido parecido, el presidente del Gobierno ha puesto en valor la importancia de esta «gran obra» que, además de sus usos religiosos, dota a la ciudad de un nuevo equipamiento cultural y se integra en el anillo del que formará parte el futuro MUPAC, junto al Centro Botín, el Museo del Banco Santander o la sede asociada del Reina Sofía en el edificio del Banco de España.
«Hay que felicitarse de que se recuperen para el uso público cosas deterioradas que pasan a ser prácticamente eternas otra vez y los ciudadanos de Santander y Cantabria tienen un activo más de los muchos que va a haber en todo este entorno en los próximos años», ha concluido.
ACTUACIÓN
Las dependencias capitulares están ubicadas en la esquina sureste, entre el claustro y la Catedral, en un edificio neoclásico, construido tras el incendio de 1941, con forma de U y parcialmente adosado al único muro que se conserva del antiguo Castillo de San Felipe, y que se ha puesto en valor con esta intervención.
Se ha vaciado el edificio y aprovechado la envolvente de fachadas y cubiertas para transformar lo que antes eran tres plantas en cuatro.
Para resolver el problema de accesibilidad, se ha llegado hasta la planta baja, aproximadamente siete metros por encima del nivel de calle, mediante un elevador exterior que permite el acceso directo a la planta baja del edificio, donde se alojará el Museo de la Catedral. Además, se ha instalado un elevador con dos paradas, calle y museo, e interiormente se resuelve la accesibilidad con un ascensor interior.
El museo tiene como fondo dominante en todo su espacio, de unos 300 metros cuadrados, el muro del Castillo de San Felipe, totalmente restaurado.
Se ha ganado, por tanto, para el espacio museístico, el actual patio de luces con la instalación de una cubierta acristalada que ha permitido resaltar de forma natural el fondo de piedra.
Las dos plantas superiores se abrirán al público como sala de consulta e investigación y acogerán el Archivo Diocesano, de gran valor histórico y documental con más de 13.500 registros.
Desde la segunda planta se ubica una pasarela que atraviesa el patio y penetra en el muro del castillo, pudiendo acceder desde él hasta la escalera que lo recorre por su interior para llegar a la Torre y a un mirador instalado sobre las cubiertas del conjunto, desde donde divisar el del Claustro, la Catedral, Correos, el Banco de España, el paseo de Pereda, etcétera.