Compromís insiste en la necesidad de cerrar la central nuclear de Cofrentes (Valencia) en marzo y no esperar a 2030
VALÈNCIA, 26
El portavoz de Compromís en el Senado, Carles Mulet, ha registrado una batería de preguntas al Gobierno en las cuales se exige asumir el día 20 de marzo de este año 2021 como el del final de la actividad de la central nuclear de Cofrentes, tal y como estaba previsto en los permisos originarios, y no en 2030 tal y como pretenden el actual Gobierno.
Según ha indicado el senador en un comunicado Mulet registró en 2020, a un año vista de la caducidad de estos permisos, una serie de interpelaciones al Gobierno para exigir «no caer en esta tentación después de las maniobras de la empresa explotadora del suministro, Iberdrola, para alargar la licencia hasta 2030, pero demostraron la voluntad del ejecutivo de plegarse a los intereses empresariales, y renovar injustificablemente esta licencia durante nueve años más».
«Era una burla a la propia voluntad de las Corts Valencianes que exigieron vía PNL el cierre definitivo de estas instalaciones, y a la propia lógica y compromisos electorales de los partidos en el Gobierno de apostar por una transición energética hacia la sostenibilidad. Renovar porqué sí la actividad de esta vieja central es insostenible se mire por donde se mire», ha agregado.
Desde Compromís han indicado que Cofrentes «tiene las piscinas del combustible usado llenas de residuos nucleares». «Esto significa que los residuos que se generan cada día, tienen que salir de esas piscinas al Almacén Temporal Individualizado (ATI) que está situado a la intemperie, junto a la central, a poco más de un kilómetro del pueblo y a unos 200 metros del río Júcar, que riega y da de beber al área metropolitana de València e, incluso, a una gran parte de la provincia». «Todo con los riesgos medioambientales y para la salud de las personas que esto implica», ha agregado.
En 2020 el Gobierno «dejó claro que veía positivo aplazar el cierre de la central nuclear de Cofrentes para noviembre del año 2030 con la excusa de que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), es el encargado de vigilar que el funcionamiento de dichas instalaciones no represente riesgo alguno ni para los trabajadores ni para las personas o el medio ambiente».
«El Gobierno justifica que los propietarios de las centrales y la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos firmaron, en marzo de 2019, un Protocolo que contiene el calendario de cierre ordenado de las instalaciones, con base al horizonte temporal contemplado en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima y en base, también, a las solicitudes de renovación de las autorizaciones para la continuidad de su explotación, cuya aprobación corresponde al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico».
Según Mulet, «que se pueda aplazar este cierre, no significa en ningún caso que se deba». «No estamos ante una decisión técnica, sino política, ampararse en el CSN es pura cobardía, más cuando los partidos políticos que conforman el Gobierno, sus sucursales valencianas aquí dicen justamente lo contrario», han indicado.
Para el senador, «es preocupante ver como algunos partidos hacían bandera del cierre de todas las nucleares en 2024 y han ido difuminando esa exigencia». «Por ello no vamos a dar ningún brazo a torcer y vamos a continuar exigiendo programar el cierre de Cofrentes en 2021, no nos podemos permitir ese riegos diga lo que diga el CSN que puede explicar que de momento no hay riesgo con el funcionamiento ordinario, como tampoco existía en Fukushima antes del accidente», ha agregado.