Competencia mantiene el límite de precios en el aeropuerto de Heathrow, pese a las críticas de las aerolíneas
El aeropuerto londinense de Heathrow y las aerolíneas han sufrido un revés después de que el regulador de la competencia del Reino Unido haya mantenido en gran medida las tasas aeroportuarias fijadas por la Autoridad de Aviación Civil (CAA).
La Autoridad de los Mercados y la Competencia (CMA) ha decidido provisionalmente que la CAA no se equivocó en la mayoría de sus decisiones sobre las tasas que deben cobrarse en el mayor aeropuerto del Reino Unido.
Sin embargo, la CMA permitirá a Heathrow, las aerolíneas y a la CAA recurrir esta decisión y la respuesta final está prevista para el 17 de octubre.
El mayor aeropuerto del Reino Unido ha presionado para que se aumenten las tasas, alegando que son necesarias para las inversiones de los próximos años, mientras que las compañías aéreas quieren que se reduzcan los precios, alegando que «son de los más altos del sector y que subestiman la recuperación de la demanda tras la crisis de Covid-19».
La CAA confirmó en marzo que el precio medio máximo por pasajero que las aerolíneas pagarán a Heathrow bajará de 30,19 libras este año a 25,28 libras en 2026.
El regulador señaló que el perfil de precios se basaba en un repunte previsto en el número de pasajeros de Heathrow a medida que continúa la recuperación de la crisis del Covid-19, así como en el mayor límite de tarifario establecido en 2021 para reflejar los retos de la pandemia.
En cuanto a las reacciones, el aeropuerto de Heathrow está «estudiando detenidamente» las conclusiones de la CMA, según ha confirmado un portavoz del aeropuerto a Bloomberg.
Por su parte, el consejero delegado de IAG, Luis Gallego, ha señalado que se sentiría «decepcionado» si el fallo del viernes fuera el resultado final de la apelación de la CMA. «Las tarifas de Heathrow están entre las más altas del mundo y no son competitivas», ha añadido.
Por último, para Virgin Atlantic, «Heathrow ha dado prioridad a los accionistas sobre los clientes y se ha basado en «previsiones pesimistas sobre los pasajeros para apoyar su agenda».