Comisario pide atajar «con más ímpetu» la trata, que «padecemos delante de nuestras narices»
El comisario jefe de la Unidad Central de Trata de Seres Humanos (BCTSH), José Ángel González Morán, ha lamentado que la trata vaya «in crescendo» y ha pedido «más énfasis» y atajar «con más ímpetu» esta tipo de «esclavitud moderna» que asegura está presente en todo el mundo, incluido en España. «Por desgracia la padecemos aquí enfrente delante de nuestras narices», ha aseverado.
Así lo ha expresado González Morán durante su intervención en el curso Gestión de fronteras y derechos humanos; protección de los grupos vulnerables que tiene lugar esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).
González Morán se ha referido durante su ponencia a cifras de organismos internacionales como la ONU para señalar que la trata afecta a 12 millones de víctimas generando 32.000 millones de dólares al año en todo el mundo y, en concreto en España supone unos cinco millones de euros al día lo que, según el comisario, supone «tremendos padecimientos y cosificación» en las víctimas.
En concreto, ha matizado que en la Unión Europea el 62% de las víctimas son destinadas a la explotación sexual siendo el 80% de ellas mujeres y el 12% de las mismas, niñas.
En cuanto al perfil de las personas que pueden ser susceptibles de ser víctimas de trata, el comisario ha resaltado que la característica más común es la «vulnerabilidad» ya que, según ha apuntado, «cualquiera puede ser captado».
No obstante, ha explicado que el perfil mayoritario es el de jóvenes de entre 18 y 35 años que, en un porcentaje «tremendamente elevado», son mujeres con problemas económicos y familiares y de bajo y medio nivel cultural aunque ha apuntado que esto último «es relativo».
El comisario ha enfatizado que la trata atenta especialmente contra los derechos humanos» debido a que intercede con una serie de derechos jurídicos como la libertad sexual, la integridad física, la vida, etc.
En este sentido, González ha valorado positivamente que cada delito «concurse» con la trata de manera que se acumulan varios delitos en cada caso y las condenas por los mismos «crecen bastante».
En concreto, el comisario ha explicado que si se desarticula una organización criminal, habrá tantos delitos como víctimas se liberen pero además, cada una de ellas, «puede ser sujeto de más delitos».
En muchos casos, según el comisario, la víctima «no es consciente de que está siendo tratada» y se ha referido al caso concreto de los menores de edad ya que en estos supuestos «está viciado el consentimiento» por lo que la policía no necesita ni coacción ni agresión para imputar el delito.
En cuanto a la lucha contra la trata, González ha apuntado a la «perspectiva multidisciplinar» desde la que se aborda en el seno de la policía y se ha referido al Plan Integral de Lucha contra la Trata de Seres Humanos que se comenzó a desarrollar por la policía en 2013 pero que contó con una segunda fase y una prórroga y en la actualidad «sigue en vigor», tal y como ha explicado.
González ha destacado que el plan se articula mediante medidas preventivas, así como campañas de concienciación tanto asistenciales como estructurales y un teléfono de ayuda y denuncia contra la trata.
En esta línea, González ha valorado el «éxito» del plan en materia de concienciación, identificación y liberación de víctimas. Para ello, el comisario ha señalado que se intenta «atacar a las organizaciones criminales» desde «cualquier perspectiva». En este contexto, el comisario ha explicado que «si no se puede demostrar la trata» se atienden a otros delitos como la prostitución, el tráfico de drogas o el blanqueo de capitales.
González ha apuntado además a las víctimas como la «piedra angular de la lucha contra la trata». «Queremos desmantelar las organizaciones criminales pero nos causa tanto o más satisfacción conseguir liberar a una víctima que lograr una condena de los tratantes», ha subrayado.
Asimismo, se ha referido a la diversificación de los tipos de tratas como por ejemplo, la presencia de menores carteristas en las grandes ciudades que son «captados y forzados a cometer delitos» por su situación en riesgo de exclusión social, así como la extracción de órganos que aunque ha matizado que en España «es tremendamente residual», es un asunto que no debe «perderse de vista».
Por otro lado, el comisario ha señalado que este tipo de organizaciones criminales actualmente utilizan con mayor frecuencia las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), lo que, según ha explicado «dificulta» la labor de la policía a la hora de «interceptar comunicaciones».
Por ello, tal y como ha señalado, la policía debe «avanzar» y especializarse» en este tipo de tecnologías para «buscar técnicas nuevas» que permitan la identificación y desmantelamiento de estas organizaciones. En esta línea, ha resaltado las redes sociales y otras alternativas por posibilitar «un acceso más global» a la comunicación.
Asimismo, González ha resaltado la colaboración y trabajo bilateral que tiene la policía con otras disciplinas y agentes sociales como la fiscalía, las ONG y los organismos de cooperación internacional. «Cualquiera que esté luchando contra este fenómeno es un aliado nuestro», ha apostillado.
Gracias a esta colaboración, según ha concluido el comisario, se están consiguiendo «éxitos muy importantes» en la lucha contra la trata de seres humanos.