CNMV dice que España necesita que las empresas salgan a Bolsa para «coger el tren de la transformación»

BME cree que el proyecto de Ley del Mercado de Valores introduce «elementos de flexibilización y de mejora regulatoria del mercado»

BILBAO, 28

El presidente de la CNMV, Rodrigo Buenaventura, ha afirmado que España necesita que las empresas salgan a Bolsa porque «va en ello coger el tren de la transformación de la estructura productiva».

Buenaventura ha realizado esta reflexión en Bilbao, donde ha participado en la clausura de la jornada Foro sobre las ventajas de cotizar en Bolsa , en la que también ha intervenido el consejero delegado de BME, Javier Hernani.

En su intervención, ha subrayado «la importancia del mercado de valores como herramienta para la recuperación y transformación ambiental y digital de la economía española», y ha indicado que, para ambos procesos, se necesitará inversión, «en cantidades ingentes, durante toda esta década». «Y esa inversión requiere, sin duda, más recursos propios, más capital», ha agregado.

El responsable del organismo regulador ha manifestado que para que las empresas capten más recursos propios con los que financiar esas inversiones, hay «muy pocas opciones» como son reinvertir beneficios, incorporar socios privados nuevos (capital riesgo) o incorporar socios en un mercado público, es decir salir a cotizar.

En este sentido, ha asegurado que las empresas «necesitan salir a Bolsa y el país necesita que lo hagan». «Nos va en ello coger el tren de la transformación de nuestra estructura productiva. Nos jugamos mucho como sociedad en esto», ha manifestado. VENTAJAS

Rodrigo Buenaventura ha subrayado algunas de las ventajas de salir a Bolsa, entre ellas, el reforzamiento de la estructura de capital. El máximo responsable de la Comisión Nacional del Mercado de Valores ha explicado que la empresa española, de igual forma que la europea, ha «sobreexplotado» el recurso de la deuda bancaria, como fórmula para financiar su actividad, con un 30-35% del balance en pasivo bancario en Europa frente a un 10-12% en las empresas americanas.

En su opinión, ese desequilibrio se hace «más palpable» en momentos como los actuales, porque convergen el incremento del coste financiero de la deuda asociado a los tipos de interés al alza y el aumento de la percepción de riesgo por parte de las entidades financieras y, con ello, «el endurecimiento de la inversión crediticia».

Otra de las ventajas tiene que ver con las posibilidades a largo plazo que ofrece el mercado bursátil para el crecimiento empresarial. Buenaventura ha manifestado que salir a Bolsa no está sólo asociado a la captación inicial de recursos, sino que supone «una apuesta de largo plazo que ofrece estabilidad y permanencia en el acceso a la captación de recursos propios».

«Esa vinculación de muy largo plazo no la ofrece en absoluto el capital riesgo. Y no hay que olvidar que cotizar no es sólo la salida inicial. Permite hacer emisiones adicionales, mediante ampliación, cuando surgen nuevas necesidades de capital. A veces, algún empresario me lanza la idea de lo caro que es cotizar, pero cuando vemos momentos de crisis o momentos donde deben abordar inversiones extraordinarias, cotizar permite ampliar capital en unos pocos días o semanas, sin tener que negociar nada con el banco. Y en esas circunstancias, yo digo que cotizar sale baratísimo», ha dicho.

Buenaventura ha reconocido que cotizar tiene unos costes, pero cuando vienen «mal dadas» o cuando hay que financiar proyectos singulares o ampliar capital al ser una empresa que ya cotiza «puede significar la diferencia entre la supervivencia y la crisis o entre dejar pasar una oportunidad de inversión histórica y transformadora y dejarla pasar por no poder captar nueva financiación». Según ha precisado, las empresas españolas cotizadas han captado 15.000 millones de euros en 2021 en ampliaciones de capital, que «inviables con cualquier otro método».

Como tercera ventaja, ha señalado que hay «aspectos cualitativos, a veces intangibles», como el «empaque» que representa cotizar al presentarse ante proyectos industriales o comerciales. A su juicio, cotizar es «una tarjeta de presentación de primer orden» cuando no te conocen en un país o en un sector y, además, permite «atraer y retener talento», vincular el desarrollo del proyecto a la remuneración vía acciones u organizar la sucesión en empresas familiares de cierto tamaño.

Rodrigo Buenaventura cree que el legislador europeo ha entendido bien la necesidad de potenciar el mercado de valores en el seno de la Unión y para ello ha puesto sobre la mesa diferentes iniciativas. En concreto, ha citado la iniciativa Capital Markets Union con intención de reducir la carga regulatoria para la entrada y mantenimiento de sociedades cotizadas en los mercados y particularmente las asociadas a la elaboración de folleto de salida a bolsa y de ampliaciones de capital.

También ha mencionado la reciente iniciativa DEBRA, de carácter fiscal, que pretende adoptar medidas legislativas que supongan incentivos directos al capital propio y, con ello, «reducir el actual sesgo a favor del tratamiento fiscal de los intereses de la deuda».

Por último, ha destacado que Euskadi tiene una «larga tradición» de territorio de emprendedores, pequeñas y grandes empresas y grandes empresarios, en todos los sectores y actividades. Según ha subrayado, agrupa entre un 6% y un 7% del total de empresas españolas y las empresas cotizadas cuya sede social está en el País Vasco suponen más del 10% del número de empresas cotizadas y una capitalización superior a los 115.000 millones de euros.

«Creo firmemente que, si reforzamos estos números, la sociedad vasca contará con una palanca de primer orden para abordar las transformaciones que requiere el futuro que enfrentamos. Desde la CNMV, procuraremos ser una parte activa del ecosistema que nos debe llevar a ese futuro», ha concluido.

BME

Por su parte, el consejero delegado de BME, Javier Hernani, que ha destacado que la Bolsa de Bilbao es «muy de renta variable, de empresario», ha afirmado que se está en un momento de cambio de ciclo», donde «el rol de los mercados es ahora, otra vez, más importante que nunca».

Hernani ha indicado que, en esta crisis, las presiones inflacionarias van a llevar a un ciclo de tipos de interés que «ya ha empezado a cambiar» y que, seguramente, lo que hará es incrementar los costes de financiación de todas las empresas y de las personas particulares».

A su juicio, ello pone más de manifiesto la necesidad de tener un «mercado de valores que de una alternativa de financiación en capital y que permita a las compañías ser capaces de financiarse en un ciclo en el que seguramente su coste de financiación se va a incrementar de manera relevante».

Desde el punto de vista normativo, ha asegurado que el proyecto de Ley del Mercado de Valores, aprobado este martes por el Gobierno central, introduce «elementos de flexibilización y de mejora regulatoria del mercado», lo que, en su opinión, va a ser «francamente importante». «Nos ayudará en el futuro a intentar ser un mercado más competitivo, que es muy importante, porque competimos con el resto del mercados por las compañías, por los flujos de canalización de fondos y, general, por toda nuestra actividad», ha dicho.

Jaime Hernani ha indicado que «falta la fiscalidad». «Nos falta seguramente en este país, desde el punto de vista de la fiscalidad, algunos nociones y entendimientos sobre lo importante que es para las compañías cotizar y cómo deberíamos incentivarlo también desde ese punto de vista. Algún día veremos que la renta fija y la variable se equiparan desde el punto de vista de cómo se tiene en cuenta fiscalmente el tipo de interés que se paga y el dividendo que se paga», ha finalizado.

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