CNMV avisa de que la Autoridad de Defensa del Cliente Financiero supondría un «doble cargo» por reclamaciones

El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Rodrigo Buenaventura, ha pedido una revisión de las tasas que financian al supervisor, entre otras razones, por la previsible creación de la Autoridad de Defensa del Cliente Financiero este 2024 y que cobrará una tasa específica por reclamaciones que se añadirá a las que ya cobra la CNMV y que, por ello, supondría «un doble cargo» que «casi siempre» se traslada al cliente en forma de mayores gastos y comisiones, «cosa que habría que evitar».

Buenaventura ha realizado hoy estos comentarios en su comparecencia ante la Comisión de Economía, Comercio y Transformación Digital del Congreso de los Diputados, donde ha acudido para dar cuenta del informe anual de la CNMV de 2022, después de que en 2023 no pudiese presentarlo por el adelanto de las elecciones generales a julio de 2023.

El presidente de la CNMV ha recordado que el supervisor se financia «al cien por cien» con las tasas que paga el sector. «Nunca hemos costado un céntimo al contribuyente y los últimos años venimos generando un excedente de unos 16 millones de euros» que se ingresan, normalmente, el Tesoro Público, «cuando deberían destinarse a dotar reservas para mejorar la supervisión o, mejor aún, deberían reducirse las tasas que se cobran a las entidades supervisadas», ha proseguido.

También ha señalado dos cuestiones por las que es «preciso» reformar la ley de tasas, como son la adaptación de algunos hechos imponibles a ciertas reformas, como la regulación de los criptoactivos, que implican que algunas tasas no cubran algunos servicios.

La segunda cuestión que ha señalado es la de reducir la carga tributaria sobre el sector regulado, reduciendo las tasas y el excedente de la CNMV, incrementando la competitividad del sector español.

Buenaventura también ha criticado el modelo por el que se ha optado en España con la creación de la Autoridad de Defensa del Cliente Financierio al mostrar su preferencia por el modelo de tipo twin peaks , con un supervisor de solvencia y otro supervisor de normas de conducta y protección de la clientela. «Es un modelo superior de organización de la supervisión si queremos realmente poner en el centro la protección del cliente», ha afirmado.

«Para la CNMV la protección del cliente es la prioridad más importante. A diferencia de otros supervisores financieros españoles, la Ley de Mercado de Valores impone muy claramente el marchamo de supervisor de conducta, transparencia y protección del inversor», ha proseguido.

PLANTILLA DE LA CNMV

Buenaventura ha repetido el «lamento» que ya ha manifestado en anteriores ocasiones en torno al tiempo que se tarda en cubrir vacantes en la CNMV. Al respecto, ha señalado que el supervisor está sometido a un «férreo micro-control» del Ministerio de Hacienda y Función Pública sobre el número y la remuneración de cada uno de los colectivos y niveles laborales que en ella trabajan.

«La mera renovación de vacantes está en teoría exenta de la sujeción a la oferta de empleo público según la Ley del Mercado de Valores, pero se ha venido imponiendo en cada una de las leyes de presupuestos generales del Estado. Y ello atenaza la gestión de personal hasta extremos kafkianos», ha defendido.

Como ejemplo, ha explicado que en febrero de 2023 se solicitaron 76 plazas nuevas, más la sustitución de vacantes que tenían, de tal forma que la idea era realizar una única convocatoria de técnicos para cubrir ambos contingentes.

«Nos aprobaron las plazas en julio, luego hubo que solicitar especificación de los grupos salariales para esas plazas, cosa que nos autorizaron en diciembre. Y luego tenemos que pedir una tercera autorización para cada convocatoria pública (con los temarios, los tribunales y los requisitos formales definitivos). Luego lanzaremos las convocatorias, admitiremos los candidatos, realizaremos los exámenes, resolveremos las posibles impugnaciones, incorporaremos al personal y con suerte lo tendremos operativo en febrero de 2025», ha sostenido.

Así, se ha lamentado de los «dos años» que van a tardar para incorporar unos técnicos que ya pagan íntegramente las tasas del sector supervisado y que deberían ya cubrir competencias que tiene la CNMV en 2024.

«Conozco muchos otros supervisores europeos e internacionales, de banca y de valores y les aseguro que no conozco a ninguno que no se asombre de la situación española en esta materia», ha concluido al respecto.