Clavijo valora la ayuda económica para menores migrantes y aboga por la reforma legislativa: «Sería incomprensible»
El presidente canario augura que el otoño puede ser un «sinvivir» por la mejora del mar y el aumento de las llegadas de pateras y cayucos
SANTA CRUZ DE LA PALMA, 23
El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, ha valorado este viernes el anuncio del Gobierno central de habilitar partidas por importe de 50 millones –en línea con las aprobadas en 2022 y 2023 vía enmienda– para compensar a Canarias por la atención a menores migrantes.
En declaraciones a los periodistas a la salida de la reunión mantenida en La Palma con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha mostrado también su deseo de que salga adelante la reforma legislativa para la derivación a otras comunidades tras el «chasco» de la última votación en el Congreso.
En su opinión, «sería incomprensible» que no se aprobara el texto cuando lo que separa a todas las partes «es muy poquito».
Clavijo ha valorado que el presidente es «consciente» de la situación migratoria que padece en Canarias pero no ha ocultado que hacen falta más de 50 millones para cubrir los costes de atención a los menores dado que ahora hay «mucho más» –unos 5.300 con un coste que este año suma ya los 150 millones–. «Basta con hacer una regla de tres», ha zanjado.
Ha insistido en que hace falta un «acuerdo de país» para coordinar la defensa de los derechos de los menores pues no se trata solo de recursos económicos pues solo en agosto, por ejemplo, Canarias ya ha recibido otros 60 menores más, y la mejoría del mar en otoño puede volver a desbordar la red de acogida.
Por ello, ha comentado que la modificación legislativa «es urgente», de tal manera que debe incluirse en el orden del día de la Conferencia de Presidentes, que se defina bien la financiación y que se habilite la norma jurídica para que las comunidades puedan crear recursos y solventen la ley de contratos públicos.
Clavijo ha reconocido que cuando fracasó la admisión a trámite de la proposición de ley se sintieron «solos y abandonados» pero reconoce que es un político de los de «no tirar la toalla ni dar un balón por perdido».
En ese sentido ha apuntado que la reivindicación de Canarias «es de justicia» porque no puede soportar esta presión «en solitario» y ha dejado claro que le «cuesta creer» que no se puedan resolver las diferencias «con cuatro o cinco sentadas».
Ha tildado de «cordial» la reunión con Sánchez pero ha subrayado que estará «satisfecho» cuando los acuerdos «se cumplan» al tiempo que ha minusvalorado la ausencia de dirigentes del PP en la reunión dado que era un encuentro entre presidentes con el apoyo del ministro Ángel Víctor Torres, encargado de la coordinación migratoria.
Ha insistido también en que «no es un problema político ni territorial, es humanitario», no ha querido especular con que pudiera haber ya una solución si el PP no cogobernara en las islas y ha descartado enfrentarse al resto de comunidades autónomas por su supuesta insolidaridad para acoger menores migrantes.
DEFINIR LAS «REGLAS DEL JUEGO»
«No nos ayuda y nos perjudica, todos han mostrado colaboración pero hay que definir las reglas de juego», ha destacado, subrayando también que no quiere entrar en «polémicas» con Galicia o Castilla y León pues tras la última Conferencia Sectorial de Infancia y Juventud «el procedimiento va más rápido» y todas las comunidades están «colaborando».
El presidente canario ha augurado que «otoño puede ser un sinvivir» por la mejora del estado de la mar y por ello confía en un «amplio acuerdo» en pocas semanas gracias a la «instrucción clara» del presidente de impulsar la reforma legislativa.
«Si no, no vamos a tener respuesta, esto no es una tema de las comunidades autónomas, es de todos», ha comentado.
Sobre la gira que va a emprender el presidente por Senegal, Gambia y Mauritania la próxima semana ha dicho que es positivo desplegar su labor diplomática pues solo en Mauritania, por ejemplo, hay más de 150.000 refugiados esperando «para dar el salto».
Asimismo, ha mostrado su deseo de que la UE tuviera un papel «más determinante» aunque parece que las mayorías políticas «lo van a dificultar» cuando Canarias tiene la ruta migratoria más letal del mundo, con 137 fallecidos en lo que va de año.