Ciudadanos se inclina por no rechazar la reforma laboral: El Parlamento tiene la obligación moral de respetar el acuerdo

Edmundo Bal cree que el PP va «como pollo sin cabeza» en este tema y ve «ridículo» que Casado diga que la reforma es inconstitucional

Ciudadanos considera «motivo de celebración» que las organizaciones empresariales y los sindicatos hayan pactado la reforma laboral, y, aunque cree que se queda «corta» y que el Parlamento tiene legitimidad para modificarla, abre la puerta a no oponerse a su convalidación en el Congreso.

«Es una alegría que se haya llegado a un acuerdo, siempre hemos reclamado que cualquier reforma laboral se llevara al efecto con acuerdo de los agentes sociales. En ese sentido, creo que el Parlamento tiene la obligación moral de respetar ese acuerdo, pero tiene que incorporar sus propias decisiones», ha afirmado el portavoz adjunto de Ciudadanos en el Congreso, Edmundo Bal.

En declaraciones a Europa Press y a la espera de analizar por completo el decreto ley, Bal admite que la reforma parte del programa que Ciudadanos pactó con el PSOE en la investidura fallida de 2016 y que el acuerdo de los agentes sociales incluye medidas que siempre ha defendido el partido naranja, como desincentivar la temporalidad, pero también echa en falta otras como la mochila austriaca y critica medidas contra la flexibilidad del marco normativo como la ultraactividad de los convenios y la primacía de los convenios de sector, aunque sea sólo a efectos salariales.

UNA REFORMA «INSUFICIENTE», QUE SE QUEDA «MUY CORTA»

Su conclusión es que la reforma resulta insuficiente, que se queda «muy corta»: «El quid de la reforma es la oportunidad perdida. Con objeto de tratar de contentar a todos, no se contenta a nadie. No contentan a sus socios, que ya han dicho que no la apoyan, pero tampoco se acomete una reforma valiente, revolucionaria, que consiguiera que no tuviéramos la necesidad de volver a reformar el marco laboral en diez años, y encima gratis, financiada por la UE».

Por todo ello, defiende la legitimidad del Congreso y del Senado para analizar esa reforma laboral e introducir modificaciones así se decide: «El Parlamento es el que representa al pueblo y, como es evidente, tiene el poder para gestionar y desarrollar los proyectos de ley», ha dicho.

En ese sentido, rechaza la pretensión del presidente Pedro Sánchez de convalidar el decreto ley sin opción a enmiendas. «Me ha impactado su desparpajo cuando dice que al Parlamento sólo le queda aprobar lo que han acordado los agentes sociales –comenta–. Que me diga eso el presidente del Gobierno me parece lamentable».

QUE EL GOBIERNO SE ACLARE CON QUIÉN QUIERE HABLAR

Lo que exige al Gobierno es que se aclare con quién quiere hablar, pues mientras que Sánchez no contempla cambios, la vicepresidenta Yolanda Díaz dice que primero quiere hablar con sus «socios preferentes», que son Bildu, ERC y PNV.

«Sus primeros interlocutores son estos partidos que ya han dicho que esta reforma no la van a apoyar, no sé si Pedro Sánchez es consciente de lo que la otra parte de su gobierno esta haciendo. Una parte dice que hay que respetar el pacto y luego la otra parte quiere hablar con quienes ya han dicho que no lo van a apoyar –ha relatado–. Se tendrán que poner de acuerdo ellos primero y ver con quién van a hablar y con quién buscarán acuerdos».

A su juicio, «el Gobierno siempre hace lo mismo»: presenta un decreto ley y, como no ha conseguido previamente los apoyos necesarios, obliga a los agentes sociales a tener que estar «con el alma en vilo» para la votación del Congreso sobre su convalidación o derogación.

Y también critica la posición del PP, primer partido de la oposición, que a su juicio va en este tema «como pollo sin cabeza» con declaraciones de Pablo Casado en las que «más o menos viene a decir» que el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, «es la muleta del sanchismo y que se ha vendido a al izquierda». «Me deja atónico que diga esto el máximo responsable del partido conservador de España», admite.

Y además de esas «declaraciones grandilocuentes», Bal reprocha a Casado que haya tachado de inconstitucional la reforma laboral por plantearse como decreto ley cuando en la carta magna se fijan claramente las excepciones para usar ese mecanismo y no figuran los temas laborales.

IMPOSIBLE APROBAR 14 ASIGNATURAS DE DERECHO EN UN AÑO

«¿Qué artículos de la Constitución quebranta? –pregunta Bal, abogado de Estado en excedencia–. Si Casado no sabe de Derecho, debería asesorarse. Esto demuestra que es imposible aprobar 14 asignaturas de Derecho en un año», ha dicho, ofreciéndose incluso a asesorar «gratis» en esta materia al líder del PP.

Según ha dicho, Ciudadanos también critica que el Gobierno haya usado el decreto ley urgente para aprobar esta reforma laboral, en vez de presentarlo como proyecto, con sus informes correspondientes, organizando comparecencias de expertos y negociando en el Parlamento.

«Yo lo critico desde el punto de vista político, y me parece una vergüenza y políticamente indignante que se vayan a reformar las relaciones laborales a través de un decreto, pero otra cosa es el Derecho, y uno se ve la Constitución y no hay ninguna excepción de decreto ley para temas laborales –sostiene–. Es una idea ridícula».

En su opinión, en este tema de la reforma laboral «el PP está haciendo unas declaraciones francamente inaceptables, ridículas», y Casado está «compitiendo con Vox a ver quién dice el disparate mayor». «Que se gasten el dinero en procuradores y abogados, pero ese recuso no llegaría a buen puerto si lo presentan», concluye.

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