Ciudadanos afronta su convención con la esperanza de marcar un punto de inflexión y dejar sus crisis atrás
Arrimadas cree que el debate sobre ideas y propuestas puede ayudar a recuperar la ilusión en el proyecto
Ciudadanos afronta su convención política del próximo fin de semana, que lleva por eslogan Liberales , con la esperanza de marcar un punto de inflexión que permita el relanzamiento del partido, a través del rearme de ideas y propuestas, y que contribuya a dejar atrás las sucesivas crisis que ha experimentado en los últimos meses.
En la formación naranja reconocen que se han pasado momentos complicados. Tras el hundimiento en las elecciones generales de noviembre de 2019, que llevó a la dimisión de Albert Rivera, los hitos políticos posteriores no han dado alegrías a Cs ni han hecho que el partido remontara; más bien lo contrario.
Tras unos malos resultados en los comicios autonómicos de Galicia en julio del año pasado –aunque en el País Vasco lograron entrar por primera vez en el Parlamento autonómico en coalición con el PP–, Ciudadanos se estampó en las elecciones de febrero en Cataluña, la tierra donde nació hace ya quince años.
Su situación empeoró en marzo, a raíz de la moción de censura fallida en la Región de Murcia contra el PP, hasta entonces su socio de gobierno, y las posteriores elecciones anticipadas convocadas en la Comunidad de Madrid dejaron a Cs fuera del Gobierno autonómico y de la Asamblea. A esto hay que añadir la salida de numerosos cargos, que han dejado el partido por discrepancias con la dirección, y crisis como la vivida en el Ayuntamiento de Granada.
IMPLICAR A LA MILITANCIA EN LA DEFINICIÓN DE LAS PROPUESTAS
A pesar de todo esto, en Cs creen que implicar a los militantes en la definición de las propuestas y enfoques que el partido defenderá en las instituciones ayudará a recuperar la ilusión en el proyecto. De hecho, en la dirección se muestran satisfechos con la participación de los afiliados aportando ideas para la convención.
Sin embargo, hay una parte de la militancia que cree que este foro de debate, que se reunirá el próximo sábado y el domingo en Madrid, no resolverá los problemas de Ciudadanos y que lo que debería hacer la presidenta, Inés Arrimadas, es convocar una nueva Asamblea General, tras la celebrada de forma extraordinaria en la primavera de 2020, unos meses después de que Albert Rivera dimitiera.
En un congreso se pueden aprobar cambios de calado en los Estatutos del partido, la estrategia y el ideario, mientras que la convención sirve únicamente para debatir los asuntos que quiera plantear el Comité Ejecutivo, aunque se base en aquellos temas en los que los militantes han mostrado un mayor interés.
En este caso, los cargos del partido y coordinadores de agrupaciones escucharán a expertos y figuras de la sociedad civil y después discutirán y decidirán las iniciativas y propuestas que va a impulsar Cs en el Congreso, los Parlamentos y los Ayuntamientos donde está representado.
AFILIADOS CRÍTICOS PIDEN UNA «REFUNDACIÓN»
Sin embargo, no se podrán tomar decisiones sobre los pactos de Ciudadanos con otras formaciones políticas o sobre la posibilidad de una futura integración o fusión con el Partido Popular, ni será posible plantear una redefinición ideológica del proyecto ni un cambio de líderes.
Una parte de la militancia, agrupada en la plataforma crítica Renovadores Cs, de la que también forman parte simpatizantes y exafiliados, lleva meses exigiendo la convocatoria de una Asamblea General. A su juicio, no habrá relanzamiento de Ciudadanos si no se acomete una «refundación» del partido que haga que «vuelva la esperanza» y se recupere la credibilidad ante los españoles y, con ella, la senda de los éxitos electorales.
Creen que Cs ha llegado a la situación actual por «un cúmulo de errores estratégicos, de comunicación, de organización y de liderazgo», y ven a Arrimadas «instalada en un inmovilismo continuista».
Estos afiliados críticos, que la semana pasada lograron que uno de sus representantes fuera elegido para cubrir una de las 23 plazas vacantes del Consejo General del partido, reclaman «un modelo de liderazgo inclusivo» y «una nueva cultura participativa». Para tratar estos y otros temas, este domingo celebran una asamblea abierta.
CIUDADANOS ES «LIBERAL» Y DISTINTO DEL PP Y DEL PSOE
Mientras, el plan de la dirección de Ciudadanos para la convención del próximo fin de semana, que se celebra días después del decimoquinto aniversario de la fundación del partido en Cataluña, es reivindicarse como el único proyecto político liberal que hay actualmente en España.
La formación naranja busca diferenciarse del PP y del PSOE y dejar clara su oposición a los postulados de los partidos «populistas», como califica a Unidas Podemos y a Vox, y de las fuerzas nacionalistas.
Aunque Arrimadas inició su etapa al frente de Cs llegando a acuerdos con el Gobierno de Pedro Sánchez en el Congreso en el contexto de la crisis del coronavirus –algo que disgustó a una parte de los cargos y militantes–, eso se acabó cuando el Ejecutivo aprobó los Presupuestos Generales del Estado de 2021 con los votos de Esquerra Republicana de Catalunya, el PDeCAT y EH Bildu, en vez de pactarlos con Cs.
En cuanto a la relación con el PP, ha sido difícil durante todo este periodo. Arrimadas ha tratado de mantener el equilibrio entre su deseo de preservar los gobiernos de coalición que comparte con este partido en comunidades autónomas y municipios y la necesidad de defenderse frente a la operación de los populares para captar a cargos de Ciudadanos, que le han hecho sufrir importantes fugas.
Para la líder de Cs, la convención del 17 y el 18 de julio puede ser «un punto de inflexión» para el partido y generar esa «nueva ilusión» que les hace falta para volver a poner en el foco en las propuestas y las reformas, que cree que es lo que les llevó a triunfar en las urnas en el pasado.
«Volver a centrarnos en el qué: qué defiende Ciudadanos, qué puede aportar, qué le diferencia de otros partidos políticos, cuáles son sus banderas», explicó.