Cimic (ACS) afronta otro agujero en sus cuentas de 750 millones al perder un arbitraje con Chevron
Utilizará parte de los fondos que recibirá por la venta de Thiess al fondo Elliot para cubrirlo
Cimic ha perdido un arbitraje en el que demandaba a la petrolera estadounidense Chevron unos 1.200 millones de euros por la construcción de una estructura para gas natural licuado, un proceso que le ha supuesto un agujero en las cuentas de 1.150 millones de dólares australianos (750 millones de euros).
La filial del grupo español ACS se había anotado en sus resultados este importe en concepto de activos , que ahora tendrá que eliminar después de que el tribunal de arbitraje le haya concedido solo 75 millones de dólares australianos (45 millones de euros), según informó la empresa australiana al mercado.
No obstante, Cimic había provisionado también 675 millones de dólares (400 millones de euros) en caso de contar con un resultado negativo del tribunal, aunque todavía le queda un 41% del agujero por tapar.
La filial del grupo que preside Florentino Pérez prevé cubrir el importe restante a través de los ingresos que obtenga por la venta anunciada esta semana del 50% de su empresa minera, Thiess, al fondo Elliot por unos 1.300 millones de euros.
Cimic defendía al presentar el proceso de controversia que le entregó las instalaciones terminadas a Chevron en agosto de 2014, aunque revelaba que durante la ejecución del proyecto se realizaron «cambios en su alcance y condiciones» que llevaron a la empresa y a su socio de consorcio a solicitar cambios en los requerimientos del contrato.
El consorcio encargado de las obras para la petrolera estaba formado por Cimic y Saipem. Cimic asegura que la resolución del tribunal no tendrá ningún impacto en el desarrollo de las operaciones ni en su posición de caja.
De hecho, la evolución de sus acciones en Bolsa no ha registrado ningún impacto negativo tras conocerse la noticia, que se mantienen en los últimos cinco días en torno a los 22 dólares australianos por acción.
El año pasado, Cimic ya contabilizó otro impacto negativo que también arrastró las cuentas de ACS, al incluir en sus resultados de 2019 otro agujero de 1.100 millones de euros como consecuencia de la venta de su negocio en Oriente Medio.
