Chivite valora «el paso dado por la izquierda abertzale» en un acto del fin de ETA que se ausentaron las víctimas
PAMPLONA, 20
La presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, ha valorado este miércoles «el paso dado por la izquierda abertzale de reconocimiento de que el dolor y sufrimiento causado a las víctimas de ETA nunca debió producirse».
Así lo ha manifestado la jefa del Ejecutivo durante un acto impulsado por el propio Gobierno cuando se cumple una década del fin de la violencia de la banda terrorista. Al acto no han asistido representantes de la Asociación Navarra de Víctimas del Terrorismo de ETA (Anvite), ni representantes de Navarra Suma, críticos con el Gobierno de Navarra.
Chivite ha leído una declaración aprobada por su Gobierno en la que se manifiesta que «la violencia terrorista practicada durante décadas, además de ser injusta e ilegitima supuso una violación de los derechos humanos y constituyó una amenaza a la democracia y a la convivencia» y ha valorado «los pasos dados durante esta década por la izquierda abertzale, también el último de esta semana».
En el acto, junto al Monumento a las Víctimas del Terrorismo en la plaza de Baluarte de Pamplona, han participado el presidente del Parlamento de Navarra, Unai Hualde, y el delegado del Gobierno en Navarra, José Luis Arasti.
También han acudido al acto representantes de los grupos parlamentarios de PSN, Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra, así como la directora general de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo del Ministerio de Interior, Monserrat Torija, y una representación del Ministerio de Defensa.
La declaración institucional aprobada por el Ejecutivo foral manifiesta que «la violencia terrorista practicada durante décadas por ETA, además de ser injusta e ilegítima, supuso una violación máxima de los derechos humanos y constituye una grave amenaza a la democracia y a la convivencia».
Además, el Gobierno expresa su compromiso de «continuar con el apoyo y la atención a las víctimas del terrorismo de ETA, trabajando con ellas y con las asociaciones y entidades que las representan en políticas públicas que hagan efectivos sus derechos a la verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición».
También rechazar «cualquier acción que violente la dignidad y la memoria de las víctimas del terrorismo y sus familias» y aboga por «fomentar una memoria plural y crítica con el pasado, asentada en el reconocimiento del daño injusto provocado a las víctimas de ETA».
Por otro lado, el Gobierno foral apuesta por «desarrollar una estrategia integral para la convivencia que, frente a la violencia terrorista, consolide el compromiso con los valores democráticos, respeto mutuo y diálogo, y el respeto a los derechos humanos».
Por último, el Ejecutivo plantea «promover que las nuevas generaciones conozcan el impacto del terrorismo, fomentando la empatía con las víctimas, en el marco de la Red de Escuelas con Memoria, por la Paz y la Convivencia o con el programa Eskutik/De la mano , que impulsa la presencia en las aulas de víctimas del terrorismo educadoras».
Para terminar el acto, ha tenido lugar una ofrenda floral ante el Monumento de las Víctimas del Terrorismo, en la que, tras María Chivite y Unai Hualde, han tomado parte el resto de cargos públicos y primeras autoridades asistentes.