China dejará de reconocer los pasaportes británicos de ultramar en Hong Kong
Reino Unido abre el domingo la vía a la nacionalización de miles de hongkoneses
El Gobierno de China ha anunciado que dejará de reconocer a partir del domingo los pasaportes emitidos en Reino Unido para territorios de ultramar (BNO), en respuesta a la vía que ha abierto Londres para que los hongkoneses puedan iniciar los trámites para solicitar la ciudadanía británica.
«A parir del 31 de enero, China ya no reconocerá los llamados pasaportes BNO como documento de viaje o de identidad y se reserva el derecho a adoptar nuevas acciones», ha dicho el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Zhao Lijian, en declaraciones a los periodistas, según medios oficiales.
Las autoridades estiman que unos 400.000 residentes en Hong Kong tienen estos pasaportes, gracias a los cuales pueden viajar a Reino Unido sin apenas complicaciones. Sin embargo, y como respuesta a la nueva ley de seguridad nacional promulgada en Hong Kong, el Gobierno de Boris Johnson anunció a mediados de 2020 una revisión de sus políticas.
A partir de este domingo, los hongkoneses con pasaporte para territorios de ultramar tendrán derecho a un periodo de cinco años durante el cual podrán estudiar o trabajar o Reino Unido. Pasado ese plazo, podrían solicitar un nuevo estatus y, doce meses después, pedir la nacionalidad de la antigua metrópoli.
Zhao ha señalado que, con este movimiento, Reino Unido quiere convertir a los hongkoneses en un especia de «ciudadanos británicos de segunda clase», lo que ha alterado las relaciones bilaterales, según la agencia DPA. En este sentido, Pekín considera que Londres se entromete en cuestiones de índole interna.
El Ministerio del Interior británico estima que entre 123.000 y 153.700 portadores del BNO y sus familias se beneficiarán en el primer año de la nueva oferta, mientras que la cifra ascendería a entre 258.000 y 322.400 en todo el lustro.
«Si no nos vamos ahora, muchos de nosotros no podemos hacerlo nunca», cuenta Chen a la agencia Bloomberg, sin revelar su nombre completo por miedo a represalias. Él y su mujer prevén irse en cuanto puedan y esperan vivir en Brigthon, ya que «como Hong Kong, está cerca del mar».