China advierte al G7 de que deje de inmiscuirse en sus «asuntos internos» tras las referencias a Taiwán
China ha advertido este miércoles al G7 que deje de inmiscuirse en sus «asuntos internos» en respuesta a la referencia a Taiwán en el comunicado final de la cumbre del G7 recientemente celebrada en los Alpes bávaros.
El texto del G7 publicado el martes señala que sus miembros «subrayamos la importancia de la paz y la estabilidad a ambos lados del estrecho de Taiwán y animamos a una resolución pacífica de las cuestiones que afectan a ambos lados del estrecho».
En respuesta, el portavoz para Taiwán del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Ma Xiaoguang, ha declarado a la prensa que «Taiwán es una cuestión interna china», por lo que no «tolera» una «intervención externa», según recoge la televisión pública japonesa NHK.
Así, ha criticado los intentos «extremadamente peligrosos» de Estados Unidos y sus socios occidentales de «implicar a sus aliados» utilizando la «carta de Taiwán» para impedir «el desarrollo y la reunificación» de China.
Ma ha advertido además al G7 que cese en su envío de mensajes equivocados a las «fuerzas separatistas» de Taiwán y ha subrayado que están «jugando con fuego».
Taiwán es oficialmente la República de China, último reducto del bando nacionalista derrotado en la guerra revolucionaria que terminó en 1949 con la proclamación de la República Popular China liderada por el Partido Comunista Chino de Mao Zedong.
Los vínculos entre Taiwán y la China continental solo se restablecieron a nivel empresarial e informal a finales de la década de 1980. China considera a Taiwán como una provincia rebelde, pese a que la isla ha declarado su independencia y cuenta con el apoyo del gobierno de Estados Unidos y la Unión Europea.