Cerca de 77.500 gallegos podrán acudir a las urnas en un clima de «división en las familias» por el procés

Empresarios originarios de Galicia se sienten «dolidos» por la situación a la que se ha llegado después de que ayudasen a «construir» Cataluña

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 16

Un total de 77.470 personas de origen gallego están llamadas a las urnas el próximo 21 de diciembre para participar en las elecciones que ha convocado el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el marco de la aplicación del artículo 155 de la Constitución. Son unos comicios marcados por el bloque independentista y el llamado constitucionalista y que se llevarán a cabo tras una discreta participación de las fuerzas políticas gallegas y en un clima de «división» en la sociedad y familias, según testan miembros de asociaciones vinculadas con Galicia.

El único líder de una formación política gallega que ha acudido hasta el momento a Cataluña vinculado a la campaña electoral es el presidente de la Xunta y del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo. Lo hizo en un mitin en el Centro Cultural Galego Saudade en el que arropó al candidato popular Xavier García Albiol, si bien este acto tuvo lugar el 5 de diciembre, dos días antes de que arrancase oficialmente la carrera hacia las urnas.

Si bien el jefe de filas de los populares gallegos no tiene previsto volver en lo que queda de campaña, sí lo harán el secretario general del PPdeG, Miguel Tellado, y el vicepresidente del Parlamento de Galicia y presidente del PP coruñés, Diego Calvo, para hacer seguimiento de la jornada electoral.

La participación del socialismo gallego será prácticamente testimonial y, de hecho, su líder, Gonzalo Caballero, acompañará, sin intervenir, al PSC en el acto de cierre de campaña.

Mientras, la presencia de fuerzas políticas gallegas a favor del derecho a decidir y soberanistas –principalmente Anova y BNG– se centra este fin de semana en el acto que celebra la plataforma WithCatalonia y en la que también participa Galiza con Cataluña , una entidad que apoyó el referendo (declarado ilegal por el Tribunal Constitucional) el pasado 1 de octubre y en el que están distintas organizaciones de la órbita nacionalista e independentista gallegas.

Uno de sus portavoces, Óscar Valadares, ha explicado a Europa Press que se han mantenido al margen de la campaña, salvo este acto del fin de semana, ya que entendían que ahora lo central eran los actos políticos, y que se mantienen a la «espera» de lo que ocurra para seguir con sus actos vinculados al derecho a decidir, a partir del 21 de diciembre.

Así, no ha habido una gran movilización política en la última semana y media, ni se espera tampoco que ocurra en los últimos días de campaña. Anova envía este fin de semana una delegación política pero no a sus máximos representantes –acudirán Brais Borrajo, Iván Rodríguez y Millán Fernández–. Sus referentes más significativos sí participaron en actos de apoyo al referendo del 1-O como Xosé Manuel Beiras, que no acudirá en esta ocasión.

Este fin de semana también está en Cataluña la diputada de En Marea en el Congreso Alexandra Fernández, militante de Anova, pero cuya invitación no está ligada directamente a la delegación que envía la formación nacionalista. Por su parte, En Marea decidió no participar en ningún acto en la campaña de las catalanas ni posicionarse a favor de ninguna fuerza política concreta, aunque sí acordó colocarse enfrente de PP, Ciudadanos y PSC.

Al margen de su participación en los actos impulsados por la mencionada plataforma civil, el Bloque Nacionalista Galego llevará a cabo un acto propio para presentar, junto al presidente de la entidad Ciemen –Centro Internacional por las Minorías Étnicas (en castellano)–, David Minoves, el documento que esta formación política ha impulsado bajo la denominación Bases democráticas para unha nova Galiza –bases democráticas para una nueva Galicia–.

En este acto participarán los miembros de la Executiva Ana Miranda y Rubén Cela y en él explicarán la idea que recogen los 33 puntos de este documento con el que la formación nacionalista busca un nuevo estatus para Galicia, aprovechando el debate territorial abierto por la cuestión catalana.

«DIVISIÓN» SOCIAL

El ambiente entre los gallegos llamados a votar sigue siendo el de la «división», unas diferencias que, según las personas consultadas, tienen su reflejo sobre todo entre los originarios de Galicia que emigraron en su día y sus descendientes nacidos y criados en Cataluña. En muchos casos, han asegurado, los hijos están a favor de la república catalana frente a sus progenitores.

Sensaciones como estas han sido trasladadas por miembros de asociaciones de gallegos a Europa Press, en las cuales, no obstante, se reúnen todas las sensibilidades sociales al respecto del procés , de ahí que eviten posicionarse en nombre de sus asociaciones.

Con todo, José Carlos García, presidente de Xuntaza de Asociacións Galegas de Cataluña –formada por varias entidades, y quien ha asegurado, en declaraciones a Europa Press que el ambiente que se vive es de «división social y familiar» y que, como anécdota, pero que «revela» como está la situación que se vive, se han dejado de hacer «chistes» en los grupos de amigos por redes sociales.

Esta semana se celebró un evento del empresariado gallego en Cataluña y lo más comentado, según se ha trasladado a Europa Press, es un sentimiento de «dolor» con respecto a la tierra a la que los empresarios, en palabras de Xosé Carlos García, han contribuido a «construir» y a hacerla próspera.

Aunque hubo algún pronunciamiento favorable al independentismo, según ha comentado, la mayor parte de los empresarios que se sienten «dolidos» también han evaluado las «pérdidas» que han experimentado en los últimos meses, con reducción de la facturación de hasta el 20 y 30 por ciento, lo que ya les ha llevado a «despidos» o a paralizar «contrataciones» en una cadena de restaurantes de menú.

«Hay tristeza en la calle», ha explicado el presidente de la entidad asociativa, cuyo diagnóstico lo hizo a título personal aunque como conocedor de las distintas sensibilidades y situaciones que le trasladan. En la comida del empresariado gallego también hubo quien lamentó las consecuencias económicas, pero hay voces que consideran que es «la factura que hay que pagar» para lograr una república.

A corto plazo, los gallegos consultados no tienen la sensación de que se vaya a resolver la «división» social con la que, aseguraron, se llega a los comicios del próximo jueves 21 de diciembre.

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