Mueren al menos siete niños por las duras condiciones en los campamentos de desplazados del noroeste de Siria
Al menos siete niños desplazados por la intensificación de los combates en la región siria de Idlib han muerto como consecuencia de las bajas temperaturas y las duras condiciones de vida en los campamentos, según un recuento de Save the Children y de su socia local, Hurras Network.
La lista incluye a dos hermanas de tres y cuatro años fallecidas por el incendio de su tienda, causado por un precario calentador, así como dos niñas de tres y diez fallecidas por asfixia debido a la mala combustión del sistema de calefacción.
Por otra parte, una niña de un año y un bebé de siete meses murieron de un paro cardíaco durante un grave resfriado, mientras que «un niño de 14 años que vivía con su familia de siete miembros en una pequeña tienda ha sucumbido a las temperaturas heladas y también ha muerto», ha contado un trabajador de Hurras Network.
Naciones Unidas estima que más de 900.000 personas se han visto forzadas a huir desde el 1 de diciembre por la ofensiva lanzada por el régimen de Bashar al Assad. Según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), entre estos desplazados hay más de medio millón de niños que se ven ahora obligados a dormir en tiendas de campaña o incluso al raso.
«Hemos caminado durante tres días y ahora vivimos en tiendas de campaña. Todas nuestras pertenencias están empapadas o cubiertas de lodo», afirma Nadia, una madre procedente de Saraqeb, en Idlib, y que ahora reside en la zona de Alepo. «Tengo un hijo que está muy enfermo y que necesita cirugía urgentemente, pero no la puedo pagar. Si mi hijo muere, todo lo que puedo hacer es enterrarlo», cuenta a UNICEF.
Mira, una niña de 13 años, explica a Save the Children que tanto ella como su hermana enfermaron tras la llegada de la nieve, que provocó el derrumbe de la tienda. «No tenía ropa ni nada para mantenerme caliente en nuestra tienda. Quiero zapatos para jugar en la nieve, como los de mis amigos», lamenta esta menor.
La directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore, ha advertido de que «la carnicería que se está produciendo en el noroeste de Siria está pasando una enorme factura a los niños». La ONU estima que 77 niños han perdido la vida o han resultado heridos por los combates registrados en lo que va de año.
Fore ha subrayado que la situación a día de hoy es ya «insostenible», incluso para «la cruda realidad siria». «Los niños y las familias están atrapados por la violencia, el frío extremo, la falta de alimentos y las condiciones de vida desesperadas», ha agregado la máxima responsable de UNICEF, que ha llamado a todas las partes a proteger a los niños y las infraestructuras de las que dependen.
Tanto UNICEF como Save the Children han coincidido en que se debe respetar el Derecho Internacional, lo que pasa también por evitar ataques contra centros médicos o educativos.
La directora de Save the Children en Siria, Sonia Khush, ha advertido de que la situación de la infancia podría empeorar en las próximas semanas, ya que a medida que aumente el número de desplazados, también parece «más probable» que suba la cifra de muertos «dadas las condiciones de vida absolutamente inhumanas en las que se encuentran mujeres y niños, con temperaturas bajo cero, sin techo sobre sus cabezas y sin ropa de abrigo».
«Incluso cuando logran encontrar una tienda de campaña, un calentador y un colchón, corren el riesgo de asfixiarse por su calefacción o que su refugio se queme», ha señalado.