Celsa defiende su solvencia y los acreedores niegan que haya alternativa a la reestructuración
El juez hará pública la sentencia antes del 10 de septiembre
BARCELONA, 11
Los accionistas de Celsa han defendido la solvencia del grupo, mientras que los acreedores han negado que haya alternativa al plan de reestructuración que han impulsado, en las conclusiones de las partes durante la última sesión del juicio de oposición a la homologación del plan de reestructuración de la empresa.
La sesión, que se ha celebrado este martes, empezó la semana pasada y en el Juzgado Mercantil 2 de Barcelona y la sentencia –no recurrible– se hará pública antes del 10 de septiembre, según ha informado el juez.
La defensa de Celsa ha asegurado que «no se han cumplido los requisitos para la homologación del plan de reestructuración» y que ha quedado acreditado que el grupo puede pagar a sus acreedores con total normalidad, textualmente.
Ha recordado que la empresa está pagando a sus proveedores «con absoluta normalidad» y ha hecho referencia a los resultados económicos de 2022 y a que se está cumpliendo el presupuesto previsto para este 2023.
Ha lamentado que a los acreedores «no les interesa un acuerdo», sino que quieren quedarse con el 100% de la propiedad del grupo Celsa y ha hecho hincapié en que han comprado posiciones adicionales de la deuda con descuento.
Por otro lado, los abogados de los accionistas de la empresa han apuntado que los acreedores «no tienen un plan industrial» para la empresa, y que no han tenido en cuenta riesgos como que el Gobierno no autorice el cambio de Consejo de Administración al ser una compañía estratégica o que el actual Consejo dimita antes de nombrar a uno nuevo.
Además, han asegurado que los acreedores no han acreditado el estado de insolvencia de Celsa y no garantizan su viabilidad de futuro: «La única intención es el cambio de propiedad».
KUTXABANK
Los abogados de Kutxabank, el único acreedor que se opone al plan de reestructuración que ha participado en el juicio, han explicado que están presentes ya que «el procedimiento no contempla más posibilidades que comparecer que la oposición» al plan, pero que la entidad no tenía ningún crédito vivo el 26 de abril de 2023, fecha del plan de reestructuración.
Han negado que haya habido ningún tipo de coordinación con la defensa de los socios de Celsa: «No hemos intercambiado ni una sola palabra».
Los representantes del banco han asegurado que su voluntad es que la sentencia declare que Kutxabank «no ostenta crédito alguno con Celsa» en la fecha del plan y, por tanto, que el juez declare su no afectación en el proceso.
ACREEDORES
Los fondos acreedores han apuntado que el juez deberá tomar la decisión de «homologar el plan de reestructuración o asumir que Celsa llegue a una situación de concurso» de acreedores, que ha añadido, textualmente, que seguramente sea de liquidación.
Han asegurado que la alternativa de viabilidad presentada por la empresa «es puro humo, es una quimera, algo que no existe» y han puesto en duda que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) se mantenga dispuesta a dar una ayuda a la empresa.
«El principal problema del Grupo excede la valoración técnica del capital. Se relaciona con el histórico del grupo y los accionistas y los actos propios del grupo y los accionistas, que desactivan las conclusiones que efectúan», han añadido.
El abogado que representa a los fondos ha destacado que la empresa no haya aportado los resultados de los dos primeros trimestres del año.
Ha aventurado que «si esos resultados intermedios arrojasen una conclusión de validación de las proyecciones de negocio de la compañía», habrían sido aportados.