CCOO y UGT exigen al Gobierno cumplir sus compromisos en una manifestación con seis ministros
Por primera vez una ministra de Trabajo participa en la convocatoria de los sindicatos que piden «ni un voto trabajador a quien nos odia»
Bajo el lema Ahora toca cumplir. Un país en deuda con sus trabajadores , CCOO y UGT han celebrado otro atípico el 1 de Mayo, Día del Trabajador, marcado por la pandemia con limitaciones de aforo y señalado por las elecciones madrileñas, que se celebran el 4 de mayo. De hecho han participado los candidatos de izquierda a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo, Mónica García y Pablo Iglesias, y seis ministros del Gobierno, incluyendo por primera vez a la ministra de Trabajo.
La manifestación ha alcanzado la Puerta del Sol a las 13.00 horas con clamores de los asistentes a la manifestación de «sí se puede» y también pidiendo sacar «a los fascistas de las instituciones». A la llegada a Sol, centenares de personas han gritado «Yolanda presidenta» a la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
El recorrido de este año, el más rápido de los que se recuerdan por la limitación del aforo a 1.000 personas, ha contado con la presencia de dos vicepresidentas del Gobierno y cuatro ministros.
En concreto, han estado presentes, además de Díaz, la vicepresidenta primera y ministra de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Carmen Calvo; el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos; el ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes; la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, y la ministra de Igualdad, Irene Montero. La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, que estaba previsto que acudiera, finalmente no ha asistido.
En la marcha, también han asistido los candidatos de izquierda a la presidencia de la Comunidad de Madrid y cientos de personas han gritado «sí se puede» o «Pablo no estás solo» al paso del exvicepresidente de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Iglesias.
Además de la de CCOO y UGT, la Delegación del Gobierno en Madrid ha autorizado ocho manifestaciones y concentraciones en la capital para celebrar mañana sábado el 1 de Mayo, que han reunido a un total de 4.175 personas. En toda España, según los sindicatos, se han manifestado más de 100.000 personas.
«NI UN VOTO A QUIEN NOS ODIA»
Durante la lectura del manifiesto, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, y el de UGT, Pepe Álvarez, han pedido que no vaya «ni un voto trabajador a quien odia y no quiere a la clase trabajadora».
«Opciones tenéis en las distintas izquierdas, en los distintos partidos. No seré yo quien diga a quién tenéis que votar, pero, compañeros, ni un voto trabajador a la extrema derecha, ya no diré al fascismo», ha resaltado Sordo, que ha señalado que «hay mucho en juego» en Madrid.
Por su parte, Álvarez ha dejado claro que «el Primero de Mayo es una fiesta internacional de los trabajadores y no un invento para que cuatro fascistas se reúnan». «Uno tiene la sensación de que se piensa que somos tontos, pero ¿cómo se pueden mejorar los servicios públicos si se bajan los impuestos?», ha cuestionado.
«Os quiero pedir movilización, que ningún trabajador se quede en casa, que se llenen las urnas de los barrios populares de Madrid y que le digan alto y claro a la derecha que no nos vendan duros a cuatro pesetas», según Álvarez.
Ambos sindicatos han señalado que hoy se han recuperado las calles para la clase trabajadora y han dejado claro que «toca cumplir con los trabajadores y saldar las cuentas con la gente que sacó el país adelante».
Por ello, han incidido en que toca subir el salario mínimo interprofesional (SMI), derogar la reforma de pensiones para garantizar la sostenibilidad y suficiencia de las pensiones. Sordo, además, cree que el Gobierno debe ser «valiente con las reformas».
«No es de recibo que en España la gente joven tenga que dedicar casi 3 de cada 4 semanas que trabaja para pagar un piso, una hipoteca o un alquiler. No puede ser, hay que regular los precios de las viviendas en España y no vale solo con sacar muchas más viviendas», ha añadido.
Desde su punto de vista, «lo que se disputa es cómo se cose la sociedad, si mediante un modelo social o mediante el egoísmo». Álvarez ha trasladado a los ministros que «queda mucho por hacer» y ha apuntado que «siente vergüenza por vivir en un país que mantiene las colas del hambre, donde mucha gente ha perdido la vivienda y donde unos pocos tienen mucho y unos muchos no tienen nada».
Asimismo, el líder de UGT ha hecho hincapié en que los fondos europeos no están condicionados a que los ciudadanos pierdan derechos, sino que lo están a que el país sea «más productivo, verde y a que tenga servicios públicos que cubran todas las necesidades de los ciudadanos».
«No ha habido seguramente un momento en la historia de nuestro país tan importante como este. Que se apliquen. Hay que consensuar, abordar, hay que seguir trabajando en la hoja de ruta del Gobierno y tiene que servir para sacar a este país de la situación en la que se encuentra», ha incidido.
La agenda social pasa por una reforma ambiciosa en materia de contratación, por medidas de flexibilidad interna negociadas que evite que las empresas utilicen el despido como el único recurso, por mejorar las prestaciones por desempleo, por renovar las políticas activas de empleo, por aprobar una ley de igualdad salarial o por promover un plan de choque contra la siniestralidad laboral.