La industria papelera española invierte 900 millones en tres años e inyectará otros 500 millones en 2018
El 98% de la madera y el 70% del papel para reciclar que utiliza como materia prima la industria papelera española son de procedencia local
La industria papelera española ha invertido 900 millones de euros en innovación y renovación tecnológica durante los últimos tres años y presenta unas previsiones para 2018 de cerca de 500 millones adicionales, lo que supone más del 10% de su facturación, según datos procedentes del Informe Estadístico Anual del Sector Papelero elaborado por la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (Aspapel).
En este sentido, el estudio refleja que la industria papelera está redirigiendo su producción hacia papeles con potencial de crecimiento y mayor valor añadido, como los papeles para envases y embalajes y los papeles especiales.
El presidente de Aspapel, Enrique Isidro, ha asegurado que estas inversiones se dirigen a «incrementos de capacidad» y a «innovación y renovación tecnológica». Además, ha declarado que actualmente el sector vive «un nuevo escenario», con «nuevos hábitos de consumo definidos por la creciente demanda de bioproductos y la economía digital». En este ámbito, Isidro ha afirmado que, a través de la inversión en innovación, el sector papelero podrá lograr un «mejor posicionamiento».
Por otro lado, las fábricas españolas de papel reciclaron casi cinco millones de toneladas de papel y cartón en 2017, empatando con Francia y únicamente siendo superadas por Alemania en volumen de papel reciclado, según el informe.
Los datos reflejan que el 98% de la madera y el 70% del papel para reciclar que en 2017 utilizó como materia prima la industria española de la celulosa y el papel eran de procedencia local. En palabras Isidro, pocos sectores españoles «tienen un nivel similar de suministro local de materias primas y de creación de valor añadido».
PRODUCCIÓN ESTABLE.
En relación a la producción, el estudio de Aspapel revela que, en el marco de la recuperación iniciada por el sector en 2015, el año 2017 se presenta como un periodo de transición, con una producción de papel por parte de las 68 fábricas papeleras españolas de 6,21 millones de toneladas, cifra similar al ejercicio anterior.
Por sectores de producción, el informe refleja un descenso en 2017 de la producción de papel prensa y papeles gráficos en un 10,7%, a causa principalmente del auge de la prensa digital respecto a la tradicional, que ha causado la parada de una gran fábrica de papel prensa para ser reconvertida a la fabricación de papeles de embalaje. Para el presidente de Aspapel, esta reconversión hacia los ámbitos más demandados es causa de una «ventaja» del sector, que se presenta «flexible en cuanto a la demanda».
Por el contrario, los papeles para embalaje y los papeles especiales crecieron, suponiendo los primeros el 61% de la producción total. En cuanto al cartón, la producción del estucado se incrementó un 12,2% y los papeles para cartón ondulado presentaron un crecimiento más modesto, del 2,9%.
Respecto al primer trimestre de 2018, el vicepresidente de Aspapel, Jordi Mercader, ha declarado que la producción «ha disminuido un 4,3% respecto al primer trimestre del año anterior, con comportamientos muy variados en los diferentes segmentos de producción».
En la fabricación de celulosa, el informe apunta que las 10 plantas fabricantes de celulosa en España produjeron 1,69 millones de toneladas en 2017, un 1,4% más que en el ejercicio anterior. En este sentido, España es el sexto productor de celulosa de la UE, después de Suecia, Finlandia, Portugal, Alemania y Francia.
CRECE EL CONSUMO.
Respecto al consumo de papel, este crece en 2017 el 2,4%, algo más de medio punto por debajo del crecimiento del PIB, del 3,1%. Se retoma, sin embargo, el pulso de la recuperación iniciada en 2014 y que el pasado año se había ralentizado considerablemente. Pese a que los datos del informe presentan una tendencia de crecimiento, los 6,8 millones de toneladas de papel consumidas en nuestro país en 2017 están todavía lejos de los niveles anteriores a la crisis.
En relación al comercio exterior, el 57% de la celulosa y el 43% del papel que se fabrica en España se exporta, lo que representa el 56% de la facturación. En 2017, 2,68 millones de toneladas de papel fueron exportadas, siendo otros países de la Unión Europea los principales mercados (un 59%), especialmente Portugal y Francia.
En materia de importaciones de papel, estas se mantuvieron en niveles similares al ejercicio anterior, creciendo un 0,3%, hasta 3,26 millones de toneladas.
Con perspectiva al futuro, Isidro declara que el sector papelero estará basado en un paradigma de uso de «recursos sostenibles», con el fin de lograr una economía circular basada en un material «renovable y reciclable», en la que existan bioproductos «en sustitución de otros productos basados en recursos fósiles».