Catalá critica una posible querella del Parlament contra Llarena porque no se debe «amenazar a un juez»
Dice que los fiscales españoles están satisfechos tras su reunión con sus colegas alemanes para hablar de la situación de Puigdemont
El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha afirmado este viernes que los grupos de Junts per Catalunya, ERC y la CUP cometerán un «error gravísimo» si hacen que el Parlament interponga una querella contra el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena por no permitir a Jordi Sànchez (JxCat) acudir a su investidura como presidente de la Generalitat.
«Amenazar a un juez porque no me gusta lo que ha dicho me parece que está fuera de lugar», ha declarado en una entrevista en Onda Cero, recogida por Europa Press, donde ha lamentado que se intente «amedrentar» a Llarena «a base de escraches, pintadas en su vivienda, tuits ofensivos» y, ahora, «una querella por hacer su trabajo». «Esto está teniendo una deriva muy peligrosa en un Estado democrático», ha advertido.
En su opinión, quienes impulsan esa acción se equivocan al optar «por la vía del conflicto», y sería mejor que trataran de «trabajar por la convivencia y el respeto mutuo». En este contexto, ha dicho que lo que deberían hacer los partidos independentistas si no están de acuerdo con las decisiones de Llarena es recurrirlas en los tribunales.
Por otro lado, Catalá se ha referido a la reunión de este jueves en La Haya entre fiscales alemanes y españoles para hablar de la euroorden dictada por Llarena contra el expresidente catalán Carles Puigdemont. El objetivo de la Justicia española es reforzar ante el tribunal alemán de Schleswig-Holstein las pruebas contra el diputado de JxCat por los delitos de rebelión y malversación antes de que este órgano decida sobre su entrega o no a España.
Según ha indicado, lo que le ha transmitido el fiscal general del Estado, Julián Sánchez Melgar, es que hubo «una buena reunión de trabajo» y, por tanto, «están satisfechos». «Las instituciones funcionan y creo que eso es una buena noticia», ha añadido.
Respecto a la posibilidad de que la rebelión figure finalmente entre los delitos por los que Puigdemont pudiera ser entregado a España, lo que permitiría que el Tribunal Supremo le juzgara por ello, el ministro no lo ha descartado.
Según ha explicado, el procedimiento derivado de la euroorden «no ha finalizado» y aún deben desarrollarse «fases sucesivas». Así, ha apuntado que el fiscal puede «aportar más información que permita en su caso que lo que el juez Llarena consideró en su auto que estaba probado, que es la violencia que justifica la rebelión, también lo puedan tomar en consideración los jueces alemanes».
El ministro de Justicia espera que la resolución definitiva del tribunbal alemán «se adecue lo más posible a lo que el juez español ha establecido», ya que este alcanzó sus conclusiones sobre los hechos y los delitos tras «meses de investigación».
En cualquier caso, ha destacado que, en su resolución inicial, el tribunal de Schleswig-Holstein reconoce que «ha habido delitos contra la unidad de España», que «ha habido malversación» y que «no había ninguna limitación a los derechos políticos» de Puigdemont. «El tribunal alemán ha reconocido que se han cometido delitos y que se va a conceder la entrega por alguno de ellos», ha subrayado.
Tras indicar que cuando en la Unión Europea la colaboración entre tribunales de distintos países se produce «de manera casi automática» cuando uno de ellos lo solicita, Catalá ha afirmado que por eso la interpretación del tribunal alemán sobre la existencia o no de violencia en el proceso independentista catalán generó mucho debate.
A su modo de ver, el tribunal al que se solicita la cooperación para aplicar una euroorden de detención y entrega debería simplemente «constatar algunos aspectos formales», más que «entrar en el fondo de la cuestión», porque si se hace esto último se produce una «incertidumbre» que, a su juicio, ya se debería haber superado.
Por último, el ministro ha asegurado que España y Alemania ya han «superado y aclarado» el «incidente» relativo a las declaraciones de su homóloga de Alemania, Katalina Barley, que puso en duda que Puigdemont pueda ser procesado por malversación y dijo que lo normal en un país libre es que estuviera en libertad.