Castilla y León advierte al Gobierno sobre el lobo: «Nos veremos en los tribunales si se lleva a cabo esta infamia»
LEÓN, 12
El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha advertido al Gobierno de España de que se verán en los tribunales si finalmente se lleva a cabo la «infamia» de confirmar la Ley del Lobo que quieren poner en marcha.
Así lo ha indicado el consejero este miércoles antes de participar en la Mesa Redonda Ganadería y el lobo , organizada por la Academia de Ciencias Veterinarias de Castilla y León, en el Paraninfo de la Universidad de León.
Suárez-Quiñones ha reiterado que «es un tema muy importante para Castilla y León» y ha reconocido que «esta convivencia compleja puede ser rota por una iniciativa contraria a los interés de la Comunidad por la inclusión del lobo en el catálogo de especies de protección especial».
Además, ha recordado el rechazo manifestado por hasta once Comunidades Autónomas y por colegios profesionales y ha criticado que el Ministerio para la Transición Ecológica «sigue haciendo oídos sordos» y con la intención de «cometer esta traición a los intereses de Castilla y León por razones meramente ideológicas».
Situación que le ha llevado a confirmar que la Junta y Castilla y León tiene una posición «muy clara» y ha puesto de manifiesto que bajo «sus planes de gestión, de caza responsable, sostenida, regulada y controlada el lobo está conservado».
En este sentido, ha apuntado que «en los años 80 la cifra de lobos estaba en los 400 y ahora hay 2.000» y ha añadido que «es inconcebible que se basen en razones culturales para poner en marcha esta iniciativa».
Por ello, ha garantizado «confrontamiento político para tratar de convencer al gobierno de España», al que ha instado a tomar «el camino de la sensatez».
Asimismo, ha recordado que el lobo «es una especie cinegética en la Ley de Caza de Castilla y León y existe un documento legal que lo considera cazable». «A ver cómo lo van a solucionar ahora», ha aseverado el consejero.
No obstante, se ha mostrado confiando en que «se dé marcha atrás y se escuche a los intereses del pueblo y no a los sectores ecologistas radicales, que ven el campo como un parque temático al que se va el fin de semana, porque hay que mantenerlo todos los días».