Casi siete millones de personas están «a un paso» de la hambruna en África oriental, alerta World Vision
Casi siete millones de personas están «a un paso» de la hambruna en África oriental, según ha alertado este martes la ONG World Vision, que ha advertido de que, si la comunidad internacional «no actúa ahora», miles de niños podrían tener que enfrentarse a «graves» consecuencias en su salud a largo plazo o morir.
Se estima que más de 108.000 personas en África oriental se encuentran en condiciones «catastróficas» de hambruna, marcadas por la desnutrición aguda crítica, inanición, indigencia y muerte, ha agregado la ONG. Además, hasta 26 millones requieren una «acción urgente» para evitar que caigan en la misma situación aguda.
«Permítanme ser directo: no hay lugar ni excusa para la hambruna en el siglo XXI», ha zanjado el presidente y director ejecutivo de World Vision, Andrew Morley, que ha señalado que «el mundo necesita despertar ya».
«Tenemos los recursos y la tecnología para alimentar al mundo. El hecho de que hayamos llegado a este punto muestra que ha habido un claro y catastrófico fracaso moral por parte de la comunidad internacional. Una generación de niñas y niños nos necesita. Los niños del mundo esperan que actuemos», ha agregado, antes de subrayar que la desnutrición «roba» a los niños su infancia.
La región de África oriental ha sufrido una reproducción sustancial y generalizada de langostas del desierto desde finales de 2019, lo que ha provocado la pérdida de pastos y cultivos. Durante la segunda mitad de 2020, las inundaciones a gran escala destruyeron las cosechas de más de cuatro millones de personas. Además, la región se ve afectada por crisis prolongadas y la fragilidad en varios países agravada por el nuevo conflicto en Tigray, en Etiopía, que ha aumentado drásticamente la inseguridad alimentaria.
La situación en la región también aumenta los riesgos a los que se enfrentan las mujeres y las niñas, incluida la violencia de género y la explotación y el abuso sexual, ha remarcado World Vision.
Por otra parte, los impactos indirectos y las secuelas de la COVID-19 persisten para los niños y sus comunidades en la región, donde hay una disminución en las oportunidades de ingresos, pérdida de medios de vida, descenso del poder adquisitivo y acceso limitado a alimentos y servicios básicos, en contextos sin redes de seguridad social.
Esta situación también tiene consecuencias a largo plazo y podría erosionar los avances en el desarrollo humano y económico que se han logrado hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible en toda la región.
FINANCIACIÓN INSUFICIENTE PARA UNA COMBINACIÓN DE AMENAZAS
«Una combinación de amenazas como la escasez de lluvias, las plagas de langostas del desierto, las inundaciones del año anterior que destruyeron cultivos maduros antes de la cosecha y los efectos de la COVID-19 han llevado a esta situación crítica», ha aseverado el director regional de asuntos humanitarios y de emergencia de World Vision Este de África, Joseph Kamara.
Kamara ha lamentado que la respuesta humanitaria a cada uno de estos problemas se ha visto limitada por la financiación «insuficiente debido a las necesidades humanitarias en otras regiones».
En este contexto, World Vision ha declarado una respuesta de emergencia en Etiopía, Somalia, Sudán del Sur, Sudán, Kenia y Uganda. Su objetivo es llegar a aproximadamente 2,4 millones de personas, incluidos 490.000 niños y niñas, y necesita 60 millones de dólares (más de 50,4 millones de euros) para movilizar y ampliar su respuesta a la crisis del hambre. La ONG ya está respondiendo con la distribución de alimentos en varios países, pero los recortes actuales de fondos y el ajuste de los presupuestos de ayuda llegan en un mal momento.
«No es demasiado tarde para evitar la crisis, pero lo será pronto si no actuamos con rapidez y decisión», ha remachado Kamara, que ha puesto el foco en que la región de África oriental recibe una atención internacional limitada.
«Hacemos un llamamiento a los gobiernos nacionales, las instituciones regionales, los actores humanitarios y los donantes para que aborden urgentemente la crisis del hambre en África oriental y comuniquen con más fuerza su envergadura y gravedad», ha concluido.