Casi seis millones de niños cumplen 10 años cada mes sin habilidades básicas de alfabetización para su edad
Casi seis millones de niños cumplen 10 años cada mes sin adquirir las habilidades básicas de alfabetización para su edad, según una nueva herramienta de análisis lanzada este lunes.
La herramienta interactiva, llamada Lost Potential Tracker y creada por ONE Campaign, Global Partnership for Education (GPE), revela que más de 393 millones de niños no han logrado adquirir las habilidades básicas de alfabetización a los 10 años desde que se adoptaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en 2015.
Lost Potential Tracker ilustra la magnitud de la crisis mundial del aprendizaje, según las organizadoras creadoras de la misma. Permite que, por primera vez, tanto expertos en educación como la población en general puedan rastrear, en tiempo real, el creciente número de niños y niñas que no pueden leer y comprender una oración sencilla a los 10 años.
Asimismo, facilita historias de niños y niñas afectados por la crisis mundial educativa y permite a los usuarios y las usuarias ponerse en el lugar de la clase política y experimentar de primera mano cómo una financiación eficaz puede ayudar a cambiar el rumbo de la infancia.
En general, gracias a cálculos de cifras oficiales de pobreza educativa del Banco Mundial y la UNESCO y de datos de población de la ONU de todos los niños y niñas de 10 años, este rastreador calcula la cantidad de menores de edad que pierden su potencial cada año, mes, semana, día, hora y segundo.
Sin el compromiso de financiar eficazmente la educación, las organizaciones impulsoras de Lost Potential Tracker aseguran que el mundo no solo no cumplirá sus objetivos educativos para 2030, sino que también se correrá el riesgo de perder a la próxima generación de profesionales en ámbitos cruciales para el desarrollo.
«Estas cifras revelan el impactante fracaso de los líderes mundiales para proteger y priorizar la educación de los niños y niñas», ha resumido el director ejecutivo interino de ONE Campaign, Tom Hart, que ha recalcado que «hay demasiado en juego para que continuemos con el enfoque actual».
«Cuando los niños puedan pasar de aprender a leer a leer para aprender se les estará preparando para una vida de aprendizaje y podrán tener éxito durante la infancia y la edad adulta», ha agregado, instando a «retomar el progreso para el cambio». «Su futuro depende de ello. Nuestro mundo depende de ello», ha alertado.
La directora ejecutiva de GPE, Alice Albright, ha recordado que «aprender a leer y escribir son pilares fundamentales para que todos los niños tengan éxito» y, a su juicio, la herramienta muestra «la situación crítica que enfrenta el mundo» si no se da «prioridad» a la educación. «Sin una implicación política y económica inmediata, el futuro de millones de niños y niñas podría verse comprometido», ha remachado.
LA PANDEMIA COMO AGRAVANTE
Mientras, la directora ejecutiva de Save the Children International, Inger Ashing, ha mencionado el papel de la pandemia de COVID-19, que ha agravado la emergencia educativa «sin precedentes» a la que se enfrenta el mundo.
«Si queremos estar a la altura de nuestros compromisos, alcanzar el cumplimiento de los ODS y hacer realidad el derecho de los niños y las niñas a acceder a la educación es imprescindible mejorar los niveles de alfabetización», ha indicado Ashing, que ha recalcado que ser capaz de leer es una habilidad «fundamental» que permite acceder a un plan de estudios completo». «Sin poder leer, sus oportunidades de vida se reducen», ha resumido.
«Esto es particularmente crucial para los niños y las niñas de algunos de los países más pobres y afectados por conflictos, para quienes volver a la escuela y ponerse al día con el aprendizaje es más vital que nunca», ha continuado, antes de indicar que se necesita «urgentemente» que los gobiernos y los donantes den prioridad a abordar la crisis del aprendizaje «a fin de asegurar un mejor futuro para la infancia en todo mundo».
Como parte de la Semana de Acción Global por la Educación, las tres organizaciones han instado a los gobiernos a comprometer al menos 5.000 millones de dólares (más de 4,1 millones de euros) para la conferencia sucesora de la Alianza Mundial para la Educación, así como respaldar los dos objetivos mundiales sobre la educación de las niñas establecidos por Reino Unido.