La Federación de Niños con Cáncer logra que los padres puedan acompañar a sus hijos en las UCIP españolas
La Federación Española de Padres de Niños Con Cáncer ha conseguido que las Unidades de Cuidados Intensivos Pediátricos (UCIP) de todos los hospitales españoles que tratan a niños y adolescentes con cáncer permitan que los padres puedan acompañar a sus hijos durante su estancia hospitalaria.
En marzo de 2012, la organización inició una campaña de sensibilización para que todos los hospitales con UCIP tuvieran un horario abierto de 24 horas, con el fin de que los padres pudieran visitar a sus hijos en cualquier momento del día, conciliando así sus responsabilidades con el resto de la familia.
«Las UCIP de nuestro país, tienen diversos horarios de visita, cada centro hospitalario tiene sus propias normas, vulnerando en muchas ocasiones la equidad y los derechos de los menores y su familia», han explicado desde la federación. Demanda que se basa en los estándares y recomendaciones de las Unidades Asistenciales del Cáncer en la Infancia y Adolescencia del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, aprobado por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) del 23 de julio de 2013.
Desde la fecha de inicio de esta campaña, han sido «muchos» los centros hospitalarios que han modificado el horario de UCIP, ampliando sus horarios de visita y permitiendo la estancia de un familiar junto a su hijo o hija las 24 horas.
«En el caso de los niños y adolescentes con cáncer, las hospitalizaciones son generalmente prolongadas, y las exploraciones y tratamientos dolorosos, por lo que el sufrimiento de los menores aumenta cuando éstos son separados de sus padres, y mucho más si el ingreso se produce en una UCIP, cuando su estado de salud es muy delicado o su vida corre grave peligro. Es en estos momentos cuando los menores necesitan recibir todo el afecto y los cuidados de sus padres», ha apostillado la organización.
Y es que, prosigue, esta modalidad de puertas abiertas está «muy aceptada» internacionalmente, donde se concluye que las políticas de visita flexible, además de ser «beneficiosas» para los familiares del paciente crítico y para el propio paciente, constituye en sí misma una necesidad, dado que influye «muy positivamente» en la recuperación del enfermo crítico, reduce la ansiedad y el estrés mejorando la satisfacción de los familiares.
«Es necesario favorecer la participación de la familia en el cuidado y la adquisición de un rol más notorio en el contexto de visita y en su relación con el paciente. Actualmente, existe evidencia suficiente de que la restricción de visitas puede ser perjudicial tanto para el menor como para su familia», ha zanjado.