Casado ve «vergonzante» que Sánchez no vea ahora delito de rebelión en Cataluña e intente dar indicaciones al TS
Dice que el PSOE se ha convertido en el «caballo de Troya de los independentistas en el Gobierno de España»
CÓRDOBA, 26
El líder del PP, Pablo Casado, ha enmarcado en una «estrategia absolutamente vergonzante» que el Gobierno de Pedro Sánchez no vea ahora delito de rebelión en Cataluña e intente dar «indicaciones» al Tribunal Supremo (TS) ante el juicio oral a los líderes del procés . Según ha añadido, el alto tribunal se ha «quejado de esas interferencias explícitas».
«Lo que aquí es muy grave es que un Gobierno de España esté deslegitimando la labor del Tribunal Supremo, intentado dar indicaciones al mandato de Pablo Iglesias al salir de la cárcel de Lledoners cuando dijo, yo ya he hecho mi trabajo, ahora quien se tiene que mover es el Gobierno «, ha señalado en un acto del PPE en Córdoba en apoyo del candidato del PP a la Junta, Juanma Moreno, y junto al portavoz del partido en Bruselas, Esteban González Pons.
Casado ha expresado su sorpresa ante el hecho de que, tan solo unos días después de esa entrevista en la cárcel, el Gobierno, «sin ningún tipo de pudor y rubor», se haya «movido» aparcado la rebelión y «para ir solo por malversación» contra los dirigentes independentistas.
¿EL GOLPE DE PRIMO DE RIVERA NO LO FUE?
«Hoy llegamos ya al tercer estadio de esta estrategia absolutamente vergonzante cuando ya directamente el Gobierno dice que no hay rebelión y considera que la calificación delictiva de los líderes del procés no ha incurrido en rebelión», ha enfatizado.
El líder del PP ha afirmado que el Partido Socialista «se ha convertido en el caballo de Troya de los independentistas en el Gobierno de España», y ha añadido que si no llega a ser por el PP, Cataluña «ahora mismo sería independiente» y se habría «escindido» de España.
Además, ha criticado que el Gobierno haga hincapié ahora en que es necesaria la violencia para aplicar el delito de rebelión, «viniendo a decir que un golpe de Estado tiene que ser violento o con armas». Por eso, se ha preguntado si el golpe de Estado de Primo de Rivera no lo fue por no «mediar conflicto armado», algo que, a su juicio, evidencia una «tergiversación histórica del propio concepto de un golpe de Estado».
«EVIDENCIAS SONROJANTES»
Casado ha apuntado que «no nos extraña» que el Gobierno haya «dicho que la Abogacía del Estado va a matizar su estrategia en el juicio de los líderes del procés «, porque el PSOE lleva «meses dando señales para acercar posturas con aquellos políticos que perpetraron la ruptura de la legalidad y el marco de convivencia» en Cataluña.
En esa línea, ha hablado de «seis evidencias sonrojantes» que anticipaban esa decisión del Gobierno, porque, primeramente, Sánchez «negoció una moción de censura vergonzante e injusta, apoyándose en partidos que quieren romper España o justificar el historial criminal de ETA», tras la que, el pasado mes de agosto, «intentó justificar las amenazas claras y explícitas del Gobierno de la Generalitat hacia España».
Además, ha criticado la «petición de indultos» de la delegada del Gobierno en Cataluña para los acusados de este proceso, la «petición de liberación, saltándose la prisión provisional impuesta por los juzgados», para dichos políticos por parte de la ministra de Política Territorial y Función Pública, Meritxell Batet, o la «apelación a la nación catalana que en una entrevista» realizó el ministro de Exteriores, Josep Borrell.
Además, Sánchez manifestó en un medio de comunicación «que había que acercar posturas para un posible desbloqueo de la situación a través de una consulta de autogobierno, legitimando la pretensión inconstitucional de hacer un referéndum pactado para la autodeterminación», según ha criticado Casado.
Ha agregado, con todo, que no podía pensar que esas «evidencias sonrojantes que traicionan la legalidad se materializaran en sede parlamentaria el pasado miércoles en un directo desacato a la separación de poderes en España», cuando el presidente del Gobierno «tuvo el coraje de decir que consideraba que el delito de rebelión no era aplicable en un proceso si no mediaba la violencia».
Más allá de «cuestiones semánticas», Casado ha indicado que «lo que es muy grave es que un Gobierno de España esté deslegitimando la labor del Tribunal Supremo intentando dar indicaciones de Pablo Iglesias» y que «apenas unos días después» de la visita del líder de Podemos a Oriol Junqueras en la cárcel, el Gobierno «sin rubor se moviera y reconozca que está dando instrucciones a la Abogacía del Estado para ir simplemente por malversación» en su acusación a los dirigentes del procés , o «la sugerencia que la Fiscalía ya ha puesto públicamente sobre la mesa de que quería que se retirara la acusación de rebelión».
Casado se ha preguntado «qué le dolía» al presidente del Gobierno de su acusación acerca de que «el Gobierno es responsable si no pone las medidas para evitar un golpe de Estado», y se ha cuestionado si su reacción era «una estrategia», era «victimización», o se debía a que «le habíamos pillado con las manos en la masa».
«SÁNCHEZ SOLO HA ROTO CON LA CONSTITUCIÓN»
Según ha abundado Casado, lo que el PSOE está haciendo es «introducir en la fortaleza del Estado de derecho las peticiones o quizá las exigencias de los partidos a los que debe el Gobierno», y está «actuando de continente de los pulsos que Podemos está echando a la legitimidad y legalidad en España con la mano de Junqueras o el teléfono de Puigdemont», y eso, según ha advertido el líder del PP, es «algo que no podemos tolerar».
Casado ha argumentado que cuando acusaba a Sánchez de ser responsable de un golpe de Estado no es porque el Gobierno «sea el que esté alentando a la rebelión o la sedición de una parte de España» –«sólo faltaba», ha comentado–, sino de no poner medios para impedirlo.
Ha indicado que el PP no va a entrar «en lo pueril de decir con quién rompemos relaciones», y ha aseverado que Pedro Sánchez «sólo ha roto relaciones con la Constitución española, que ha jurado defender y no está defendiendo», y lo que debe hacer el presidente del Gobierno es «recomponer esas relaciones y romperlas con los independentistas del PDCat, ERC y Bildu», y, si no lo hace, «tendrá que explicarlo». «Más claro no se lo podemos decir», ha zanjado.
UN AÑO DE PUIGDEMONT EN BÉLGICA
Previamente, en el mismo acto, también se ha referido a la situación en Cataluña el portavoz del PP en el Parlamento europeo, Esteban González Pons, quien ha defendido el papel de los europarlamentarios españoles del PP para que la presencia de Puigdemont en Bruselas, de la que ya va a cumplirse un año, «no supusiera ninguna ventaja para los independentistas».
En esa línea, ha presumido de que, después de un año en Bélgica, el expresidente catalán «el único despacho oficial que ha pisado» en aquel país ha sido «el del juez», y no el de ninguna institución comunitaria o belga.