Casado no hablará de pensiones con CC.OO. y UGT antes del 10N por agenda y «para evitar electoralismo»
Los sindicatos lamentan que ni PP ni Ciudadanos respondieran su invitación a reunirse antes de comenzar la campaña
El presidente del PP, Pablo Casado, no recibirá antes de las elecciones a los secretarios generales de CC.OO., Unai Sordo, y de UGT, Pepe Álvarez, para tratar la revalorización de las pensiones públicas, pero sí buscará un encuentro con ambas organizaciones tras el próximo 10 de noviembre «para evitar acusaciones de electoralismo».
Las organizaciones sindicales remitieron el pasado mes de septiembre una carta a los máximos dirigentes de PSOE, PP, Ciudadanos y Podemos, con el fin de arrancarles un «compromiso explícito» antes del inicio de la campaña electoral para revalorizar las pensiones conforme al IPC.
Según han informado a Europa Press fuentes del PP, Casado ha recibido esta misiva y «ha intentado encajar» un encuentro con ambos líderes sindicales, pero no ha sido posible hacerlo ni este mes de octubre ni durante los próximos días de campaña electoral. En todo caso, estas fuentes aseguran que «se intentará buscar un encuentro días después de las elecciones, entre otras cosas para evitar acusaciones de electoralismo».
Asimismo, desde el PP aseguran que «la prueba de que la relación con los sindicatos es cordial» es la invitación a ambas organizaciones a la Convención Económica que celebró el partido recientemente en Córdoba, al que acudieron, han especificado estas fuentes, el secretario general de FICA-UGT, Pedro Hojas, y el secretario confederal de Participación Institucional de CC.OO., Francisco Carbonero.
VUELTA AL 0,25% SI NO HAY UNA NUEVA LEY
CC.OO. y UGT reclamaron esta ronda de reuniones con el fin de garantizar que la primera ley que elaborara o convalidara el nuevo Congreso fuera la subida de las pensiones con el IPC ya que, de no remediarse, las pensiones se revalorizarían en línea de la fórmula del IRP, que en situaciones de déficit financiero como el actual arroja una subida mínima del 0,25%.
Esta fórmula, conocida como índice de revalorización de las pensiones (IRP), entró en vigor a partir de la reforma de pensiones aprobada en 2013 por el Gobierno de Mariano Rajoy, y dejó de aplicarse en 2018 cuando, a partir del acuerdo entre PP y PNV para los Presupuestos, las cuentas incluyeron ese año y el siguiente, una subida de las pensiones al 1,6%, en línea la inflación prevista.
Sin embargo, tal y como lamentaron los sindicatos esta semana, ni PP ni Ciudadanos han respondido sus peticiones de reunión, algo que sí hicieron PSOE y Unidos Podemos, que ya han recibido este mes a CC.OO. y UGT.
Unidas Podemos, primer grupo que recibió a los sindicatos, aseguró a estas organizaciones que ya contaba con una ley preparada para subir estas pensiones, mientras que el PSOE ha confirmado esta semana a Sordo y Álvarez de derogar la reforma de pensiones de 2013 para recuperar el IPC real como referencia a la hora de revalorizarlas.