Casado avisa: el «independentismo xenófobo» que una minoría quiere imponer en Cataluña es problema de toda Europa
En alusión velada a Vox, subraya que ante el populismo no hay que «disfrazarse» de ellos o «doblar la apuesta»
El líder del PP, Pablo Casado, ha asegurado este miércoles que el «independentismo xenófobo» que una «minoría totalitaria» quiere imponer en Cataluña es un «problema de toda Europa» y ha agradecido al Partido Popular Europeo (PPE) su «firmeza inequívoca» para combatirlo y que no tenga «eco en las instituciones comunitarias».
Así se ha pronunciado Casado en su intervención ante el Congreso del PPE que se celebra en Zagreb (Croacia), donde además ha felicitado al exprimer ministro de Polonia Donald Tusk (presidente saliente del Consejo Europeo) por su designación como nuevo presidente de los populares europeos en sustitución del francés Josep Daulh.
Casado ha recordado que estos días han celebrado el 30 aniversario del derribo del muro de Berlín, el «muro de la vergüenza», que no cayó por una «catástrofe atmosférica» sino que fue «derribado gracias a los principios y valores» que permitieron fundar la Unión Europea.
LOS MUROS QUE HAY QUE DERRIBAR
Dicho esto, ha mencionado los cuatro muros que, a su juicio, hay que derribar: el muro del nacionalismo, el del populismo, el del identitarismo y el del proteccionismo. A su entender, solo desde los principios del PPE, «sin complejos» y «haciendo política con mayúsculas» lograrán derribarlos.
En primer lugar, ha destacado los «estragos» que produce el nacionalismo y ha compartido las reflexiones que lo definen como «puro veneno de la historia de Europa y de la historia del hombre». En la actualidad, ha subrayado que hay partidos en la Eurocámara que quieren «seguir dividiendo» a los ciudadanos y ha señalado que no pueden permitirlo.
En este punto, ha aludido también a la situación en Cataluña asegurando que «cualquier problema de nacionalismo en un Estado miembro o en una región europea es un problema de toda Europa» y ha llamado a derrotarlo con el Estado de Derecho sin ningún tipo de titubeos».
«Desde España, agradecemos al PPE la firmeza inequívoca contra el independentismo xenófobo que en Cataluña una minoría totalitaria pretende imponer y además haciéndose eco en las instituciones comunitarias», ha apostillado.
EL POPULISMO, TANTO DE IZQUIERDA COMO DE DERECHA
En segundo lugar se ha referido al muro del populismo, al que se ha referido como el «nuevo enemigo del siglo XXI» que «campa tanto en el lado de derecho de la ideología como en el izquierdo» y pretende poner en riesgo los fundamentos de la Unión Europea.
Frente a esos populismos, ha proseguido, «no hay que disfrazarse de populistas». «Frente a soluciones fáciles a problemas complejos no se puede doblar la apuesta sino que tenemos decirles que son incompatibles con los valores y principios que construyeron Europa», ha manifestado, para presentar al PPE como «la mejor vacuna contra los populismos que están asolando la economía, el estado del bienestar y la propia concordia civil» en los países miembros de la Unión.
En materia de inmigración ilegal, Casado ha señalado que, además de proteger las fronteras y garantizar que las fuerzas de seguridad preserven la «identidad territorial y el Estado del Bienestar», Europa debe acometer un nuevo Plan Marshall en el continente africano para que esos países abandonen la «extrema probreza».
EL MURO IDENTITARIO Y PROTECCIONISTA
En tercer lugar ha pedido derribar el muro del identitarismo, al que ha definido como «la nueva religión». En este apartado, ha aludido a la «religión verde» y a la «división» que ha provocado la lucha contra el cambio climático.
El presidente de los populares ha subrayado que el PPE no aceptará lecciones de la izquierda en materia de medio ambiente ni a la hora de defender los derechos y oportunidades de las mujeres, siendo la garantía para la erradicación de cualquier discriminación. «No es cierto que la izquierda es el que más ha luchado por la igualdad», ha remarcado.
En cuarto lugar, Casado ha criticado también el debate arancelario y proteccionista y que se ponga en cuestión el libre mercado como uno de los fundamentos liberales desde hace dos siglos junto a la propiedad privada, el Estado de Derecho y el respeto al individuo por encima del colectivo.
«Lejos de intentar defendernos poniendo más barreras, luchando en esa guerra arancelaria, creo que tenemos que convencer a las otras potencias de que el libre comercio es la única forma de garantizar la prosperidad económica y la sostenibilidad del estado del bienestar», ha manifestado, para añadir que la UE tiene que ser un factor fundamental en el comercio mundial.
Finalmente, ha apelado a una Europa «fuerte que quiere seguir siendo la mejor construcción política y geoestratégica» y que no se va a «enredar en debates existenciales» de nuevo. «Solo así conseguiremos decir a los populistas, nacionalistas, identitaristas y proteccionistas: tiren abajo esos muros y abran la puerta al progreso, al futuro y a la libertad».