Casado acusa al PSOE de promover el «revisionismo histórico» para justificar cambios en la Constitución sin el PP
Dice que la Ley de Memoria Democrática intenta «arrojar sombras» sobre la democracia y cuestionar el «fundamento del proyecto europeo»
El líder del PP, Pablo Casado, ha acusado este lunes al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y al PSOE, de promover un «revisionismo histórico» para «justificar» cambios en la Carta Magna sin contar con su partido. Tras destacar que la Transición fue un proceso «transparente y escrupulosamente abierto y democrático», se ha comprometido a «defender la Constitución, el pluralismo y el modelo autonómico completo».
Así se ha pronunciado Casado en la clausura de la mesa de debate Los Valores Constitucionales en la España del Siglo XXI organizada en el Congreso por el Grupo Popular y la Universidad Católica San Antonio de Murcia.
El encuentro, que ha inaugurado la portavoz parlamentaria del PP, Cuca Gamarra, ha contado con las intervenciones de Miguel Herrero Rodríguez de Miñón, ponente de la Constitución, y Francisco Vázquez, exalcalde de A Coruña. Ambos fueron diputados en la legislatura constituyente.
CITA A FELIPE GONZÁLEZ Y A GABRIEL CISNEROS
Casado ha comenzado su intervención citando una frase del expresidente Felipe González el 31 de octubre de 1978, en la sesión de aprobación de la Constitución; y otra del fallecido Gabriel Cisnero, otro padre de la Constitución, en las que ponían en valor la Transición y la Ley Fundamental. Según ha añadido, al primero, Podemos «imputó terrorismo del Estado» y al segundo le «intentó secuestrar otro socio del gobierno, Arnaldo Otegi».
Casado ha afirmado que «el compromiso del centroizquierda con la forma en que se hizo la transición y el compromiso del centroderecha con el contenido de la Constitución» resumen, a su juicio, «el éxito colectivo» del proceso democrático en España. Sin embargo, ha señalado que ahora tienen «una amplia parte de la izquierda que para rechazar el contenido pretende poner en cuestión el método mediante el cual se alcanzó, faltando a la verdad histórica».
De la misma manera, ha advertido de que hay «algunos sectores de la derecha dispuestos a poner en cuestión partes fundamentales del acuerdo constituyente, como el Estado autonómico o la circunscripción provincial». «Pero el acuerdo de todos solo se puede cambiar por el acuerdo de todos», ha apostillado.
UN CAMINO ABIERTO POR ZAPATERO
Según Casado, desde el año 2000 el PP ha ocupado un espacio de centro que ha puesto al PSOE en una «encrucijada: o competir con el PP por recuperar el centro, o buscarse nuevos socios en los extremos, socios que debía fortalecer y blanquear para que pudieran ofrecerle los apoyos parlamentarios necesarios». A su entender, es evidente con el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero se inició este último camino.
Casado ha recordado que en la investidura le dijo a Sánchez que su tarea y la del PP era «ensanchar juntos el espacio de centro» para hacerlo de nuevo tan grande como para que el PP y el PSOE pudieran competir dentro de él, sin hacerse dependientes de los «extremistas».»Es evidente que ha elegido hacer justo lo contrario, con efectos muy malos para su propio Gobierno, para su partido, para España y para Europa», ha aseverado.
En este sentido, ha recalcado que el «revisionismo histórico promovido hoy por el socialismo tiene ese origen y tiene ese propósito: justificar cambios constitucionales sin contar con el PP y con la parte de España a la que representa, tal y como explícitamente se le acaba de pedir, y tal y como ya se intentó con motivo del Estatut».
LA UE Y MENSAJE VELADO A VOX
Casado ha destacado que la UE «fue una pieza básica en el proceso de democratización de España» y que con ese ingreso han recibido más fondos de los que el conjunto de Europa recibió del Plan Marshall. «Poner en duda nuestra pertenencia a la Unión Europea existente constituye una de las más graves irresponsabilidades que se pueden cometer contra el interés de los españoles, especialmente en tiempo de crisis», ha manifestado, en alusión velada a Vox.
Tras afirmar que el espíritu que alentó la creación de las primeras Comunidades Europeas es el mismo que alentó la reconciliación nacional alrededor de la Constitución de 1978, ha destacado el «vínculo estrecho» entre la Ley fundamental y el europeísmo, de forma que cualquier «ataque» al espíritu de la Transición y a su resultado práctico es «un ataque directo al europeísmo».
En este punto, ha avisado que la denominada memoria democrática «no es solo un intento de arrojar sombras» sobre la democracia española sino que es también «un intento de cuestionar el fundamento del proyecto europeo mismo, que es la reconciliación y la concordia entre europeos». «Con las actitudes y con las intenciones que laten en esa iniciativa, la Unión Europea no existiría hoy. Y sin ella, España no tendría futuro», ha advertido.
DEFIENDE UN CONSTITUCIONALISMO MILITANTE
En su opinión, ser constitucionalista no puede ser «una nostalgia estéril envuelta en grandes palabras por lo que podría ser y no es», de la misma manera que ser constitucionalista «no puede consistir en quedarse en la trinchera esperando la próxima descarga de deslealtad e involución».
Es más, ha subrayado que la Carta Magna «no puede ser sólo un texto bonito dentro de un cristal blindado, tiene que ser un camino abierto de punta a punta de España». A su entender, no puede ser que hablar de futuro sea patrimonio de los que quieren disolver España.»Debemos lograr que la España de la Transición sea una patria nueva para todos los españoles de hoy», ha agregado.
Tras asegurar que «hace falta un constitucionalismo militante que deje de mirar por el retrovisor y mire decididamente hacia delante», ha confirmado que el compromiso del PP será «defender la Constitución, el pluralismo y el modelo autonómico completo».
Casado ha subrayado que la Transición que condujo hasta la Constitución fue un proceso «transparente, escrupulosamente abierto y democrático, ejemplar», como la elección de la Monarquía parlamentaria como forma del Estado. Según ha resaltado, en los últimos cuarenta años han protagonizado una «etapa excepcional» de la historia.
El líder del PP ha indicado que el espíritu de concordia consiste en «evitar poner sobre la mesa aquello que se sabe que es inaceptable para el resto de interlocutores clave del sistema». Tras asegurar que la primera tarea de la política es hacer posible la convivencia entre quienes no comparten las ideas pero comparten el país, ha acusado al Gobierno de PSOE y Podemos de hacer «justo lo contrario».