Carrizosa replica a Iglesias que «lo normal» es que una democracia aplique la ley a quienes incumplen la Constitución
El candidato de Ciudadanos a la Presidencia de la Generalitat de Cataluña, Carlos Carrizosa, ha rechazado la afirmación del vicepresidente segundo del Gobierno y líder de Podemos, Pablo Iglesias, de que la situación en la que están los líderes del proceso independentista de 2017 supone que en España no hay «plena normalidad política y democrática». Carrizosa le ha replicado que «lo normal» en un Estado democrático es que se aplique la ley a quienes intentan vulnerar la Constitución.
En una entrevista con el diario Ara , Iglesias ha indicado que «no hay una situación de plena normalidad política y democrática en España cuando los líderes de los dos partidos que gobiernan Cataluña, el uno está en la cárcel y el otro en Bruselas», en referencia a Oriol Junqueras (Esquerra Republicana de Catalunya), y Carles Puigdemont (Junts per Catalunya). Así, ha lamentado que el «conflicto político» catalán haya acabado «gestionado por vías policiales y judiciales».
En declaraciones a laSexta, recogidas por Europa Press, Carrizosa ha defendido que «lo que no es normal democráticamente» es que esos políticos intentaran desde la Generalitat «derogar el Estatuto (de Autonomía) y la Constitución contra la mayor parte de los catalanes y contra el resto de los españoles».
«Lo normal es que las instituciones reaccionen y que la ley se aplique, eso es lo normal en los países democráticos», ha subrayado, añadiendo que si los impulsores del procés han sido condenados y han acabado en la cárcel, se debe a su «empecinamiento».
DISCURSO «DIVISORIO Y VICTIMISTA» DEL INDEPENDENTISMO
El candidato de Cs ha criticado que, «después de muchas mentiras» a su electorado, al que prometieron «algo que no se podía realizar» como es la independencia de Cataluña, estos políticos digan ahora que España «es un país represor» o que «no es una democracia», siendo «evidente» que esto es falso.
«Tenemos que superar este discurso tan divisorio y victimista en el que se ha basado el independentismo catalán», en el que «unas cuantas oligarquías han intentado apoderarse de las instituciones y de Cataluña y han hecho un llamado a la población, con todos sus medios de propaganda, para que les secunde», ha manifestado.
Carrizosa ha afirmado que se presenta a las elecciones catalanas del próximo 14 de febrero para poner fin a esa etapa. El día después de los comicios, «tenemos que sentarnos y hacer un gobierno de cambio y de convivencia», y «si es con los socialistas, nosotros estamos superdispuestos», ha asegurado.
Según ha señalado, solo hace falta que los partidos no nacionalistas obtengan un escaño más que el bloque independentista, y por ello ha animado a los electores «constitucionalistas» a movilizarse e ir a votar, para vencer a un independentismo que está «dividido y desmoralizado como nunca».
CREE QUE CIUDADANOS TIENE VOTO OCULTO
Además, les ha pedido que concentren el voto en Ciudadanos, porque si el PSC ve que suma una mayoría suficiente con Esquerra y con Catalunya En Comú Podem, «va a cerrar un acuerdo» con ellos para formar un gobierno tripartito que «será la antesala de un segundo procés «. En cambio, cree que un Cs «fuerte» puede «obligar al PSOE a pactar con el constitucionalismo».
El dirigente de la formación naranja ha puesto en duda los datos de las encuestas electorales, que prevén una fuerte caída de su partido respecto a los 36 diputados que consiguió en 2017, y ha dicho que están acostumbrados a que los sondeos les atribuyan un resultado peor del que luego obtienen en las urnas. «Tenemos voto oculto, hay muchos intereses para bajar a Ciudadanos», ha advertido.
También ha hecho hincapié en el alto porcentaje de indecisos y de personas que dicen que no votarán y ha indicado que «de ahí puede salir el triunfo del constitucionalismo» si esos electores finalmente deciden participar.
«No tenemos que dejar Cataluña en manos de los radicales, de los extremistas, de los que quieren más de lo mismo y solo buscan el enfrentamiento», ha recalcado.
Apelando directamente a las personas que votaron a Cs hace tres años, que se consideran «de centro y progresistas» y que «abominan del dirigismo nacionalista y de los excesos de la derecha populista», les ha pedido que no tiren la toalla porque «el arma del cambio es la papeleta» y lo que va a pasar el 14-F «no está escrito».