Cantabria reúne al Centro de Coordinación para definir el plan de acción ante la llegada de pélets
25 empleados de Tragsa rastrean las playas, y la comunidad exige al Gobierno que active sus planes de emergencia y asuma sus competencias
El Gobierno de Cantabria constituyó ayer el Consejo de Dirección y Coordinación de la Emergencia de Protección Civil (CECOP), integrado por diferentes organismos y administraciones que se reúnen este miércoles para analizar las necesidades de medios y las líneas de actuación para frenar la llegada de pélets a las costas de la comunidad.
Mientras, la empresa pública Tragsa ha enviado a 25 trabajadores a rastrear las playas, divididos en cuatro grupos: dos en la zona central, uno en la oriental y otro en la occidental.
Allí, comprobarán si crece la llegada de microplásticos y si se extienden a otras además de las nueve conocidas hasta el momento: Merón y Prellezo en San Vicente de la Barquera; Canallave, Valdearenas y Portio, en Piélagos; La Virgen del Mar en Santander; Cuberris en Bareyo; Sonabia, en Liendo, y Somo, en Ribamontán al Mar.
El CECOP se reúne desde las 13.00 horas después de que el Ejecutivo regional confirmara ayer la llegada de los primeros pélets a estos arenales y elevara a nivel 2 su Plan Territorial de Emergencias de Protección Civil (Platercant), con el objetivo de «forzar» al Gobierno central a que active sus planes de respuesta marítima, especialmente el Plan Estatal de Protección de la Ribera del Mar contra la Contaminación (Plan Ribera), para actuar en alta mar y evitar que continúen expandiéndose estos microplásticos.
Una medida que se ha tomado «ante la falta de acción» del Gobierno de España, al que el de Cantabria (PP) acusa de «no haber hecho nada» en todo un mes para contener las bolsas de plásticos que cayeron al mar en aguas portuguesas el 8 de diciembre terminaran llegando a las comunidades, como ocurrió en Cantabria finalmente este martes tras Galicia y Asturias –el primer aviso en la comunidad se recibió a las 11.07 horas, desde la playa de Sonabia (Liendo)–.
«El Gobierno de España debió haber trabajado en el mes de diciembre y hoy no estaríamos hablando de lo que estamos hablando». «Si se hubieran recogido cuando cayeron al mar no tendríamos hoy pélets en Cantabria», han sentenciado los consejeros de Presidencia y de Medio Ambiente, Isabel Urrutia y Roberto Media, respectivamente, que han dado esta mañana una rueda de prensa para informar de las medidas tomadas ante este vertido tras una reunión de coordinación mantenida con la presidenta cántabra, María José Sáenz de Buruaga, y con el consejero de Pesca, Pablo Palencia.
Como han señalado, por ahora los pélets han llegado en cantidades «muy pequeñas» –«caben en una mano», ha dicho Media–, pero se prevé que se extiendan «prácticamente» todas las playas cántabras si no se actúa en alta mar, donde la competencia es del Estado.
Mientras, dentro de las competencias autonómicas Cantabria ha encargado al Centro de Investigación del Medio Ambiente (CIMA) un análisis sobre la toxicidad de estos residuos, y ha contratado a los 25 empleados de Tragsa aunque «se irán incorporando progresivamente todos los que sean necesarios para que la recogida sea rápida, eficaz» y que las playas vuelvan a su estado anterior.
Además, ha constituido el CECOP, al que ha convocado a entidades y administraciones como la Delegación del Gobierno en Cantabria; las Direcciones generales de Biodiversidad, Pesca, Medio Ambiente, Salud Pública, Puertos y Aguas; la Demarcación de Costas; la Capitanía Marítima; Salvamento Marítimo; el Puerto de Santander; Guardia Civil; Cruz Roja; Instituto de Hidráulica; CIMA o las empresas públicas Tragsa y Mare.
También, la Consejería de Pesca se reunirá mañana con las cofradías de pescadores para coordinar la actuación y extremar el control, que ya se está haciendo en el pescado aunque por ahora «no hay ningún elemento de alarma».
CANTABRIA, «LA MÁS RÁPIDA EN REACCIONAR»
Así, tanto Urrutia como Media han remarcado que «somos la comunidad donde más tarde han llegado los pellets, pero la más rápida en reaccionar», ya que se ha venido trabajado en coordinación con varios departamentos desde el lunes ante la posibilidad de que aparecieran estos plásticos, tras ponerse en contacto con miembros de la Xunta de Galicia y del Principado de Asturias.
«Hemos hecho como Gobierno lo que teníamos que hacer, nos hemos anticipado a la emergencia», y «quien diga lo contrario no está diciendo la verdad», han sentenciado los consejeros, asegurando que el lunes por la mañana se activó el Platercant en nivel de preemergencia y se informó a los 27 municipios costeros. «Quien diga que no se le avisó, como mínimo no está diciendo la verdad», han insistido.
Igualmente, han tachado de «muy frívolas y mediocres» actitudes de representantes políticos de la oposición que ayer se mostraron «corriendo por las playas a ver si encontraban pélets».
Al hilo, han incidido en que es el Gobierno central el que debe actuar activando «cuanto antes» el Plan Ribera, que se encuentra todavía en fase de alerta, para desplegar sus medios. De hecho, Cantabria decidió ayer pasar al nivel 2 del Platercant para «obligar al Estado a que cumpla sus competencias», pues entiende.
«Alguien en diciembre miró para otro lado», han reiterado los titulares de Presidencia y Medio Ambiente, que han ofrecido «toda la lealtad institucional y colaboración» al Ejecutivo pero han exigido que «ejerza sus responsabilidades» y, además de prestar ayuda para retirar los plásticos de los arenales –que también van a reclamar–, los recoja en alta mar para que no lleguen a la costa.
«Está muy bien la ayuda para quitar los pélets, pero es que queremos que no lleguen», ha sentenciado Urrutia, a lo que Media ha añadido que «el Gobierno de Cantabria no puede mandar barcos a recoger esos sacos a aguas internacionales, pero sería muy conveniente que esa labor que no se ha hecho se hiciera de forma urente».
Finalmente, han indicado que entidades de voluntariado como Ecoembes se han ofrecido a limpiar las playas pero con la cantidad de microplásticos que habían llegado hasta ayer «no hacía falta todavía».