Cantabria registró 693 incendios forestales que quemaron 6.641 hectáreas en primavera-invierno
La II fase del Plan de lucha contra incendios reforzará la prevención y mejorará la organización del operativo
Cantabria registró esta pasada temporada de primavera e invierno un total de 693 incendios forestales que quemaron 6.641 hectáreas, según datos provisionales de la campaña aportados este jueves por el Gobierno regional.
La mayor parte de los fuegos se concentraron, teniendo en cuenta las trece comarcas forestales de la región, en los valles del Pisueña y Miera, con 130 y 1.414 hectáreas arrasadas; Pas, con 123 incendios y 1.413 hectáreas; Besaya, con 100 focos y 320 hectáreas, y Nansa, con 72 fuegos provocados y 641 hectáreas quemadas.
Las cifras han sido facilitadas por el consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Guillermo Blanco, durante la Mesa para la Prevención y Lucha contra los Incendios Forestales en la comunidad autónoma, en la que se ha abordado la segunda fase del Plan Estratégico de Prevención y Luchacontra Incendios (PEPLIF), que prevé el reforzar la prevención y, también, la mejora de la organización del Operativo de la Consejería.
El documento, cuya aprobación se espera a principios de 2023 y con vigencia hasta 2027, plantea además nuevas medidas de comunicación y sensibilización, ha informado el Gobierno.
Los principales objetivos de esta segunda parte del plan son dotar de más medios humanos y materiales a la lucha contra los incendios forestales, reducir su impacto sobre el medio natural, contar con un sistema protocolizado de restauración de áreas afectadas, garantizar un adecuado sistema de planificación y coordinación entre administraciones, dotar de una estrategia eficiente de comunicación y sensibilización, así como garantizar la participación social.
Blanco ha aprovechado el encuentro para manifestar que los incendios forestales representan «una problemática compleja, no exclusiva de Cantabria, y en la que intervienen factores de diferente índole y a distinta escala, y que también está muy condicionada por componentes que escapan al control de un Operativo».
Se ha referido así a las condiciones meteorológicas en un momento determinado, o el cambio climático como factor global, además de «la intencionalidad de una persona que decide prender fuego al monte y que es la condición inicial en la inmensa mayoría de los incendios que se producen en Cantabria y en el resto de España», ha denunciado.
Y ha aprovechado para reiterar el reconocimiento al trabajo realizado por todos los miembros del Operativo de Prevención y Lucha contra los Incendios Forestales, dependiente de la Dirección General de Biodiversidad, Medio Ambiente y Cambio Climático, «día a día, las 24 horas del día y los 365 días del año», así como al apoyo recibido por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD) y a la Junta de Castilla y León, en forma de medios humanos y materiales para la extinción de algunos incendios.
DOCUMENTO
En cuanto al Plan de lucha contra incendios forestales y a la reunión, se ha presentado el documento de Diagnóstico, Establecimiento de Objetivos, Marco de Actuación y Despliegue del PEPLIF.
Blanco ha indicado que su departamento ha mantenido reuniones con los distintos agentes implicados para elaborar con sus aportaciones un documento inicial en el que se analiza la situación actual de los incendios forestales, se establecen unos objetivos y se diseña un marco de actuación con 23 objetivos específicos y 70 medidas de organizativo, técnico, normativo y económico, entre otras.
Así, la segunda fase del PEPLIF pretende, entre otros, garantizar la participación social y dotar a la Dirección General de Biodiversidad, Medio Ambiente y Cambio Climático de la estructura administrativa, los recursos materiales y humanos, los protocolos de organización internos y la formación necesaria para cumplir el Plan.
Además, reducir el impacto de los incendios forestales en Cantabria, disminuyendo su número y efectos sobre el medio; garantizar un adecuado sistema de planificación y coordinación entre las administraciones en previsión de incendios que puedan generar emergencia en el ámbito de la protección civil; dotar a la región de un sistema protocolizado de restauración de las áreas afectadas por incendios forestales, y también de una estrategia eficiente de comunicación y sensibilización en relación con los fuegos.
Blanco ha destacado la importancia de seguir trabajando de forma continua en las acciones que se demuestren más eficientes, «buscando soluciones a problemas concretos para ir reduciendo de forma continua la problemática general, siempre conforme a una estrategia lógica previamente planificada y huyendo de simplificar una realidad compleja».
«Los incendios forestales no se van a atajar de forma definitivamente en cuatro años. Estamos ante un problema muy importante y muy grave, tanto en el Noroeste español como en el conjunto de España y la Europa Mediterránea», ha advertido el consejero, quien ha recordado el esfuerzo importante realizado por su departamento para incrementar en esta legislatura la dotación personal hasta el punto de que «en estos momentos contamos con el mayor número de efectivos en prevención y luchas contra incendios forestales alcanzado nunca en Cantabria».
En este sentido, ha avanzado que en la segunda fase del Plan se va aprobar una nueva estructura de relación de puestos de trabajo con el objetivo de modernizar la organización interna y reforzar las capacidades técnicas en la planificación y gestión forestal de Cantabria.
También ha anunciado la creación de un nuevo decreto que regule el funcionamiento del Operativo de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales con el fin de sustituir al actual, vigente desde 2011, así como consolidar el sistema de quemas controladas y prescritas con el fin de implementar un nuevo modelo para el uso del fuego como herramienta de gestión, completando a los desbroces y la ganadería extensiva.
Blanco se ha mostrado partidario de aprobar en esta segunda fase del PEPLIF de un nuevo Plan Forestal de Cantabria, alineando esta política con la gestión del riesgo, el fomento de la ordenación de montes y la puesta en marcha del Plan de Movilización de los Recursos Forestales de Cantabria.
Estas medidas se complementarán con la creación de una página web para proporcionar información «veraz, rigurosa y completa» a la sociedad relativa a los incendios forestales.
QUEMAS CONTROLADAS
La Mesa también ha informado sobre el grado de implantación de la orden por la que se regulan las quemas controladas y prescritas en Cantabria y que incluye la práctica formativa en la realización las mismas entre los profesionales del sector ganadero y los propietarios de los montes.
En el marco del PEPLIF, este año se han organizado 26 cursos en las distintas comarcas forestales, con la participación de 484 personas, si bien están de ejecutarse en su parte práctica antes de que acabe el año un total de 5 y 154 personas en proceso de acreditación.
Además, se han autorizado todas las solicitudes para la realización de quemas rurales, en concreto, 6.125, y se han concedido 185 autorizaciones para realizar rodales de quema en monte, que suman una superficie de 1.734 hectáreas en distintas comarcas forestales.
El consejero ha confiado en la eficacia de esta nueva orden a la hora de implementar un procedimiento público y transparente que dote de una mayor seguridad jurídica a los usuarios del fuego en el medio natural y frenar la acción de los incendiarios.