Cantabria recupera la celebración de Las Marzas tras dos años de interrupción por la pandemia
Más de un centenar de marceros invocan la primavera desde el Parlamento regional
Cantabria ha vuelto a recuperar la celebración institucional de Las Marzas después de dos años de interrupción por la pandemia del coronavirus, que obligó a suspender las ediciones de 2021 y 2022. Estos cánticos populares, con los que tradicionalmente se da la bienvenida a la primavera, han sonado este miércoles de nuevo en la sede del Parlamento autonómico.
Coincidiendo con el primer día del mes de marzo más de un centenar de marceros de la Ronda de Torrelavega, Rondas Las Fuentes y Ronda Altamira han llamado a la puerta de la institución, como manda la tradición, para invocar la primavera con coplas costumbristas cántabras.
Los maceros han llegado cantando a la calle Alta y han solicitado el permiso del presidente de la institución, Joaquín Gómez, quien les ha abierto la puerta acompañado por el presidente del Gobierno, Miguel Ángel Revilla, y el vicepresidente Pablo Zuloaga.
«Ave María, señores, buenas noches les dé el cielo, a las puertas nos tenéis a los mozos de otros pueblos», ha comenzado diciendo el presentador del acto. «Damos marzas», ha respondido Gómez, quien ha subrayado que es un honor recibir en este Parlamento una de las tradiciones cántabras «más veteranas» y ver que aún hay cántabros «que se comprometen a mantener esta noche de marzas».
El presidente de la Cámara ha resaltado este primer día de marzo que conmemora el final del invierno y la llegada de la primavera «y que frente a la oscuridad de los meses más fríos del año supone el renacer con esa primera luna». Por ello, ha calificado esta noche «de canto y alegría» como «una metáfora de la esperanza, del anuncio de buenas nuevas que ha sido y es costumbre ir notificando de puerta en puerta».
Gómez ha finalizado considerando que esta tradición «tiene que ser heredada y mantenida por los más jóvenes» y por ello desde las instituciones «debemos proteger, divulgar y contribuir a que esto sea así».
Por su parte, Revilla ha felicitado a los marceros por el «éxito» de la presente edición y ha destacado su «vocación» por cantar Las Marzas cada año. En este sentido, ha llamado a mantener esta tradición e involucrar a las nuevas generaciones, porque «esto no se puede perder».
En esa labor, ha añadido, está el Gobierno regional, que, a través de la Consejería de Educación, está fomentando estos cánticos populares en los centros educativos para «mantener viva la llama» de la cultura popular, de la que se ha confesado un «entusiasta».
Mientras, Zuloaga ha señalado que la identidad de Cantabria es «un valor» que los cántabros están obligados a mantener y ha agradecido a los marceros la salvaguarda de generación en generación de una tradición con gran «arraigo» en la Comunidad Autónoma y que es «motivo de orgullo».
Según ha dicho el vicepresidente, el reto que tiene por delante la sociedad regional es hacer partícipes de estas costumbres a los más jóvenes y «velar» por conservar un legado que es «seña de identidad» de Cantabria.
Siguiendo la tradición, los marceros, más de un centenar, han llamado a la puerta del Parlamento y han preguntado «¿cantamos, rezamos o nos vamos?», a lo que el presidente de la institución, en su calidad de anfitrión, ha respondido «pasad, amigos, pasad».
A continuación, los marceros han accedido al interior del edificio y, después de presentarse, han solicitado permiso para cantar un repertorio que ha incluido temas clásicos como Buenos mozos , De casa salimos , La Rutona , Ha venido marzo , A los de esta casa Dios les de Victoria o Marzo Florido .
Finalmente, Revilla, Zuloaga y Gómez han entregado los habituales aguinaldos, consistentes en sendos cuévanos con productos de la tierra, que las agrupaciones donarán a Cáritas. Además, Zuloaga ha hecho entrega también de 50 entradas para el Palacio de Festivales, al objeto de posibilitar el acceso a la cultura a personas desfavorecidas.
Las Marzas fueron declaradas Bien de Interés Cultural, en la categoría de Inmaterial, en 2015. La tradición se remonta a las coplas que se cantaban en los pueblos para dar la bienvenida a la primavera. En 1990, la Federación de Coros, presidida por Juan José Crespo, retomó el canto de Las Marzas por las calles de Cantabria con el apoyo del Gobierno regional.