Cantabria habilita 200 plazas en albergues públicos y seis pisos para refugiados
La Asociación de Ucranianos y el Gobierno regional claman organización y al Gobierno de España y la UE para canalizar y ordenar las aportaciones
Cantabria pone a disposición 200 plazas públicas en albergues y seis pisos para acoger a los refugiados ucranianos que puedan llegar a la comunidad autónoma tras huir de la invasión rusa a su país, a lo que se unen ya 230 ofrecimientos de particulares que ya hay para dar cobijo a estas personas en sus propias casas.
Así lo ha anunciado este martes el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, tras la reunión mantenida con representantes de la Asociación de Ucranianos en Cantabria, en la que también han participado la consejera de Presidencia, Interior, Justicia y Acción Exterior, Paula Fernández, y la directora general de Cooperación al Desarrollo, Silvia Abascal.
Tanto Revilla como la presidenta de la Asociación, Mariya Kurnytska, han agradecido las muestras de solidaridad y las «ansias de aportar ayuda» de los cántabros para ayudar al pueblo ucraniano pero también han pedido a la población «sosiego» y «calma» a la hora de realizar aportaciones para que éstas puedan organizarse y que puedan llegar de forma real a este país y no se pierdan.
Y es que, según han explicado, ante esta «avalancha» de ayudas y aportaciones de ropa, alimentos y material que se están recibiendo la asociación está a punto de «colapsar».
Para poder organizar todas estas contribuciones, Revilla cree que debe haber una organización de «arriba a abajo» y, por ello, ha reclamado a la Unión Europea y al Gobierno de España «instrucciones claras» sobre cómo canalizar estas aportaciones. «Si no, estaremos dando palos de ciego», ha dicho.
En este sentido, Revilla ha señalado que haya pedido a la Unión Europea la creación de un «macrocentro» de recogida de todo el material que desde los distintos países se envíe para que allí se clasifiquen y se pueda hacer llegar de una forma ordenada a Ucrania para que no se pierda nada de lo que se envíe.
Y es que, según ha dicho, en estos momentos en las fronteras con ese país en guerra hay un «desbarajuste enorme» de material y, por ello, se necesita organización.
También, aunque reconocen el valor de todas las aportaciones que la gente hace «de todo corazón», han pedido a la población que no done material que se puede perder, como por ejemplo alimentos perecederos o con baja caducidad, como la leche.
La presidenta de la asociación ha pedido funcionar como un «bloque» y ha agradecido al Gobierno regional su apoyo.
Además, tanto Revilla como la presidenta de la Asociación de Ucranianos en Cantabria, han agradecido a las empresas de transporte de la comunidad que han puesto a disposición sus camiones para llevar a las fronteras con Ucrania el material humanitario desde Cantabria.
En este sentido, el presidente regional ha abierto la posibilidad de que se ponga a disposición algún tipo de ayuda para que éstas empresas no tengan que asumir de forma íntegra el gasto que supone este transporte.
REFUGIADOS
En cuanto a los refugiados, Revilla cree que Cantabria podría acoger en estos momentos sin problemas a unos 600 ucranianos, aunque ha afirmado que se va a acoger y atender a todos los que lleguen.
Por ahora, se han habilitado 200 plazas en los albergues de Potes, Tama, Penagos, Arnuero y Loredo, además de seis pisos.
En este sentido, ha señalado que será el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones del Gobierno de España, el que se encargue de organizar la distribución de refugiados entre las distintas comunidades y determinar el número de los que deben llegar a cada territorio.
El presidente ha explicado también que ha hablado con el obispo de Santander, Manuel Sánchez Monge, para plantearle la posibilidad de que ponga a disposición el Seminario de Corbán para poder acoger a más refugiados, algo que éste «estudiará» o, si no, buscará otro tipo de dependencias.
Y en cuanto a los ofrecimientos que están llegando de particulares cántabros para poner a disposición su casa para acoger a refugiados ucranianos, entre ellas la del propio presidente cántabro –según él mismo ha anunciado–, Revilla ha explicado que esas solicitudes se deben canalizar a través de Cruz Roja, que, además empleará los recursos que le están llegando de la Unión Europea y del Gobierno de España para costear los gastos de manutención y asistencia a estos refugiados.
LAS CONSECUENCIAS ECONÓMICAS DE LA GUERRA EN UCRANIA
Además, Revilla se ha referido a las «tremendas» consecuencias económicas que esta guerra va a tener para Europa, España y Cantabria, algunas de las cuales ya se están haciendo notar.
«Esto es mucho peor que el Covid», ha advertido Revilla al ser cuestionado por la parada de una semana iniciada este martes por la empresa Forgins and Castings en la Acería y Fundición ante el «inasumible» coste de la energía y las materias primas, una situación que ya venía de antes pero que se ha complicado más con la guerra de Ucrania.
El presidente cántabro ha advertido que varias empresas «lo van a pasar mal» y considera que se deben de tomar medidas a nivel mundial y de la UE para paliar esa situación.
En este sentido, ha aplaudido y valorado «positivamente» la medida que se está planteando el Gobierno de Estados Unidos de reducir las sanciones a Venezuela para permitir a este país, entre otras cosas, producir más petróleo y venderlo en el mercado internacional, como una alternativa al petróleo ruso.
Revilla cree que esta misma posibilidad se debería de estudiar con Irán, otro «gran» productor de petróleo. «Habrá que decirle que se le permite vender petróleo, no sé en qué condiciones pero ante una emergencia aquí no debe haber vetos a nadie que no esté involucrado directamente en una invasión y no creo que en estos momentos ni Irán ni Venezuela sean un peligro a corto plazo de que van a invadir a nadie», ha dicho.
El presidente cántabro cree que puede haber «soluciones» y «alternativas» a la dependencia energética que tiene la UE de Rusia. «Quizás antes hubiera que haber planificado que esto pudiera ocurrir», ha reconocido.
Además, en cuanto a España, considera que precisamente que parte de las consecuencias que se pueden padecer en este ámbito por el conflicto se deben a la gran dependencia energética que tiene el país.
Revilla ha lamentado que el país haya estado, a su juicio, «dormido en la comodidad» de unos precios hasta ahora relativamente bajos de la energía que procedía de fuera y no haya avanzado como debiera en la autosuficiencia energética pese a tener recursos para hacerlo, como el sol o el viento. Además, considera que «a lo mejor también nos hemos precipitado» en desechar la energía nuclear.
«Hemos estado tan bien con los suministros que nos llegaban de otro sitio que hemos abandonado una prioridad que es la autosuficiencia energética», ha dicho.
En este sentido, Revilla ha mandado un mensaje a «aquellos que protestan» por la instalación de energías alternativas, como son los parques eólicos. Así, les ha pedido que «entiendan que la energía mueve el mundo y sin energía no hay nada que hacer». «Sin energía pues viene lo que no está viniendo ahora», ha advertido el presidente regional.
Además del problema de la energía, Revilla ha alertado de las consecuencias que va a tener la guerra en las exportaciones de cereales, trigo y otros productos agrícolas que exportan a países como España los países implicados ahora en la guerra, algo que también ha achacado a la dependencia que tiene España en este ámbito pese a, históricamente, haber sido un productor agrícola.