Cantabria dispondrá de un nuevo modelo de actuación centrado en la evolución de cada municipio
En algunas localidades se permitirá la apertura de la hostelería y en deporte en instalaciones cerradas a partir del día 11
Cantabria está elaborando un nuevo modelo de actuación frente al Covid-19 una vez que, a las 00.00 horas del domingo 9, decaigan las medidas de cierre perimetral de las comunidades y toque de queda amparadas por el estado de alarma, que estará centrado en el control de la evolución de cada municipio, para adoptar medidas concretas en cada caso.
Un modelo que estará publicado antes del 11 de mayo y que sustituirá al decreto vigente hasta entonces, que incluye el cierre de algunas actividades como hostelería o deporte en interiores, que en municipios con baja inicidencia podrían retomarse a partir de esa fecha.
El nuevo modelo supondrá «ampliar el zoom» sobre cada municipio con el objetivo de evitar llegar al cierre perimetral de los mismos implantando, en caso necesario, medidas de reducción de la movilidad.
Así lo ha informado hoy el vicepresidente y portavoz del Gobierno de Cantabria, Pablo Zuloaga, que ha indicado que desde Sanidad se está trabajando en adaptar las medidas que se vienen implementado para seguir garantizando la asistencia hospitalaria.
Ha explicado que se trata de un «modelo diferente» del actual, que ya aplican otras comunidades, con la mirada puesta no en la globalidad de la comunidad autónoma sino en cada uno de los municipios, de forma que se establezcan umbrales en función de la evolución de los diferentes parámetros del Covid, como la incidencia acumulada, la positividad, etcétera, para, en cada caso, y también en función del tamaño –«habrá diferencias» en este sentido–, permitir el desarrollo de actividades, tanto en interior como en exterior.
Respecto a si la comunidad se plantea pedir autorización de medidas al Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC), Zuloaga ha explicado que la región aplicará las necesarias para contener la evolución del virus y garantizar la capacidad hospitalaria y la «eficacia» de sus trabajadores, pero «siendo conscientes de que el escenario ha cambiado» con el decamiento del estado de alarma, y «permitiendo el desarrollo de actividades», teniendo en cuenta la evolución de cada municipio.
«Lo que Cantabria va a hacer es ampliar el zoom sobre cada uno de los municipios, estudiando en cada caso la evolución, para tomar medidas concretas en cada uno», ha explicado, precisando que el nuevo modelo fijará las limitaciones en la movilidad en los municipios en función de la incidencia y otros parámetros y teniendo en cuenta la capacidad hospitalaria, «que imperará en todo momento».
De este modo, en función de las ratios que se fijen para pasar de un umbral a otro, habrá municipios que puedan tener actividades abiertas en interior y exterior; otros que al superar un umbral intermedio tendrán que cerrar su actividad en el interior manteniéndola en el exterior; y otros que, habiendo rebasado el umbral superior, tendrán que tener completamente cerrada su actividad interior y exterior.
El cierre de municipios, como se hizo en etapas previas en Cantabria en Santoña, Colindres o en barrios como La Inmobiliaria, es una potestad de la Dirección General de Salud Pública, si bien el modelo pretende evitar llegar a ello marcando umbrales que limitan la movilidad antes de llegar «al último recurso que es limitar la movilidad de un municipio, de un barrio o de un bloque de pisos», ha indicado Zuloaga.
Respecto a si Cantabria se plantea alguna fórmula legislativa, como la del Gobierno vasco, el vicepresidente ha asegurado que el Ejecutivo seguirá arbitrando los dictados de Salud Pública a través de los decretos y órdenes de la Consejería y la Dirección General de Pública.
Cuestionado sobre la apertura del cierre perimetral con el País Vasco, dada su alta incidencia, Zuloaga ha afirmado que «la incidencia del País Vasco ya nos repercute» pues si Cantabria no ha conseguido contener la curva de casos como esperaba ha sido por la cercanía con Euskadi y la necesidad «de miles de cántabros y vascos de pasar diariamente de un territorio a otro por necesidades laborales».
«Todos somos conscientes de las intenciones del Gobierno vasco pero también las limitaciones legislativas que tenemos las comunidades en el momento que decae el estado de alarma», ha dicho, reiterando que Cantabria trabaja en una norma que sea diferente para cada municipio en función de su tamaño atendiendo a la evolución del coronavirus.
No obstante, ha recordado que el 9 de mayo habrá más de cinco millones de personas vacunadas en todo el país, y en Cantabria, un tercio de la población ha recibido al menos una dosis, de modo que el avance en la campaña de vacunación es «la principal necesidad para garantizar que después del estado de alarma podamos mantener una cierta actividad para recuperar la economía, el empleo».
Preguntado si es partidario del cierre perimetral de Cantabria ante la incidencia en comunidades vecinas como el País Vasco, Zuloaga ha subrayado que no es una cuestión personal sino «de legalidad y de norma». Tras defender la utilidad del estado de alarma y matizar que se decretó cuando no había vacunas, ha recordado la intención era que decayera cuando la vacunación fuera una realidad.
«El estado de alarma se creó con una finalidad, esa finalidad se ha cumplido y ahora hay una campaña de vacunación avanzando a gran ritmo y esa es la principal garantía», además de que «es necesario avanzar ya en ese escenario de la recuperación económica de Cantabria dado el avance de la campaña».
Por otra parte, Zuloaga ha avanzado que se publicará hoy la prórroga durante otros 14 días de las medidas de la última resolución de la Consejería de Sanidad, incluido el cierre del interior de la hostelería y los aforos, que anunció ayer el director general de Salud Pública, Reinhard Wallmann.