Cantabria contará con una segunda boya oceanográfica para el estudio del cambio climático y el ecosistema marino
El Instituto Español de Oceanografía iniciará su desarrollo tecnológico a partir del año que viene con apoyo de la Consejería de Medio Ambiente
Cantabria contará con una segunda boya oceanográfica para mejorar los estudios dedicados a las ciencias del mar y, más en concreto, al conocimiento científico del papel del océano en el clima, la sostenibilidad de los recursos pesqueros y el medio ambiente marino.
Así lo han anunciado este martes el consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Guillermo Blanco, y la subdirectora del Instituto Español de Oceanografía (IEO) en Cantabria, Raquel Somavilla, durante la visita que han realizado al puerto de Santander para comprobar las tareas de refondeo de la boya oceanográfica Augusto González Linares que, tras haber sido revisada durante el último año, ha vuelto al mar para continuar con sus tareas de estudio en materia de geología marina, oceanografía física y química, biología marina, pesquerías y control medioambiental.
Tal y como han explicado, el nuevo proyecto, que contará para su mantenimiento con el apoyo económico del Gobierno de Cantabria, a través de la Consejería de Medio Ambiente, como ha venido haciendo hasta ahora, consistirá en el desarrollo tecnológico de una nueva boya a cargo del IEO en Cantabria para suplir a la actual cuando precise una revisión en tierra, y poder contar siempre con una boya en el mar que recopile datos de manera permanente y sin ningún tipo de interrupción.
Tanto Blanco como Somavilla han coincidido en destacar la importancia de contar con un «potente» sistema de medición de datos en tiempo real con una boya que desarrolla su actividad en el ámbito nacional y mares adyacentes y que cuenta con la tecnología más puntera.
En concreto, registra datos acerca de la temperatura del agua y del aire, la humedad relativa, la presión atmosférica, la velocidad y dirección del viento, la altura máxima y dirección del oleaje, el periodo de oleaje, la velocidad y dirección de la corriente, la salinidad, la clorofila, y el oxígeno, entre otros.
Ambos han reafirmado el compromiso de ambas instituciones de reforzar su colaboración con el fin de aunar esfuerzos en materia de lucha contra el cambio climático a través de diferentes estudios dedicados a las ciencias del mar y, más en concreto, al conocimiento científico del papel del océano en el clima, la sostenibilidad de los recursos pesqueros y el medio ambiente marino.
También han puesto en valor la importante labor que desempeña la boya Augusto González Linares , que se mantiene unida al fondo a una profundidad de 2.840 metros, a 22 millas al norte de Cabo Mayor (Santander), a la hora de transmitir datos cada hora al centro oceanográfico y aportar información de gran importancia también a escala regional entre la comunidad meteorológica, medioambiental, pesquera, náutica, marítima y turística de Cantabria.
El titular de Medio Ambiente ha destacado igualmente la labor investigadora que realiza el IEO y ha reafirmado el compromiso de su departamento de fortalecer las vías de colaboración con el instituto, al que se ha referido como «un organismo fundamental para ayudarnos a combatir los efectos del cambio climático en Cantabria».
Una lucha que, según Blanco, «es crucial y por eso en 2019 realizamos la Declaración de Emergencia Climática en Cantabria y empezamos a impulsar diversas medidas para mitigar sus efectos más nocivos».
En este sentido, ha recordado las actuaciones que ambas instituciones desarrollan de manera conjunta, entre las que ha destacado la subvención anual de 45.000 euros que la Consejería, a través del Centro de Investigación del Medio Ambiente (CIMA), destina en 2021 al IEO «para garantizar el mantenimiento de sus instrumentos de actuación».
Un apoyo que, según ha dicho, el Gobierno de Cantabria seguirá manteniendo en los años sucesivos, al igual que en otras líneas de trabajo, tales como el estudio de las aguas litorales, el seguimiento de las características oceanográficas de las aguas costeras, y la propia boya oceanográfica Augusto González Linares .
«Se trata de un centro con un gran potencial investigador y Cantabria debe aprovechar los importantes estudios que realizan sus investigadores sobre los procesos que tienen lugar en el mar, las afecciones al ecosistema y el impacto de las actuaciones humanas», ha subrayado Blanco, quien ha recordado que el IEO es una de las entidades que forma parte del Consejo Asesor de Cambio Climático y Medio Ambiente, órgano consultivo creado en la presente legislatura.
Por su parte, la subdirectora del IEO ha agradecido al consejero la predisposición de departamento de impulsar la colaboración entre ambas instituciones ya que, según ha dicho, «ha permitido y permitirá retomar muchas líneas de investigación en las que participamos de manera conjunta, así como emprender nuevas líneas y contratar más personal».
En la visita también han participado, ente otros, el director del Centro de Investigación del Medio Ambiente (CIMA), Agustín Ibáñez, y el delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en Cantabria, José Luis Arteche.
INVESTIGACIÓN MARINA EN CANTABRIA
El IEO es un organismo público dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación que se dedicada a la investigación marina, centrando sus estudios en las pesquerías con el fin de conocer el estado de los stocks de peces, moluscos y crustáceos de interés para las flotas españolas, así como proponer a las administraciones las medidas de gestión de los recursos renovables y asesorarlas en la asignación de las cuotas de captura y en las medidas técnicas de su explotación.
El IEO, en cuya delegación en Santander trabajan actualmente alrededor de 70 investigadores, también desarrolla diferentes líneas de investigación relacionadas con la acuicultura y que estudian las técnicas de producción a escala preindustrial de peces y moluscos para promover la transferencia y aplicación de los resultados alcanzados a proyectos industriales, así como para diversificar la producción entre un máximo número de especies rentable.
También trabaja en proyectos de medio marino y protección ambiental para conocer la dinámica marina y los procesos oceanográficos y la influencia de su variabilidad en el ecosistema, la biodiversidad, los recursos marinos y la interacción entre el océano y el clima.