Cantabria contará con dos nuevas deducciones en el IRPF para captar inversión extranjera y traslados de residencia
El Gobierno de Cantabria (PP) va a introducir dos nuevas deducciones fiscales en el IRPF: para captar inversión extranjera y para personas físicas que trasladen su residencia habitual a Cantabria desde otra comunidad autónoma o el extranjero.
Así lo ha anunciado la presidenta regional, María José Sáenz de Buruaga, este miércoles en el Debate del Estado de la Región, que ha indicado que desde el Ejecutivo van continuar con la política de «impuestos bajos» para apoyar a las familias y a las empresas, y atraer nuevos inversores.
Según ha explicado, el primer incentivo fiscal tiene como objetivo atraer inversión internacional y favorecer la llegada de nuevos proyectos empresariales, dado que la inversión extranjera en Cantabria es «incomparablemente menor» que en regiones uniprovinciales próximas, como La Rioja (20 veces menos), Asturias (30 veces menos) o Navarra (80 veces menos).
Se trata de una deducción del 20% en la cuota autonómica del IRPF para las inversiones que realicen en activos financieros en un periodo máximo de seis años.
Una medida que, según la presidenta, «no tiene impacto presupuestario alguno» puesto que se trata de nuevos residentes que no habían tributado nunca en Cantabria. Al contrario, ha indicado, van «incrementar» la recaudación atrayendo nuevo patrimonio.
La segunda deducción tiene como destinatarios a aquellos contribuyentes que trasladen su residencia habitual a Cantabria para compensar los gastos de desplazamiento y permanencia que se generan por el cambio de la vivienda habitual.
El requisito es que el contribuyente no haya tenido su residencia en la región en los últimos cuatro años anteriores a la fecha del traslado, y que la mantenga durante al menos los tres años inmediatamente posteriores al de la adquisición de la condición de residente.
Se podrá aplicar una deducción del 10% con carácter general y del 25% cuando sea por motivos laborales, puesto que no se trata solo de «aliviar situaciones injustas», sino de «transformar la perspectiva de nuestro modelo económico y la imagen de Cantabria como una tierra que ahuyenta la inversión».
«Las ideologías simplonas, las obsesiones burocráticas y el desorden de planteamientos no tienen cabida en nuestra política económica», ha trasladado Buruaga.