Canadá cancela los permisos para las exportaciones de armas de alta tecnología a Turquía
El Gobierno de Canadá ha cancelado los permisos para las exportaciones de armas de alta tecnología a Turquía, ya que asegura tener en su posesión «evidencia creíble» de que estas eran desviada a los combates en Nagorno Karabaj.
Así lo ha confirmado el ministro de Relaciones Exteriores, Marc Garneau, que ha explicado que, en concreto, se han cancelado las licencias para los sistemas de aviones no tripulados después de que una revisión haya constatado que las armas acabaron en Azerbaiyán sin el consentimiento de Ottawa, recoge CBC.
No es la primera vez que el país norteamericano lanza este tipo de acciones contra Turquía, ya que el pasado octubre suspendió 25 permisos de exportación de bienes y tecnología militar y otros cuatro en noviembre tras informes de que Azerbaiyán estaba utilizando sistemas ópticos y de adquisición de objetivos fabricados en Canadá en su ofensiva militar contra las fuerzas armenias en Nagorno Karabaj.
Así, tras la revisión de los informes, los permisos que habían quedado suspendidos en octubre han sido cancelados hoy definitivamente ya que el uso de las armas de alta tecnología por parte de Ankara «no fue consistente con la política exterior canadiense, ni con las garantías de uso final dadas por Turquía».
Además de anunciar la cancelación, el responsable de Exteriores canadiense ha especificado que ha hablado con su homólogo turco para trasladarle la «preocupación de Canadá».
Como Turquía «es un importante aliado de la OTAN», Ottawa y Ankara «deben iniciar un mecanismo de diálogo entre funcionarios para generar confianza mutua y una mayor cooperación en permisos de exportación para garantizar la coherencia con las garantías de uso final antes de que se emitan más permisos para bienes y tecnología militares», ha subrayado Garneau.
Por su parte, tras el anuncio Turquía ha acusado a Canadá de tener un doble rasero, ya que envía continuamente armas a Arabia Saudí a pesar de su papel en la guerra de Yemen y su historial de violaciones de Derechos Humanos, por lo que espera que Ottawa evite «medidas no constructivas».