Calviño quiere que las medidas de alivio para los hipotecados alcancen a las clases medias
Pide más medidas a la banca para los deudores hipotecarios y afirma que estas negociaciones no se han visto afectadas por el impuesto al sector
La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, ha pedido que las medidas que se están negociando entre su departamento y la banca alcance también a las familias de clase media que pudieran estar en riesgo de vulnerabilidad como consecuencia de las subidas de tipos de interés.
En una entrevista que ha concedido este jueves la vicepresidenta primera a Las Mañanas de RNE, ha señalado que su ministerio y las asociaciones bancarias están trabajando en «dos vías», por un lado, reforzar las medidas para las familias vulnerables, cuya cuota hipotecaria supone entre un 40% y un 50% del gasto mensual, y por el otro, que estas medidas lleguen también a las clases medias.
«Queremos que también aquellas familias de clase media que pudieran entrar en riesgo de vulnerabilidad como consecuencia de la rápida subida de tipos de interés, es decir, que no hayan perdido el empleo o tengan problemas para alcanzar el mínimo para vivir, pero sí se vean muy afectados en su situación financiera, puedan tener mecanismos de protección», ha afirmado.
Esta declaración va en línea con la que hace pocas semanas trasladó la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quien reclamó que las medidas que se pactasen para deudores hipotecarios vulnerables también incluye a la clase media.
Por otro lado, Calviño también ha pedido ir «más allá» en las medidas propuestas. Por el momento, la banca ha puesto sobre la mesa la extensión del plazo de hasta cinco años de las hipotecas variables contratados por familias vulnerables que se hayan encarecido más de un 30% por la subida del Euríbor.
La vicepresidenta primera ha afirmado que se trata de «un buen punto de partida», pero ha pedido más medidas para «aplanar la curva de los tipos de interés», como llegar a una cuota «más asumible» por parte de las familias o que no haya un aumento de los costes financieros por el alargamiento de plazos. «Estamos tratando de ir más allá», ha asegurado.
Sin embargo, ha confiado en que se alcanzará un acuerdo «en los próximos días» y ha afirmado que se producen reuniones entre las asociaciones y el ministerio «prácticamente a diario».
La titular de Economía ha rechazado, asimismo, que el diálogo entre la banca y su departamento se haya visto enturbiado por la tramitación parlamentaria del impuesto temporal al sector, con el que el Gobierno quiere recaudar en torno a 3.000 millones de euros en dos años. Ha defendido que la relación entre Economía y la banca es «muy constructiva», aunque ha reconocido que las entidades «no están contentas y que defienden sus intereses. Hay que entenderlo».
Con respecto al informe que el Banco Central Europeo (BCE) hizo público la semana pasada sobre este gravamen, Calviño ha afirmado que no ha hablado ni con la presidenta del banco central, Christine Lagarde, ni con el vicepresidente, Luis de Guindos, y ha recordado que este dictamen es «preceptivo, pero no vinculante».
Por último, Calviño ha coincidido con el sector en que se está produciendo una normalización de los tipos de interés: «No era normal que hubiese tipos de interés negativos, lo entiende todo el mundo. Como gestora de la deuda pública, me venía muy bien, pero no era normal que nos pagasen por prestarnos dinero», ha sostenido. No obstante, ha señalado que la subida que se está produciendo es muy rápida e intensa y puede provocar una «perturbación» en la situación de las familias.