Calviño dice que hay «práctica unanimidad» sobre el fondo europeo de garantía de depósitos

Aboga por reforzar el FROB, avanzar en la Unión Bancaria y crear «lo antes posible» la Autoridad de protección al cliente financiero

La ministra de Economía y Empresa en funciones, Nadia Calviño, ha afirmado este viernes que hay «práctica unanimidad» entre los Estados miembros de la UE en avanzar y contar «lo antes posible» con el mecanismo europeo de garantía de depósitos, al tiempo que ha abogado por avanzar en la Unión Bancaria y por reforzar el FROB.

Durante la clausura de la conferencia por el décimo aniversario del FROB, celebrada en el Ministerio de Economía y Empresa, ha afirmado que actualmente se está «más y mejor preparado» que en el pasado, si bien ha avisado de que hay «carencias evidentes» dentro de la arquitectura de construcción del euro.

Calviño ha asegurado que los mercados financieros demuestran «todos los días» su confianza sobre la economía española, como muestra el descenso de la prima de riesgo por debajo de los 60 puntos básicos.

No obstante, ha remarcado la importancia de prevenir burbujas financieras, a lo que cree que contribuirá la creación de la Autoridad Macroprudencial, y de reforzar los mecanismos de protección de los consumidores, por lo que espera poner en marcha «cuanto antes» la Autoridad de protección al cliente financiero.

Además, ha avanzado que se continuará trabajando en el anteproyecto de ley de transformación digital del sector financiero ( sandbox ) para conseguir un entorno seguro ante el surgimiento de nuevos servicios,

Igualmente, ha remarcado la importancia de publicar el libro blanco sobre la arquitectura institucional y los organismos que conforman el ecosistema de gobernanza económica. En este punto, se ha referido al «necesario refuerzo» del FROB como autoridad de supervisión y su interacción con otros jugadores, desde la fase de planificación, la garantía de depósitos y el proceso de resolución.

Igualmente, ha celebrado la «buena noticia» de que haya una «práctica unanimidad» de los Estados miembros de la UE sobre la necesidad de avanzar en el mecanismo común de garantís depósitos, tema que España lidera, junto a Alemania, y tiene una determinación «absolutamente incuestionable».

También ha abogado por avanzar en la creación de una capacidad fiscal en la zona del euro, si bien ha reconocido que los temas de gobernanza y supervisión son «complejos» y «no hay que creer que se resuelve de la noche a la mañana», al ser «muy sensibles» en determinados países.

BACKSTOP EN 2020

En cualquier caso, la ministra de Economía en funciones ha valorado los pasos dados en los últimos años, ya que antes «no había ni unión bancaria ni fiscal, solo teníamos una unión monetaria desnuda».

A su juicio, la Unión Bancaria es el «gran avance» que deja la crisis en el ámbito de la construcción de gobernanza europea. En este sentido, ha hecho hincapié en la relevancia del acuerdo sobre el texto normativo de reforma del tratado del mecanismo europeo de estabilidad (MEDE) para crear la red de seguridad para el fondo único de resolución de los bancos ( backstop ).

Según Calviño, se está trabajando en los aspectos técnicos para que en 2020 se pueda decidir la entrada anticipada de funcionamiento de esta red de seguridad.

REFORMAS «LO ANTES POSIBLE»

En el plano nacional, Calviño ha valorado la «profunda reestructuración» del sector financiero, en la que el FROB desempeñó un «papel fundamental», y cuyas funciones han ido evolucionando conforme a la necesidades.

A pesar de la situación económica «favorable» de España y de la «progresiva corrección de desequilibrios», ha pedido no caer en la autocomplacencia, ante desequilibrios «muy importantes» persistentes como la tasa de paro, el elevado endeudamiento, la baja productividad o retos exteriores como el Brexit, las tensiones comerciales internacionales o el futuro de la gobernanza global.

Para afrontarlo ha incidido en la necesidad de orientar la política económica hacia la estabilidad financiera y la disciplina fiscal, combinándolas con políticas sociales y una agenda de reformas estructurales que hay que impulsar «lo antes posible», y entre las que figuran las referidas al reto demográfico, el cambio climático o la digitalización.