Calviño destaca que la OCDE sitúa a España como la economía europea con crecimiento más intenso en 2022 y 2023

Defiende las medidas aprobadas para afrontar la inflación y anuncia que el Gobierno seguirá «adoptando y extendiendo» las más eficaces

La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha destacado este miércoles que las previsiones publicadas este miércoles por la OCDE sitúan a España como la economía europea con un crecimiento más intenso durante 2022 y 2023, en línea con las estimaciones de otros organismo nacionales e internacionales.

«Confirman una previsión de crecimiento en España superior al 4% este año», ha destacado la vicepresidenta primera durante su participación en el III Foro Internacional de Expansión .

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha revisado a la baja sus previsiones macroeconómicas globales teniendo en cuenta el impacto que la guerra en Ucrania están teniendo para la economía mundial, según se desprende de su informe Perspectivas Económicas , publicado este miércoles.

En el caso de España, el organismo ha rebajado sus previsiones de crecimiento del producto interior bruto (PIB), hasta situarlo en el 4,1%. Esto supone una revisión a la baja de 1,4 puntos porcentuales respecto a la estimación de crecimiento del 5,5% publicada en el mes de diciembre y se sitúa por debajo de las previsiones del Gobierno (4,3%). La estimación para 2023 ha pasado al 2,2%, desde el 3,8% anterior.

Pese a valorar el crecimiento por encima del 4% previsto por la OCDE, la vicepresidenta ha instado, ante esta situación «compleja», a remar «todos en la misma dirección», evitando crispación y ruido «que no contribuye a la prosperidad de la economía ni a la convivencia».

Y es que, según Calviño, el impacto más importante de la guerra en España es la inflación, algo que requiere una respuesta «determinada», tanto por parte del Ejecutivo como de la Unión Europea. A nivel nacional, la vicepresidenta ha defendido las medidas ya aprobadas por el Gobierno para hacer frente a la escalada de precios y ha asegurado que el Ejecutivo seguirá «adoptando y extendiendo» las más eficaces.

Asimismo, aparte de señalar los efecto positivos que tendrá el mecanismo para topar el precio del gas en cuanto Bruselas le dé luz verde , la vicepresidenta primera considera que es «muy positivo» que se haya publicado a nivel europeo el RepowerEU , que incluye muchas de las medidas que venía defendiendo España.

PERSPECTIVAS PARA LA INVERSIÓN, EL EMPLEO Y SALDO FISCAL

Durante su intervención, la vicepresidenta ha destacado que otros tres factores marcan el presente y las perspectivas de futuro del país, como son la inversión, el empleo y los saldos fiscales.

En cuanto a la inversión, la vicepresidenta ha explicado que ya se ha recuperado con fuerza y la previsión del Ejecutivo es de un aumento de la formación bruta de capital superior al 9%, que será más intenso para inversiones productivas, en bienes de equipo y en bienes de propiedad intelectual.

En cuanto al mercado de trabajo, Calviño ha destacado que está teniendo un «comportamiento extraordinario», tras cerrar mayo con una afiliación a la Seguridad Social de más de 20,2 millones de personas y una rebaja importante de los niveles de desempleo que no se alcanzaban desde antes de la crisis financiera.

El tercer factor al que se ha referido la responsable económica del Gobierno es a la corrección de desequilibrios fiscales. En 2021 el déficit público bajó en 3,4 puntos porcentuales y la deuda un punto y medio.

«Ya en 2021 empezamos a absorber la deuda pública adicional que tuvimos que emitir para responder a la pandemia», ha destacado la ministra, tras asegurar que España va a seguir en esa misma senda de reducción rápida del déficit y la deuda aprovechando el crecimiento económico.

Así, con todo este contexto, la vicepresidenta ha señalado que en este momento particularmente complejo, el Gobierno cuenta con una hoja de ruta «muy clara» marcada por la responsabilidad fiscal, la justicia social y las reformas estructurales «mirando al futuro», que se ha visto impulsada gracias a los fondos europeos Next Generation EU .