Calviño confía en cerrar hoy la reforma de las reglas fiscales con una propuesta que considera «equilibrada»
Rechaza evaluaciones que dan a entender que están más orientadas a una u otra posición
BRUSELAS, 7
La vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, ha defendido que la propuesta que España presentará este jueves al resto de países de la UE para reformar las reglas fiscales de la UE es «equilibrada» al considerar que reúne las peticiones de los países más frugales y las de aquellos que reclaman más espacio para la inversión, por lo que confía en lograr un acuerdo en la madrugada del viernes.
«La propuesta de la presidencia española está en la buena dirección para encontrar el necesario equilibrio», ha defendido Calviño, en su papel de presidencia rotatoria del Consejo, a su llegada este jueves a Bruselas, tras asegurar que ha visto declaraciones que la propuesta es «demasiado dura o demasiado blanda».
A la reunión de este jueves le seguirá una cena en la que la vicepresidenta intentará cerrar el acuerdo de las normas, que volverán a limitar la deuda y el déficit tras cuatro años congeladas por la pandemia, de forma previa a la reunión a Veintisiete que se celebra el viernes.
La ministra considera que la propuesta que se fundamenta en elementos básicos de la propuesta de la Comisión Europea, que optaba por dar más control a las capitales; que tiene en cuenta la circunstancias de los distintos países y que, además, «simplifica» su aplicación al centrarse en un sólo indicador, que es la senda de déficit.
Al mismo tiempo, ha defendido que las salvaguardas numéricas que se han ido añadiendo, como las exigencias anuales de disminución de deuda a aquellos países más endeudados, garantizan una senda descendente de los pasivos «de manera compatible con la protección de las inversiones en los ámbitos prioritarios a nivel europeo» al tiempo que «preserva un marco fiscal que tenga un impacto contracíclico y favorece el crecimiento sostenible».
La propuesta, a la que ha tenido acceso Europa Press, exige una reducción anual del 1% del PIB para los países con una deuda por encima del 90%, como es el caso de España, mientras que plantea un ajuste del 0,5% anual para los Estados miembro con una deuda entre el 60% y el 90%.
También introduce un colchón fiscal para los países con bajo déficit pero una alta deuda, a los que pedirá reducir el déficit para tener un 1,5% de margen por debajo del límite del 3% para tener espacio fiscal y poder responder a posibles shocks económicos.
Por otro lado, pedirá a los países que superen el valor de referencia del 3% de déficit, a los que se abrirá un procedimiento de déficit excesivo (EDP, por sus siglas en inglés) una senda de gasto neto corrector «coherente» con un ajuste anual mínimo de al menos el 0,5% del PIB.
«Son más fáciles de aplicar, más realistas y garantizan la sostenibilidad fiscal y financiera con el necesario espacio para las inversiones que se deben acometer en los próximos años», ha resumido la vicepresidenta sobre las nuevas reglas.
Preguntada por si considera que las múltiples concesiones a las peticiones de Berlín -como la obligación de la reducción anual mínima de la deuda– endurecen las normas, Calviño ha defendido que la propuesta de España «incorpora elementos para responder a las distintas posiciones» y ha rechazado «una evaluación que da a entender que están más orientadas a una posición u otra».
«Es una propuesta equilibrada y confío en cerrar este acuerdo esta noche», ha incidido, de cara a una cena informal que la propia ministra prevé «larga», como ya ha informado a sus pares, ya que según han explicado fuentes comunitarias esta se desarrollará en lo que han llamado «modo cumbre», al estilo de las reuniones de líderes, en las que los jefes de Estado y de Gobierno de la UE extienden sus intercambios hasta bien entrada la madrugada y no concluyen hasta que hay acuerdo.