Calidad aceptable, precio económico y estar al día, las claves de Shein para triunfar en el sector de la moda
La mayor aceptación que ha adquirido la producción china se muestra como otro de los factores de éxito de la marca fast fashion , según la Universidad Oberta de Cataluña
Calidad muy aceptable, precio muy económico y estar al día de las tendencias del sector, estas son las principales características que explican el éxito de la marca Shein dentro del sector de la moda, según se desprende de un estudio elaborado por la Universidad Oberta de Cataluña (UOC).
La compañía de moda que comenzó su andadura en 2012 de la mano de Chris Xu ingresó el año pasado alrededor de 10.000 millones de dólares (8.600 millones de euros), superando a la plataforma en línea de Inditex, que facturó 6.612 millones de euros, y suponiendo cerca de la mitad de lo que ingresó la multinacional gallega por todas sus ventas, según datos de Bloomberg.
La profesora colaboradora de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC, Neus Soler Labajos, ha señalado que Shein comenzó en el sector de la moda como Inditex, copiando estilismos y ofreciéndolos a precios más bajos, pero Inditex empezó con tiendas físicas para posteriormente adaptarse al canal online , mientras que Shein se incorporó directamente a la venta online.
Adicionalmente, la marca de fast fashion obtuvo gran popularidad con sus acciones en la red social TikTok gracias a la colaboración con influencers reconocidos de la red social. Actualmente, Shein realiza envíos a cerca de 250 países.
Tal es su popularidad que abrirá su primera pop up store en España entre el 2 y 5 de junio en Madrid, para que los clientes puedan hacer sus compras de colecciones de moda de mujer y hombre.
LA PRODUCCIÓN ASIÁTICA YA NO SE ASOCIA A MALA CALIDAD
El profesor de los Estudios de Artes y Humanidades de la UOC, David Martínez-Robles, ha afirmado que otro de los éxitos de la marca se basa en que hace relativamente poco los productos chinos se asociaban a baja calidad, pero en los últimos años esto ha cambiado muchísimo debido a que el nivel de inversión en investigación, desarrollo y diseño de las empresas chinas más punteras no es solo equiparable al de Occidente, sino que, en algunos casos, incluso es superior.
El experto ha apuntado que actualmente tener un móvil Xiaomi o un ordenador Lenovo es algo muy cotidiano, por lo que gran parte de consumidores han dejado de percibir la producción asiática a algo de mala calidad, una situación de la que empresas como Shein se han beneficiado, ya que ahora tienen «mucha más aceptación» entre el público occidental.
Alineado con este discurso, Soler ha añadido que esta visión está cambiando también porque el consumidor de hoy está muy bien informado y sabe perfectamente que la mayoría de la producción de los grupos textiles europeos, americanos y japoneses se realiza en China, y que sus prendas son de calidad.
«La globalización ha hecho que Occidente traslade su producción a China y que esta, que en su día fue la primera potencia mundial, haya podido recuperar terreno y, a fecha de hoy, se erija ya en la segunda potencia», ha apuntado la experta.
Asimismo, Shein conoce de primera mano a los grandes manufactureros chinos que producen marcas propias para los grandes grupos. A estos manufactureros les interesa Shein porque les encarga tirajes grandes con menor número de modelos que los que tiene Inditex, por lo que la producción es más ágil y económica, y eso se refleja también en el precio.
A esto se suma que no tiene los costes fijos que tienen las marcas con tiendas físicas, como Inditex o H&M, por lo que ahorra en alquiler de establecimientos o personal, entre otras cosas.
UN MODELO DE NEGOCIO ALTAMENTE CONTAMINANTE
Prendas de vestir con una calidad aceptable y totalmente accesibles para un público que se sitúa entre los 12 y los 18 años, principalmente. Así es la moda rápida que ofrece Shein, una estrategia comercial aparentemente sin fisuras, al menos en lo que a rentabilidad se refiere, pero enormemente contaminante.
Sin embargo, los expertos de la Universidad Oberta de Cataluña han apuntado que la sociedad «todavía no está preparada para dejar de comprar moda low cost», por lo que han pedido que los líderes más destacados del sector textil se impliquen más en la sostenibilidad y los gobiernos occidentales apoyen a las empresas para que se sumen a las economías circulares de producción, como única manera para terminar con fenómenos como Shein.