C-LM y Asiccaza desarrollan un proyecto para controlar la sobrepoblación de conejo y comercializar su carne
CUENCA, 26
La Consejería de Desarrollo Sostenible, en colaboración con la Asociación Interprofesional de la Carne de Caza Silvestre (Asiccaza), ha puesto en marcha un innovador proyecto piloto que busca dar respuesta a un problema histórico en el campo castellanomanchego, la sobrepoblación de conejo silvestre.
«La iniciativa pretende transformar esta dificultad en una oportunidad para el desarrollo rural, la industria alimentaria y la gastronomía», ha explicado el viceconsejero de Medio Ambiente, José Almodóvar, según ha informado la Junta en nota de prensa.
En muchas zonas agrícolas de Castilla-La Mancha, el conejo silvestre ha dejado de ser parte del paisaje para convertirse en una amenaza para los cultivos, especialmente los leñosos. La sobreabundancia se concentra en áreas donde la caza está limitada, como lagunas, carreteras o taludes ferroviarios, lo que provoca daños recurrentes año tras año.
Para abordar esta situación, el Gobierno regional y Asiccaza han diseñado un modelo que combina control poblacional, aprovechamiento sostenible y generación de valor añadido. «El objetivo es claro: reducir la presión sobre los cultivos y, al mismo tiempo, incorporar la carne de conejo silvestre al mercado con todas las garantías sanitarias y de trazabilidad», ha enfatizado Almodóvar.
El viceconsejero de Medio Ambiente ha explicado que mediante este proyecto creen que «se pueden cubrir todas las fases, desde el campo hasta la mesa, generando una cadena de valor que incentiva la captura y la caza de conejos».
«Queremos que se capturen muchos más conejos de los que venimos haciendo ahora. Y si además generamos empleo, aportamos valor añadido y fomentamos el consumo de carne saludable, será mucho más valioso. Así estaremos más cerca del objetivo: controlar la sobrepoblación y ayudar a nuestros agricultores», ha añadido.
El proyecto se ha desarrollado en la comarca conquense de Las Pedroñeras y en el entorno de Pedro Muñoz (Ciudad Real), zonas especialmente afectadas. Durante los meses de noviembre y diciembre se han realizado doce jornadas de captura con hurón, una técnica tradicional y muy selectiva que permite actuar en áreas donde no es posible la caza con escopeta. En total, se han capturado cerca de 1.000 conejos, con una media de 80 por jornada.
Los animales no se comercializan en vivo, sino que se destinan directamente a la industria, lo que asegura una calidad «excepcional». Desde el momento de la captura, se garantiza una trazabilidad completa y, posteriormente, los servicios veterinarios realizan los controles pertinentes para certificar que la carne es apta para el consumo humano.
Este modelo no solo contribuye a reducir la presión sobre los cultivos, sino que también pone en valor un producto gastronómico de alta calidad. No se trata solo de solucionar un problema, sino de llevar a las cocinas un producto excelente que, en manos de los profesionales, se convierte en una propuesta culinaria increíble.
UN PROYECTO CON FUTURO
El viceconsejero ha adelantado que la intención es extender el modelo a otras zonas con problemas similares: «Hay muchas lagunas, taludes de carreteras y cotos sociales donde podemos actuar. Queremos demostrar que se puede convertir un problema del campo en una oportunidad para el medio rural, el sector cinegético, la industria y la gastronomía».
Este proyecto piloto, desarrollado por el Gobierno de Castilla-La Mancha en colaboración con Asiccaza, sienta las bases para un modelo de gestión sostenible del conejo silvestre en la región. Si los resultados son los esperados, se abrirá una nueva vía para la conservación, el desarrollo rural y la innovación gastronómica.



